El Laberinto Del Fauno, Un Pilar En La Fantasía

El Laberinto del Fauno es una de esas películas que seguirá siendo un pilar en el género de fantasía. Situada en el momento de la guerra, expone la realidad a través de los ojos de un niño. Nos encontramos en 1944, en la posguerra civil de España. Los rebeldes siguen luchando en las montañas contra las tropas falangistas. Una niña, que se llama Ofelia, viaja con su madre embarazada y enferma, Carmen Vidal, al país para reunirse en vivo con su padrastro, una sádica y cruel Capitana. A medida que llega la noche, se encuentra con un hada y la sigue hasta un foso en el centro de un laberinto, en el que se encuentra con un fauno y termina aprendiendo que es una princesa de un reino subterráneo. También le dice que su padre la está esperando, pero ella primero debe cumplir tres tareas horripilantes, difíciles y peligrosas. En los mismos momentos, se hace amiga de un sirviente que se llama Mercedes, que es hermana de uno de los rebeldes y que actualmente apoya a ese grupo. En un mundo oscuro, áspero y violento, Ofelia vive su mundo mágico tratando de sobrevivir a sus tareas y ve a su padre y rey nuevamente. Esta película demuestra el peligro en cada mundo y cómo siempre están presentes uno dentro del otro. Dentro de su película, Del Toro habla sobre el papel de tres: tres puertas, tres reglas, tres hadas, tres tronos . Son las historias aparentemente más simples que pueden transformarte más. El genio de El Laberinto del Fauno vive en la elegante construcción de su fábula . En la película, Guillermo Del Toro usa dos villanos alegóricos, uno es un Capitán totalitario y el otro un monstruo mítico, para mostrar al público la naturaleza aterradora del fascismo y su disposición a usar la violencia como una herramienta para destruir el libre albedrío, y también explorar cómo El género se convierte en parte de la identidad del sustento de algunos personajes.

Desde 1936 hasta 1939, España vio la guerra civil más brutal de su historia. A menudo considerada como una lucha entre democracia y fascismo, los nacionalistas de derecha del general Francisco Franco finalmente triunfaron sobre la democrática Segunda República Española. Durante los siguientes 36 años, Franco gobernó España con la esperanza de convertir al país en un estado totalitario como la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini. La película explora elementos del fascismo a través de su historia y personajes, pero explora cómo todo este viaje, a través del carácter de Ofelia, profundiza nuestros pensamientos sobre su papel como mujer y cómo sus elecciones a la que la Guerra Civil se abstuvo de dar. Sus elecciones e ideas, al anular las reglas de que ella también fue condenada, llevaron su sentido de escapismo a este mundo de inmortalidad y cambio, pero también un reflejo de lo roto que está su mundo real. El Laberinto del Fauno es una película de fantasía oscura que cuenta la historia de una joven llamada Ofelia y su viaje de autodescubrimiento de cuento de hadas. La película está construida dentro de dos mundos paralelos: realidad y fantasía. Es a través de la interacción de estos dos mundos y los personajes que los habitan que Del Toro crea una perspectiva moderna del régimen fascista de Franco. Capitán Vidal, el padrastro de Ofelia, es el representante literal de la vida real de la ideología fascista. De hecho, sirve como encarnación del propio Franco. El capitán Vidal es un hombre obsesionado con las reglas y el regimiento: la etiqueta del apretón de manos, la limpieza de sus botas y el mantenimiento de su cronómetro. Las obsesiones de Vidal aluden al propio autoritarismo de Franco y al carácter totalitario de su régimen.

A medida que avanza la narrativa, el Capitán Vidal se convierte en un villano frustrado y antagónico para la inocente Ofelia, que espera escapar de la represión que la rodea. Al igual que el régimen de Franco, el Capitán Vidal controla a los que lo rodean a través del miedo y la violencia en lugar de la compasión. Si el Capitán Vidal es el ‘monstruo’ del mundo real, entonces el fantástico ‘Hombre Pálido’ es el monstruo grotesco interior de Vidal que cobra vida. Nos presentan a Pale Man durante la segunda tarea de Ofelia en el laberinto del fauno. Cuando Ofelia se encuentra por primera vez con el Hombre Pálido, se coloca a la cabeza de una gran mesa de comedor cubierta con comida. Esta imagen imita la escena anterior en la que el Capitán Vidal organiza una cena. Al igual que el Hombre Pálido, Vidal está sentado a la cabecera de la mesa. Al colocar dos imágenes que se hacen eco visualmente en una sucesión tan rápida, Del Toro enfatiza un vínculo entre el Capitán Vidal y el Hombre Pálido. Además de las señales visuales proporcionadas por Del Toro, la conexión entre los dos villanos se solidifica aún más por sus crueles acciones. En la cena del mundo real, Vidal corta implacablemente la charla sin sentido que rodea la mesa de la cena. La necesidad de orden del Hombre Pálido se manifiesta como violencia real; Cuando Ofelia come dos uvas de la mesa, el Hombre Pálido muerde brutalmente las cabezas de dos hadas. Al igual que un gobernante totalitario, el Hombre Pálido es una entidad todopoderosa que gobierna con miedo y violencia, castigando cualquier acto de desafío o libertad. A medida que la película avanza y el carácter de Vidal se desarrolla, se hace evidente que él también es la encarnación de la brutalidad de la época. Con actos de rápida violencia, Vidal aplasta a cualquier persona que perciba como remotamente resistente o desobediente. Estamos expuestos al epítome de su naturaleza despiadada cuando asesina brutalmente a dos granjeros cazadores de conejos mientras abogan por su misericordia y profesan su inocencia ante la participación de cualquier tipo de resistencia realista. Después de encontrar conejos en la bolsa del granjero, la vil Vidal no muestra ningún remordimiento por los atroces e injustificados asesinatos.

La violencia es gráfica e hiperbólica, provocando una reacción de horror y disgusto. En lugar de crear un espectáculo de la violencia, Del Toro provoca una feroz revuelta emocional contra las imágenes en pantalla. Las cualidades de la opresión desenfrenada que encarna Vidal no se limitan al mundo humano, sino que también se extienden al laberinto. El antagonista se refleja en el mundo de lo fantástico por los monstruos que habitan. El ‘Hombre Pálido’ es un símbolo grotesco del mal de Vidal y, a su vez, los males del fascismo y la dominación. Inherentemente malvado y sin remordimientos, el Hombre Pálido come la sangre de los inocentes a pesar del extravagante banquete en la mesa que tiene ante él. Del mismo modo, Vidal come como un rey y disfruta de lujos como el tabaco, incluso cuando corta las raciones y obliga a las personas a pasar hambre. Ambos son escenarios donde los personajes malvados causan sufrimiento innecesariamente y absorben la vitalidad de los demás. El Hombre Pálido no tiene ojos en su cabeza, mientras que el Capitán está ciego a su propia monstruosidad y ambos son indiferentes a la vida inocente. Toda duda de cualquier conexión entre las cualidades de Vidal y Pale Man se evapora al comparar la geometría de sus respectivas cocinas. . Como del Toro revela en el comentario de audio, son lo mismo, ‘un rectángulo largo con una chimenea en la parte posterior y el monstruo en la cabecera de la mesa’

La película explora otro tema a lo largo de la película: el auge del género femenino. Del Toro ha dicho que piensa en El Laberinto del Fauno como un precursor espiritual de su película anterior, The Devil’s Backbone . Y eso es probablemente cierto: ambos son aventuras en la edad adulta femenina. El Laberinto de Pan está lleno de imágenes y simbolismos sexuales femeninos que sugieren que el relato de Ofelia es un viaje a través de la pubertad, la menstruación y, en última instancia, el parto. Y también es un relato que establece una correlación directa entre un padrastro patriarcal y el autoritarismo: al desobedecer a Vidal, Ofelia rechaza tanto una presencia masculina dominante como un espíritu político desagradable. La búsqueda de Ofelia es femenina. Ella se ha enfrentado a un mundo masculino de guerra y tiranía … que también se refleja en sus tareas del mundo de fantasía. El Laberinto del Fauno es un testimonio de las virtudes del escapismo cinematográfico, y sigue siendo un poderoso argumento para la inmortalidad del cine como medio. Encuentra sus momentos de confort no en la fantasía, sino en la bondad. El amor maternal de Carmen se complementa con la minuciosa compasión de Mercedes, la ingeniosa y secreta ama de llaves de Vidal. La película se ubica directamente al lado de las guerrillas rebeldes dispersas por el bosque que rodea la propiedad del capitán, y muchos de sus momentos más esperanzadores provienen de retratos de sus actos heroicos. Sin embargo, es el poder de solidaridad que se mantiene entre Ofelia, Carmen y Mercedes frente a la masculinidad tóxica y dominante de Vidal lo que impulsa el núcleo emocional del Laberinto de Pan, y el contraste entre las dos fuerzas paga dividendos narrativos. Ocasionalmente, desde el punto de vista de Ofelia para seguir a Vidal en innumerables aventuras, desde asaltos a los rebeldes hasta momentos tranquilos de afeitado solo, Del Toro usa estos intensos retratos para resaltar el caótico egoísmo impulsado por la ira en el corazón del capitán. Él pinta Ofelia y Vidal como opuestos morales, allanando el camino a un resultado aludido en el primer cuadro de la película. Mercedes recibe el mismo tratamiento narrativo, sosteniendo su propia trama secundaria vital para la duración de la película. Su capacidad para socavar la autoridad por el bien de hacer el bien se yuxtapone con la altanera seguridad del capitán de que su género la inhabilita para burlarse de él, palabras que más tarde le serán entregadas en una bandeja. Los momentos más emotivos de la película provienen de las interacciones entre Mercedes y Ofelia, quienes vieron a la joven desplazada como un pájaro que necesita un ala . El tema de la banda sonora es más crudo cuando se presenta en la propia voz suave del ama de llaves, que resume la tierna seguridad de su relación con nuestra heroína atrapada. Al explorar la ideología detrás de la cuestión del género, podemos explorar la escena violenta entre Mercedes y Vidal. En esta escena, Del Toro usa micro elementos específicos para construir representaciones específicas de género. Los micro elementos, incluidos el sonido, la cinematografía, el mies-en-scène y la edición, se utilizan para construir la naturaleza dominante de los hombres y, posiblemente, la naturaleza ‘pasiva’ de las mujeres. El sonido se usa de manera sutil, pero inteligente a lo largo de la escena para mostrar y yuxtaponer cómo se representan los géneros a lo largo de la película.

A lo largo del comienzo de la escena, hay una falta de sonido no diegético. Del Toro ha hecho esto para permitir que la audiencia vea las verdaderas emociones de los personajes, y así la audiencia pueda comprender completamente la oposición binaria que vemos que tiene lugar dentro de la escena. A medida que la escena avanza y Vidal levanta su martillo, se reproduce un intenso efecto de sonido para aumentar la tensión. Este sonido intenso hace que la audiencia se sienta incómoda y se da cuenta de que Mercedes está en problemas, ya que se la ve más débil. Esta idea de que la mujer es la más débil de los sexos es prominente a lo largo de la película, y que las mujeres son representadas como más débiles y subordinadas a los hombres. Esta sensación incómoda que el efecto de sonido crea para la audiencia, representa directamente cuán amenazadas e incómodas se sienten las mujeres a lo largo del cine y durante esta época, debido a la sociedad patriarcal. Además, la representación de las mujeres que se ven como más débiles y subordinadas también se muestra a través del sonido, a través del sonido de la cuerda que ata a Mercedes. El sonido diegético de la cuerda atada enfatiza lo restringida que está y está limitada en sus movimientos, y esto se relaciona directamente con la forma en que las mujeres están representadas en la película; solo están dentro de los límites de lo que los hombres les permiten hacer. Mise-en-scène es muy influyente durante la escena en la que Mercedes ataca a Vidal al mostrar representaciones de género a lo largo de la película. El cuchillo oculto de Mercedes es muy dominante en la escena al mostrar y contrastar las identidades de género. Cuando Mercedes esconde el cuchillo a lo largo de la película, simboliza la idea de que las mujeres tienen que ocultar sus verdaderas identidades, ya que están subordinadas a los hombres. La revelación del cuchillo en la escena representa directamente el ‘arrebato’ final del verdadero yo de Mercedes; ya no oculta su enojo hacia Vidal y la sociedad patriarcal que dominó durante la Guerra Civil Española de los años cuarenta. La revelación del cuchillo y el arrebato de ‘ira’ es tan importante como a lo largo de la película, las mujeres son inferiores a los hombres. Esto parece especialmente cierto para Mercedes, ya que la vemos en el ‘llamado y llamada’ de Vidal, por lo que esta ruptura de la opresión realmente significa la ruptura de la debilidad femenina a lo largo de la película. Además, la paleta de colores apagados utilizada es crear una atmósfera de premonición, notificando a la audiencia que ocurrirá un evento desagradable y enfatiza aún más la debilidad de ambas posiciones en diferentes puntos durante la escena.

La cinematografía es otro elemento clave manipulado por Del Toro para construir representaciones de género. Los ángulos de cámara son especialmente notables dentro de la escena al demostrar el intercambio de poder que tiene lugar durante la escena. Al comienzo de la escena, cuando hay un disparo de ángulo bajo en Mercedes y un disparo de ángulo alto en Vidal, realmente muestra el desequilibrio de poder entre los dos personajes durante este tiempo, y los ángulos de la cámara emulan al ‘más débil’ y ‘ El sexo dominante. La audiencia se siente intimidada por Vidal, y de esta manera la audiencia puede empatizar con Mercedes y con todas las mujeres en la película, ya que esto las representa de una manera más débil y está a merced de los hombres. Sin embargo, a medida que la escena avanza y Mercedes comienza a ganar poder de la situación una vez que revela su cuchillo, la cámara comienza a inclinarse hacia arriba, y nosotros, cuando la audiencia ve a Mercedes como la figura dominante en la situación. La oposición binaria que tiene lugar yuxtapone la representación general de los géneros en la película; La mujer ahora es vista como dominante, y el hombre como débil. El público ahora ve a las mujeres representadas como fuertes y valientes, y los hombres ahora no son tan fuertes como alguna vez creyeron.

El montaje también juega un papel importante en la definición de las representaciones de género. A lo largo de la escena, los cortes parecen ser cada vez más cortos. Al pasar de los cortes ‘largos’ a los ‘cortos’, se puede ver que esto representa a Mercedes que finalmente está saliendo del ciclo que ella y sus contrapartes femeninas han estado sufriendo. Por esto, se puede ver que los disparos representan el latido de su corazón, a medida que ella se enoja más y más apasionada, su corazón se acelera, rompiendo inevitablemente el ciclo de su opresión. A medida que el peligro es más inminente y se convierte en la característica prominente de la escena, los disparos rápidos pueden representar la energía proveniente de Mercedes, ya que ella ya no es sumisa a Vidal en este momento. Finalmente, es su ‘liberación’ de los reinados de Vidal y, posiblemente, todas las mujeres de todos los hombres. Las técnicas de edición utilizadas representan que las hembras finalmente se están separando del control de los hombres. En general, al comienzo de la escena, las representaciones de género producidas por los elementos clave de la película representaban a las mujeres como sumisas a los hombres y más débiles que ellas. Junto a esto, los hombres estaban representados como dominantes y con autoridad sobre las mujeres. Sin embargo, a medida que la escena avanzaba y se producía una oposición binaria, se representaba a los hombres para que no fueran tan fuertes y poderosos como parecía, y se representaba a las mujeres para tener algo de ‘vida’ y ‘carácter’ en ellas, y para tener su propia necesidades y emociones, en lugar de actuar de la manera que pensaban que complacería a los hombres y los mantendría ‘seguros’.

Si el Capitán Vidal y el Hombre Pálido vienen a representar el gobierno fascista, Ofelia sirve como sustituto de la nación española y de aquellos que sufrieron a manos del régimen de Franco. Al igual que los miembros de la resistencia española Ofelia enfrenta desafíos que son peligrosos, desafiantes y resaltan su impotencia ante el peligro. Se ha convertido en el rostro del feminismo y en cómo la Guerra Civil ha afectado a la independencia de las mujeres y ha demostrado a través de su búsqueda una recuperación lenta de la misma. Sus elecciones y reglas se basan en su contraste con el libre albedrío que ella está volviendo a intentar obtener de la guerra. Y la inmortalidad, no solo tocando su sueño de un mundo sin sufrimiento, sino también conectándose con su padrastro, que persigue la vida eterna a través de la violencia y el sufrimiento que ha puesto sobre los demás. Aunque Ofelia finalmente se convierte en otra víctima a manos del Capitán Vidal, se convierte en mártir para la generación futura (en este caso, hablando de su hermano pequeño) crece en manos de la resistencia. 

Al final de la película, la posición de Del Toro sobre el liderazgo de Franco se hace evidente: era un régimen que dependía de la violencia innecesaria y el temor de mantener a sus ciudadanos bajo control . A través del uso de villanos alegóricos de la vida real y fantásticos, Del Toro muestra al público cómo la España franquista aplastó la inocencia, la imaginación y la libertad de la nación española. Más que simples vuelos de fantasía, el poder del laberinto se vuelve demasiado real cuando un fauno sin nombre tienta a la joven con la promesa de la realeza en otro mundo. En su mayor parte desde la perspectiva de Ofelia, El Laberinto del Fauno es una película de capas narrativas, que transita hermosamente de las fantásticas aventuras del protagonista a escenas de brutal violencia.