El Rechazo Al Cabello Afro Dentro De La Sociedad Colombiana
¿Por qué se Rechaza el Cabello Afro dentro de la Sociedad Colombiana?
Para poder abordar esta pregunta, dentro del marco teórico me dedicaré a definir ciertos términos esenciales para entenderla, relacionando cada uno con el contexto de una sociedad como la colombiana en pleno siglo XXI. Se usarán bases históricas, estudios antropológicos, psicológicos y analíticos que aborden el tema de la cultura africana traída al continente americano durante la época de la colonia y todos los fenómenos y repercusiones generados a partir de este hecho.
La pregunta tiene como fin dejar al descubierto todos aquellos estigmas generados alrededor de ciertas características físicas que aparentemente no cumplen con un canon de belleza impuesto, tomando como muestra un pequeño elemento, que puede pasar desapercibido pero en el cual se ve reflejado toda una gran problemática como lo es el cabello rizado, sobre todo en el contexto de la mujer mestiza o afrocolombiana. También se buscará conocer la percepción y opiniones de las personas que poseen esta característica física para entender de qué manera todo este fenómeno se ve reflejado en su día a día. Para entenderlo un poco más, me dedicaré en los siguientes párrafos a explicar ciertos términos como rechazo social, racismo y cabello afro para luego relacionarlos y poder direccionar la pregunta hacía los campos en el que estará enfocada la investigación.
Podemos entender como rechazo social la acción de excluir deliberadamente a un individuo de cierta relación o interacción social. Una problemática inherente al ser humano, pero que se agrava en situaciones tales como cuando este rechazo se produce de manera generalizada. “El rechazo por todo un grupo de personas puede tener efectos muy negativos, particularmente cuando da lugar a una aislación social”. Según Abraham Maslow, la necesidad de amor y pertenencia es una motivación humana fundamental, por lo que la experimentar una sensación de rechazo grupal puede generar problemas de ansiedad, baja autoestima, sentimiento de soledad e incluso depresión, que pueden terminar en conductas violentas, suicidas y antisociales. Un fenómeno que aunque se muestra de manera generalizada, puede tener diferentes consecuencias dependiendo incluso del género. Según estudios realizados por la Universidad de Oxford, los hombres tienden a despreocuparse y mostrar una actitud de desinterés, preocupándose por no dejar afectar su autoestima, mientras las mujeres se mostraban más sensibles al tema intentando de cierta manera encajar para recuperar su sentido de pertenencia dentro de la sociedad.
Otro término que se ve muy influido por el anterior es el de racismo. La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial define este fenómeno como “toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública”. Una problemática de nunca acabar que se ha visto reflejada en toda la historia mundial y que dentro de un país como Colombia, a pesar de su gran variedad de razas gracias al mestizaje, sigue existiendo aún en épocas modernas. Tal vez entendiendo este de una manera un poco más sutil comparada con los tiempos de la esclavitud, pero que se sigue reflejando en hechos como el rechazo físico y aislamiento social a poblaciones minoritarias como lo es la afrocolombiana, objeto de estudio en este proyecto, que en la eterna búsqueda de ser aceptados han comenzado a modificar sus costumbres y características físicas. El más común: el cabello afro que con el proceso llamado comúnmente como arreglar el cabello con químicos permanentes como el láser, bótox capilar y keratina, busca alejar a la persona de una identidad africana para intentar ser parte de una raza mucho más aceptada, más europea.
Pasando a analizar nuestro elemento propiamente de estudio, podemos definir el cabello afro como el perteneciente al tipo 4 dentro del Sistema de Clasificación de los Tipos de Cabello. Un cabello proveniente de la población africana, extremadamente rizado, frágil, poroso y de textura áspera, que puede presentar un patrón en forma de S o Z dependiendo de su definición y que llega a reducir hasta en un 75% de la longitud real del cabello. Es un cabello muy moldeable, ideal para la realización de peinados muy elaborados, en los que predominan las trenzas y el comúnmente conocido como “afro”.
Remitiéndose un poco a la historia de la civilización africana, el cabello siempre fue un elemento estilístico que transmitía un mensaje a la sociedad. “Desde el siglo XV diferentes estilos han indicado el estatus de las personas, edad, religión, identidad étnica, riqueza y rango dentro de la comunidad africana’, por lo que adornarlo y experimentar con su infinita posibilidad de estilos era considerado atractivo y dotaba de cierta clase, fuerza vital y moralidad a la persona que lo llevaba. Un cabello desaliñado era considerado poco atractivo para el sexo opuesto pues indicaba que era una persona sucia, con poca moralidad y rechazada por la sociedad.
El cabello según la cultura Yoruba representaba además un portal de los espíritus para pasar a las almas, era creído que mientras más elaborado fuera el tocado tendrían más posibilidades de que los dioses cumplieran sus peticiones. La práctica de afeitar sus cabezas involuntariamente antes de ser vendidos como esclavos era en sí mismo un acto inhumano impuesto por los colonos europeos. “El afeitado fue el primer paso para borrar la cultura de los esclavos, alterando así la relación entre los africanos y su cabello”.
Fue con la abolición de la esclavitud y el surgimiento de las cremas alisadoras que contenían lejía, grasas, harina de trigo, entre otros componentes, que la necesidad de la mujer afrodescendiente por transformar su cabello para ser más aceptada se volvió una prioridad, generando así la creencia de que el cabello rizado era algo desagradable y sinónimo del salvajismo, mientras que el alisado dotaba de cierta clase y estatus. No fue hasta los años 60 con el movimiento político estadounidense denominado como Black Pride que se le volvió a dar el valor merecido al cabello afro, llegando incluso a crear una tendencia de las mujeres con cabello liso a rizarlo con la ayuda de permanentes y calor, pero que con el paso del tiempo fue perdiendo fuerza dejando así que el cabello extremadamente liso llegará nuevamente a la cúspide dentro del contexto de la moda hasta años recientes en los que nuevamente se han comenzado a gestar movimientos en pro de la auto aceptación y el orgullo de las características físicas negras.
Habiendo definido todos estos términos, adentrándonos un poco en ciertos elementos históricos y entendiendo la pregunta más como un problema, podemos generar conjeturas como que el rechazo de esta característica física en los tiempos actuales se debe a una herencia social estigmatizada que nos dejó procesos como la esclavitud, el racismo y la segregación a una raza tan única como la africana. La idealización del hombre ario como el ideal de belleza a seguir ha terminado por crear cierta predisposición a considerar de mal gusto todo aquello que no cumpla con el modelo. Debido a esto, la tendencia de la mujer afrodescendiente actual a intentar encajar en la sociedad sometiéndose a métodos que pueden incluso convertirse en un riesgo para su vida, dejando así de lado su identidad cultural para intentar pertenecer a otra.
Gracias a problemáticas como estas es común escuchar expresiones como pelo bueno o pelo malo, dotados de características maniqueístas que dividen una característica física entre lo lindo y lo desagradable a la vista. Expresiones que se han arraigado en la sociedad a tal nivel de que ha pasado a ser una especie de verdad mitificada en las que no hay lugar a la duda o a la auto aceptación. Y en la que insiste la constante necesidad de arreglar todo aquello que se cree que es malo.
Para abordar el tema y poder llegar a conclusiones más puntuales se planea utilizar una metodología de estudio documental, que buscará reunir explicaciones históricas acerca de temas como el racismo y el rechazo a la cultura negra desde la época de la colonia en el nuevo continente, así como también se realizarán estudios de caso con el fin de analizar de qué manera un pasado lejano, que parece superado, sigue influenciando y afectando la perspectiva de una sociedad tan diversa como la de nuestro país.
Bibliografía
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