El Cuerpo Como Territorio Político De Dorotea Gómez
La identidad de cada sujeto que se observó en la teoría de Butler y Lugones va acompañada de características que se interseccionan y evidencia la subjetividad de cada ser humano. Algunas son aceptadas y dominan frente a otras. Como el caso de Dorotea Gómez, el ser mujer, lesbiana y maya como la coloca en un margen más inferior que otras subjetividades dentro de la sociedad guatemalteca.
Ella sufrió el escudriño del rechazo no solo de sus familiares, sino en todos los ámbitos en los cuales se desarrolló debido a ser una mujer indígena y luego al proclamarse como una mujer lesbiana. Sufrió una opresión múltiple, marcos potentes de sujeción o dominación debido a la raza, género, clase, sexualidad, que actúan de tal forma que ninguna de ellas al estar oprimiendo, moldea y reduce a una persona sin estar tocada o separada de las otras marcas que al estar también oprimiendo moldean y reducen a esa persona. La situaban dentro del ámbito precario y abyecto por las diferencias categoriales que alzan el ego de quienes se sienten superiores.
Pero Gómez proclama su cuerpo como un territorio político, ya que ella lo comprende como histórico y no biológico, al decir que es un territorio político se refiere a que este se ha “construido a partir de ideologías, discursos e ideas que han justificado su opresión, su explotación, su sometimiento, su enajenación y su devaluación” (Gómez, 2001, p.265). Es un un cuerpo con historia, sabiduría y memoria hereditaria y personal. Así puede construirlo desde su perspectiva y puede salir a la luz reivindicando su identidad personal y social. En este se encuentra las heridas creadas por el racismo, el sistema patriarcal, la homofobia, transfobia, la pobreza, etc. Se pueden observar las marcas que son ejercidas por un sistema que oprime y rechaza algunos cuerpos que no entran en juego dentro del ámbito social.
Manifiesta la estructura patriarcal en la que se desenvolvía al evidenciar su postura de no servir a los hombres en su casa, así como sus amigas en sus hogares. Los hombres asediaban y manoseaban sus cuerpos por doquier y en su mayoría eran educadas para esconder toda evidencia de sus cuerpos (como su menstruación). El romance entre personas del mismo sexo era estigmatizado, silenciado y violentado, y quienes se pronunciaban con una orientación distinta del modelo hegemónico manifestaban actitudes de este modelo.
El cuerpo es un ente que transmite un mensaje, muestra quienes son importantes y quienes vulnerables, es también el medio por el que se evidencia el ejercicio del poder de una concepción patriarcal, que trae historia y memoria que le han inculcado y transmitido, que hace que en ocasiones se desprecie así mismo. Pero este puede ser también el que reivindique su personalidad y su identidad. A pesar de ser mortal como los demás demuestra que todos pueden ser dañados o aceptados como humanos y es a través de su estar conscientes en donde puede darse cuenta en el lugar en donde se encuentra y cómo puede afrontar la realidad para seguir adelante y luchar por sus derechos y no ser otra marioneta dentro del sistema, sino un discurso político que se revela contra el sistema que lo oprime. Pero para que puedan salir a la luz estos factores de opresión se debe analizar la interseccionalidad como propuesta teórica para poner en evidencia, las desigualdades en el ámbito del género y sus relaciones con la colonialidad del poder y saber, lo cual se realizará a partir de la propuesta de estas tres autoras.
