Esquizofrenia, Evolución De Los Tratamiento A Través De La Historia

Durante siglos las enfermedades mentales han sido un completo enigma para el ser humano, provocando un sentimiento de rechazo hacia los enfermos. En concreto, en el caso de la esquizofrenia, los delirios, las alucinaciones y el desorden mental general provocaba temor entre la población. La consecuencia de este mismo fue una represión contra los esquizofrénicos: fueron considerados personas endemoniadas por chamanes, torturados y asesinados en la Inquisición durante la Edad Media y apartados del ámbito social en general. Con la llegada del Renacimiento, se les comenzó a tratar como a enfermos.

Posteriormente, Emil Kraepelin clasificó a la enfermedad dentro de un grupo de patologías psiquiátricas (demencia precoz). Según el psiquiatra, existían tres tipos de demencia precoz: 

• la catatonia
• la hebefrenia
• la paranoide (la esquizofrenia)

El concepto patológico despertó un gran interés en los especialistas de la época y revolucionó los conocimientos a cerca del delirio y las alucinaciones. Cabe destacar que fue contemporáneo a Freud y a la revolución del psicoanálisis; además, se vio fuertemente influenciado por el checo.

Finalmente, sería Eugen Bleuler quien proporcionara el nombre actual a la enfermedad a través de un estudio basado en 647 casos clínicos. Etimológicamente, esquizofrenia es una palabra que se divide en esquizo (división) y frenia (mente); por lo tanto, en conjunto significa la “división de la mente”, una dicotomía mental. Este psiquiatra dividió en su momento los síntomas de la esquizofrenia en dos grupos. El primero agrupaba los síntomas básicos (4es de Bleuler): falta de asociación, efecto de aplanado, ambivalencia y autismo. El segundo grupo contiene los síntomas accesorios, también llamados “síntomas positivos”; es decir, no generan en sí lesiones (alucinaciones, delirios, etc.).

Los avances de Bleuler en cuanto a la esquizofrenia dieron paso a más descubrimientos sobre la psiquiatría y la psicología. La patología está caracterizada por una serie de rasgos o síntomas de diferente naturaleza: síntomas psicóticos (el delirio y las alucinaciones), depresión, aislamiento social, desorden mental y déficit de atención, entre otros. Sus causas son variadas, desde la predisposición genética, hasta el consumo de estupefacientes. Otro dato importante sobre la misma es que afecta aproximadamente al 1% de la población.

El tratamiento también sufrió una considerable evolución a lo largo de la historia. En un principio, los afectados eran excluidos socialmente en manicomios debido a los prejuicios de la población sobre la enfermedad; más tarde, comenzaron a emplearse fármacos y métodos psicoanalíticos como medio de tratamiento. Actualmente, los enfermos no se encuentran aislados, sino integrados en la sociedad; aunque todavía persisten pensamientos negativos que defiende erróneamente que se trata de una enfermedad por naturaleza agresiva y violenta.

Conclusión 

La percepción social sobre las enfermedades sociales en general ha ido evolucionando con el paso del tiempo; no obstante, continúa estando latente esa mentalidad cerrada que busca la exclusión de estos enfermos por miedo. En el caso de la esquizofrenia, este rechazo es evidente; sin embargo, un cambio en este pensamiento, puede facilitar en gran medida el tratamiento de estas patologías y garantizar el bienestar de los enfermos.