El Entorno Social En La Obra El Marino Que Perdió La Gracia Del Mar
El entorno social se define como “(…) la cultura en la que el individuo fue educado; vive, y abarca a las personas e instituciones con las que el individuo interactúa en forma regular” (Casper, 2001). Es así, como este entorno también se manifiesta en una obra literaria siendo un factor fundamental que logra una muy amplia influencia, beneficiosa como nociva para el desarrollo de la misma. La obra El Marino Que Perdió La Gracia Del Mar, engloba el entorno social idóneo para abordar la sociedad japonesa, de donde procede Yukio Mishima, autor de la obra. Para ello es necesario priorizar ¿En qué medida el entorno social japonés incide en Yukio Mishima para metaforizar la trama de la obra?
La Segunda Guerra Mundial al ser un conflicto armado en el cual intervinieron bélicamente diferentes naciones, entre ellas Japón, tuvo consecuencias invaluables, entre ellas la pérdida de autoridad que poseía el emperador de Japón de aquella época, la cual se constituye en una situación de nulo agrado para Yukio Mishima, el autor, de la obra “El Marino Que Perdió La Gracia Del Mar”, en donde intenta reprimir a la sociedad japonesa y hace conocer al lector acerca de su desacuerdo con la pérdida moral y cultural de la isla Nipona.
Mishima responde al gran respeto hacia la cultura en la que creció y vivió. Mediante el uso de metáforas hace referencias hacia el marino como el antiguo Japón y su fuerte relación con el mar que se ve distorsionado cuando regresa a tierra y empieza a relacionarse con la sociedad; es así como Noboru hijo de Fusako, mujer de la cual el marino se enamora perdidamente, lo conoce y desde aquel encuentro para él es representado como símbolo de heroísmo; sin embargo, al ver que por culpa de la occidentalización empieza a corromperse, y al saber que el marino es fiel conocedor del Japón de antaño y quiere alcanzar su gloria, empieza hacer todo lo posible para que regrese al mar, aunque la última decisión sea la muerte.
El contexto social se ve reflejado en las diferentes ideologías que presentan los personajes, metafóricamente esenciales, Noboru/Ryuji, debido a que sus acciones evidencian el deseo de mantener su cultura a causa de la Segunda Guerra Mundial, dejando como consecuencia una pérdida notable en Japón en el aspecto cultural, lo cual llevó a que la trama de la obra tome un giro inesperado, empezando como una novela de romance, hasta llegar a figurarse finalmente en el deseo por alcanzar la gloria, a raíz de la trágica época que sacudía a Japón causando diversos daños emocionales a la sociedad. Mishima fue afectado por las decisiones que tomó el emperador de Japón Hirohito Michinomiya al rendirse en el combate, dichas circunstancias ideológicas las transmitió en su obra “Pero el marino, en aquel encuentro casual y desafortunado, se había presentado con un aspecto lamentable, con una camisa empapada y, por si esto fuera poco, con una sonrisa estúpida y servil. Sonreír así era rebajarse, pues tenía como objetivo el congraciarse con un crío.” (Mishima, 1963:53). Mishima muestra al marino (Ryuji) como Japón cuando se rindió en la Segunda Guerra Mundial, mostrándose pacífico y aceptando su derrota. Mishima tal vez pensó que Japón no debió haberse rendido y seguir luchando sin mostrar alguna debilidad ante la superpotencia de los Estados Unidos.
La obra es dicotómica puesto que la trama gira en torno a la belleza y el horror; y, por otro lado, la sensualidad y la decadencia debido a que Japón pasó por una situación trágica donde se evidenció una notable pérdida de su belleza en el aspecto cultural ocasionado por un episodio de horror, la Segunda Guerra Mundial; actitudes que se ven reflejadas en la vida de Mishima y que se transmiten hacia su obra. Además, Mishima utiliza estas actitudes para relacionar sus sentimientos hacia la cultura que prevalecía anteriormente en Japón y como dicha impresión se transforma y se crean conmociones negativas hacia la nueva cultura occidentalizada de Japón. “Los cuerpos semidesnudos de los estibadores brillaban con apagados destellos. (…)Sobre los embalajes que giraban en el aire aparecían fugazmente franjas de luz solar y, (…), la carga emprendía un vuelo veloz y se cernía sobre las barcazas que esperaban.” (Mishima, 1963:37). Haciendo hincapié así a la sensualidad y belleza, representada a través de la luz.
Así mismo, Mishima representa a la sensualidad y belleza “El carmesí de la túnica, siempre que un leve movimiento de su cuerpo alteraba el juego de luces de las lejanas lámparas, variaba y oscilaba caprichosamente entre diversas tonalidades de púrpura. Ryuji, bajo los pliegues en sombra del vestido, adivinó la serena palpitación de los pliegues de la mujer.” (Mishima, 1963 :41) Simbolizando así, la divinidad de la mujer en la atracción por occidentalizar la cultura japonesa.
El carácter determinante de Mishima se presencia en el devenir de sus obras “La existencia, en sí misma, no comporta ningún miedo(…), pero el vivir crea ambas cosas. Y, fundamentalmente, la sociedad carece de sentido(…)Un puñado de ciegos nos dice lo que tenemos que hacer, y hace trizas nuestras ilimitadas facultades.” (Mishima, 1963 :46) como una referente decisivo que tomó Japón al rendirse en la Segunda Guerra Mundial, transmitiendo así su desacuerdo tanto en las decisiones dispuestas por el emperador, como por todos los japoneses que indolentes ante su realidad no pusieron de manifiesto su voz restaurativa que recuperara su cultura prodigiosa.
Mishima fue una persona atraída por la belleza y la sensualidad, pero no solamente daba a entender eso en sus obras, sino que también muestra una perspectiva oscura en estas “Un padre es una máquina de ocultar la realidad, una máquina de urdir mentiras para los niños. Pero eso no es lo peor: íntimamente cree que representa la realidad. (…) Harían cualquier cosa para contaminar nuestra libertad y nuestras facultades. Cualquier cosa para proteger las sucias ciudades que han construido para sí mismos.” (Mishima, 1963:96) En este fragmento de la obra se muestra al lector el lado oscuro de la trama, representando el horror, la cita es mencionada por Noboru, personaje muy influyente en la obra el cual presenta un carácter y pensamientos nihilistas a la corta edad de 13 años.
Mishima relata en su obra una situación de vida, demostrando lo nefastas que resultaron las consecuencias de la guerra y como afectaron al entorno japonés “Avanzada la guerra, su casa había sido destruida en un ataque aéreo, y poco después su hermana había muerto consumida por el tifus.(…) Los únicos recuerdos de su vida en tierra eran de eterna devastación: pobreza, enfermedad y muerte. Al convertirse en marino, se había apartado de la tierra para siempre.” (Mishima, 1963:40).
Mishima se identificaba con la cultura samurái y la representa de manera exaltante “Compartieron los bocadillos, la ensalada y los pastelillos, y bebieron té helado de los termos. Se acercaron unos cuantos gorriones y se posaron junto al grupo. Nadie les ofreció una miga. La mayor inhumanidad era entre ellos algo digno de orgullo.” (Mishima, 1963:47) representa la actitud nihilista de Noboru y su grupo de amigos, que simbolizan el orgullo samurái de Mishima, que lo llevó al extremo, hacia su muerte.
En conclusión, los hechos sucedidos en la Segunda Guerra Mundial fueron de suma importancia para el desarrollo y creación metafórica de la obra El Marino Que Perdió La Gracia Del Mar, Ryuji, finalmente obtiene la gloria con la muerte; Mishima a través de la cultura samurái en la técnica llamada “Harakiri”, despierta hacia una nueva vida; Japón resurge de las secuelas de la guerra y hoy es potencia mundial en pleno apogeo.
Bibliografía
- Casper, E. B. (Marzo de 2001). American Journal of Public Health. Obtenido de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1446600/pdf/11249033.pdf
- Mishima, Y. (1963). El marino Que Perdió La Gracia Del Mar. Kōdansha.