Ensayo de Jean Jacques Rousseau Y La Educación

Jean Jacques Rousseau nació en Ginebra el 28 de Junio de 1712 fue un polímata, suizo francófono, fue a la vez escritor, pedagogo, filósofo, músico, botánico, y naturalista y aunque fue definido como un ilustrado, presentó profundas contradicciones que los separaron de los principales representantes de la Ilustración, ganándose por ejemplo la feroz Inquina de Voltaire y siendo considerado uno de los primeros escritores del prerromanticismo.

Sus ideas imprimieron un giro importante copernicano a la pedagogía centrándola en la evolución natural del niño y en materias directas y prácticas y sus ideas políticas influyeron en gran medida en la Revolución Francesa y en el desarrollo de las teorías republicanas aunque también se le considera uno de los precusores del totalismo del siglo XX, al insistir en la idea del sacrificio del individuo, por la colectividad; incorporó a la filosofía, política conceptos incipientes como el de la voluntad general (que Kant transformaría en su imperativo categórico). Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos frases más celebres, una contenida en el Contrato Social “El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado” y su otra frase es “El hombre es bueno por naturaleza”

La familia Rousseau procedía de hugonotes franceses y se instaló en Ginebra unos cien años antes de que Isaac Rousseau que nació en Ginebra en 1672 y Suzanne Bernard que nació Ginebra en 1673, hija del calvinista Jacques Bernard, tuvieran al futuro escritor Jean-Jacques. Nueve días después de dar a luz, Suzanne falleció y el pequeño Rousseau consideró a sus tíos paternos como sus segundos padres, debido a que desde muy pequeño pasó mucho tiempo con ellos y fueron los que lo cuidaron.

Cuando Rousseau tenía 10 años su padre, un relojero bastante culto, tuvo que exiliarse por una acusación infundada y su hijo quedó al cuidado de su tío Samuel, aunque ya había tomado de él un gran amor por la lectura y un sentimiento patriótico de admiración por el gobierno de la República de Ginebra que Jean-Jacques conservó toda su vida. Con esta familia disfrutó de una educación que él consideraría ideal, calificando esta época como la más feliz de su vida, y leyó a Bossuet, Fontenelle, La Bruyère, Molière y sobre todo a Plutarco, del cual interiorizó importantes nociones sobre la historia de la Roma republicana; en sus Confesiones, escritas hacia el final de su vida, dirá que fue este autor su lectura predilecta; también recomendará en su Émile la lectura del Robinson Crusoe de Daniel Defoe. Junto con su primo, Rousseau fue enviado como pupilo a la casa del calvinista Lambercier durante dos años. A su regreso en 1725, trabajó como aprendiz de relojero y, posteriormente, con un maestro grabador (aunque sin terminar su aprendizaje), con quienes desarrolló la suficiente experiencia para vivir de estos oficios ocasionalmente.

A los 16 años empezó a vagabundear y abandonó su ciudad natal. Tras estar peregrinando un tiempo y desempeñando los oficios más dispares, al borde de entrar en la marginalidad, abjuró del calvinismo y abrazó el catolicismo, del que más tarde también renegó (en el futuro expondrá sus ideas deístas sobre una religión natural en su Profesión de fe del vicario saboyano) y se estableció en Annecy, siendo tutelado por Madame de Warens, una dama católica ilustrada sin hijos, trece años mayor que él, que le ayudó en su discontinua educación y en su afición por la música, y además le fue buscando distintos trabajos. A ojos de Rousseau, ella sería la madre que había perdido y, a partir de 1733, una amante. 

Residió seis semanas de 1737 en Montpellier por una enfermedad grave, y a su regreso madame Warens le consiguió el puesto de preceptor en Lyon de los hijos del hermano de dos famosos escritores ilustrados, Gabriel Bonnot de Mably, sobre el cual ejerció una fuerte influencia, y el filósofo Condillac; además traba amistad con Fontenelle, Diderot (que lo fichó como colaborador en materia musical de su Enciclopedia, y con quien se habrá de enemistar al cabo) y Marivaux (quien le corrige, por cierto, su pieza teatral en un acto Narciso o el amante de sí mismo, que estrenará en 1752). Forjó entonces un carácter de ‘paseante solitario’ amante de la naturaleza. Pero, siempre descontentadizo, Rousseau ejerció de periodista y de muchos otros oficios ocasionales más. 

En 1742 presenta un innovador sistema de notación musical a la Real Academia de las Ciencias de París, con poco fruto (su sistema solo se interesaba por la melodía y no por la armonía, y además un sistema prácticamente similar ya había sido inventado sesenta y cinco años atrás por el monje Souhaitti), y al año siguiente publica su Disertación sobre la música moderna, en que critica muy duramente la francesa, para él muy inferior a la italiana.

Jean Jaques Rousseau era más bien un filósofo político, no un pedagogo pero a través de su novela Emilio, o De la educación promueve pensamientos filosóficos sobre la educación. En este libro, exalta la bondad del hombre y de la naturaleza a la vez que plantea temas que más adelante desarrollará en Del Contrato Social. Rousseau concibe su paradigma del hombre encadenado en Emilio, o De la educación. Al igual que en Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres quiere apartar la formación del hombre en Emilio. Rousseau crea un sistema de educación que deja al hombre, o en este caso al niño, que viva y se desarrolle en una sociedad corrupta y oprimida. Como dice el estudio preliminar de Emilio, o De la educación: «asignad a los niños más libertad y menos imperio, dejadles hacer más por sí mismos y exigir menos de los demás».

Los aportes de Rousseau en la educación fueron muchos fundamentos importantes, el ser humano tiene un pensamiento diferente sobre la educación por ejemplo: el ser humano especialmente el hombre es bueno por naturaleza, el niño es bueno, la gente es buena, nosotros nacimos para hacer el bien al mundo para aportar cosas buenas y productivas al mundo, nosotros nacimos para ser una sociedad solidaria. La educación actual considera que el niño puede cambiar, al niño no podemos imponerle la educación, ni podemos moldearlo a la manera que queramos, lo que Rousseau trató de explicar es que la educación debes ser libre, tenemos que dejar ser libres a los niños, que se eduquen a su manera, sin la manipulación o la autoridad de alguien. 

27 April 2022
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