El Santuario De Nuestra Señora De Tíscar, Lugar De Peregrinos

El Santuario de Nuestra Señora de Tíscar es un espacio único de la provincia de Jaén. Se localiza en un espacio escarpado, vigilada por una antigua fortaleza musulmana. Y regado por el río Tíscar que da origen a un espacio natural espectacular en el que se desarrolla la llamada Cueva del Agua. Un entorno mágico que debes conocer. ¿Nos acompañas? Tíscar, la aldea del Santuario de Nuestra Señora de Tíscar Tíscar es una pequeña aldea situada a trece kilómetros de la localidad de Quesada, a la cual pertenece administrativamente. Se encuentra situada en la comarca del Alto Guadalquivir. Y destaca por la belleza del entorno natural y por los edificios y lugares que la circundan. En esta pequeña aldea, encontramos un castillo de época musulmana, el santuario de la Virgen y la Cueva del Agua. Para llegar a Tíscar hay que ir por la carretera de Pozo Alcón y tomar el Puerto de Tíscar. O bien, optar por ir desde Quesada. A ella, acuden cientos de peregrinos que durante la noche anterior al primer y último domingo de septiembre registran un pie kilómetros y kilómetros de caminos hasta llegar al Santuario para celebrar la Santa Misa en honor a la Virgen. 

El Santuario de Nuestra Señora de Tíscar El origen del actual templo dedicado a la Virgen de Tíscar se encuentra en el siglo XVI. Una robusta edificación realizada con piedra dorada del lugar que impacta tanto en su exterior como en su interior. Si bien, la imagen actual es el fruto de la recuperación hecha tras los destructores causados ​​durante la Guerra Civil. Abierto a una plaza, la entrada al santuario se hace por una sobria portada en la que está la Virgen de Tíscar tallada en piedra. Una puerta que se abre a un recibidor a cuya izquierda se abre la puerta de la iglesia. Allí, en la cabecera espera a sus peregrinos la pequeña imagen de la Virgen. El retablo en el que se encuentra fue pintado al estilo bizantino por Francisco Baños Martos. Junto al templo, y unida en ‘L’ la edificación continúa con la casa parroquial. Un espacio que se une por medio de un arco a la roca que protege todo el santuario. Y sobre la que se eleva majestuoso el castillo de Peña Negra. Así, el Santuario de Nuestra Señora de Tíscar quedaba protegido por todo ese flanco. El castillo de la Peña Negra Es una pequeña fortificación que se eleva en la parte más alta de la Peña Negra. Para llegar a él, hay que subir una por una pequeña cuesta que hay junto a las casas de la aldea. En las inmediaciones de la plaza del Santuario. Su origen es musulmán y debió de extenderse por medio de una muralla hasta la zona en la que se encuentra el Santuario. 

Durante los años se llevó a cabo un intento de rehabilitación y adecuación para la visita pública. Una intervención que nunca se ha finalizado, pero una intervención que es importante acceso por medio de escaleras metálicas por el que se puede subir hasta la cima. Desde allí, contempla lo maravilloso de este entorno natural y la belleza del paisaje de olivos que pueblan la provincia de Jaén. Y podrás ver de cerca la impresionante Torre del Homenaje de este castillo. La cueva del Agua En la zona baja del Santuario de Tíscar, y un poco antes de llegar a él, encontrará indicaciones para llegar a la Cueva del Agua. Se trata de una cueva de origen natural en las cascadas de agua te sorrenderán. Para entrar a ella hay que recorrer agachado un túnel por el que además pasa pasa una acequia. Cuando termines de recorrerlo se abrirá un inmenso espacio en el que podrás contemplar esta maravilla de la naturaleza. En su interior, existen varias escaleras que te llevarán a los diferentes niveles que la Cueva del Agua tiene. Hay pasarelas y recovecos dignos de admirar por todos lados. Y en una de sus paredes podrás contemplar a la protagonista de la aldea. Pues en lo alto, una pequeña imagen de la Virgen de Tíscar es venerada por peregrinos y devotos. Estos le pueden enviar velas y le dejan ofrendas en agradecimiento o en petición de auxilio. Por ello, es frecuente ver fotografías, lazos de pelo, fotocopias de carnets de conducir, etc. 

Cuando termines de recorrerlo se abrirá un inmenso espacio en el que podrás contemplar esta maravilla de la naturaleza. En su interior, existen varias escaleras que te llevarán a los diferentes niveles que la Cueva del Agua tiene. Hay pasarelas y recovecos dignos de admirar por todos lados. Y en una de sus paredes podrás contemplar a la protagonista de la aldea. Pues en lo alto, una pequeña imagen de la Virgen de Tíscar es venerada por peregrinos y devotos. Estos le pueden enviar velas y le dejan ofrendas en agradecimiento o en petición de auxilio. Por ello, es frecuente ver fotografías, lazos de pelo, fotocopias de carnets de conducir, etc. Cuando termines de recorrerlo se abrirá un inmenso espacio en el que podrás contemplar esta maravilla de la naturaleza. En su interior, existen varias escaleras que te llevarán a los diferentes niveles que la Cueva del Agua tiene. Hay pasarelas y recovecos dignos de admirar por todos lados. Y en una de sus paredes podrás contemplar a la protagonista de la aldea. Pues en lo alto, una pequeña imagen de la Virgen de Tíscar es venerada por peregrinos y devotos. Estos le pueden enviar velas y le dejan ofrendas en agradecimiento o en petición de auxilio. 

Por ello, es frecuente ver fotografías, lazos de pelo, fotocopias de carnets de conducir, etc. Hay pasarelas y recovecos dignos de admirar por todos lados. Y en una de sus paredes podrás contemplar a la protagonista de la aldea. Pues en lo alto, una pequeña imagen de la Virgen de Tíscar es venerada por peregrinos y devotos. Estos le pueden enviar velas y le dejan ofrendas en agradecimiento o en petición de auxilio. Por ello, es frecuente ver fotografías, lazos de pelo, fotocopias de carnets de conducir, etc. Hay pasarelas y recovecos dignos de admirar por todos lados. Y en una de sus paredes podrás contemplar a la protagonista de la aldea. Pues en lo alto, una pequeña imagen de la Virgen de Tíscar es venerada por peregrinos y devotos. Estos le pueden enviar velas y le dejan ofrendas en agradecimiento o en petición de auxilio. Por ello, es frecuente ver fotografías, lazos de pelo, fotocopias de carnets de conducir, etc.