Estereotipos de Genero: Comparación de Los Escritores Masculinos y Femeninos

Introducción

Los estereotipos relacionados con escritores masculinos y femeninos son tan antiguos como los libros escritos por las mujeres. Desde siempre existe un dilema sobre si los hombres y las mujeres escriben de manera diferente. Este dilema se puede acompañar con muchas preguntas a los que diferentes expertos intentan a responder correctamente. Las reseñas de libros sugieren abrumadoramente que las mujeres tienden a escribir sobre asuntos domésticos y cuestiones del corazón, mientras que los hombres tienden a escribir sobre temas que incluyen la política y los asuntos de la vida cotidiana, porque los hombres prefieren tratar los problemas actuales presentes en la sociedad, y las mujeres prefieren escribir sobre el estado interior de sus personajes. En las siguientes páginas, se hablará sobre dos escritores exitosos que provienen del área de habla hispana, y sobre dos representantes del realismo mágico, Gabriel García Márquez (1927-2014) e Isabel Allende (1942-), tal y como sobre sus dos obras emblemáticas, Cien años de soledad (1967) y Casa de los espíritus (1982), para demostrar la existencia de diferencias y posibles similitudes en la escritura masculina y femenina, que se pueden notar en la manera mejor cuando se comparan dos obras que tratan de tema similar.

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Biografía y obra literaria

Gabriel García Márquez nació el 6 de marzo de 1928 en Colombia, y murió el 17 de abril de 2014 en México. Fue un novelista latinoamericano y uno de los mejores escritores del siglo XX. Era muy querido por sus admiradores que amaban su estilo literario de mezclar sin esfuerzo elementos mágicos y sobrenaturales con el entorno natural y normal, usando un estilo conocido como realismo mágico que ayudó a popularizar. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura, principalmente por su obra maestra Cien años de soledad (1967), una novela que se considera como una de las mejores obras del mundo que retrata el realismo mágico. Junto con Jorge Luis Borges, García Márquez es el escritor latinoamericano más conocido de la historia.

Durante muchos años trabajó como periodista en ciudades latinoamericanas y europeas, y luego como guionista y publicista, antes de establecerse finalmente en México. (Britannica 2005: 117)

Gabriel García Márquez nació en Aracataca, Colombia. Su padre, Gabriel Eligio García, fue un farmacéutico durante gran parte de su vida.

Su madre, Luisa Santiaga Márquez Iguarán, era la hija del coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía. García Márquez era su primer hijo, y tenía 11 hermanos menores. (Martín 2008: 58-60). Era criado por sus abuelos maternos, gracias a los cuales García Márquez tenía la oportunidad de crecer en un entorno sorprendente literario, del que más tarde consiguió a nutrir buena parte de sus ficciones. Recibió una educación superior a la media, pero afirmó que sus fuentes de educación y literatura más importantes eran las historias que le habían contado los abuelos. (Barrera 2008: 296) Aunque estudió derecho, García Márquez se convirtió en periodista, y el periodismo era el oficio con el que se ganaba la vida antes de alcanzar la fama literaria.

Publicó su primera historia mientras estaba en la universidad, poco antes de empezar su carera como periodista. Comenzó su carrera como periodista mientras estudiaba derecho en la Universidad Nacional de Colombia. En 1948 y 1949 escribió para El Universal en Cartagena. Más tarde, desde 1950 hasta 1952, escribió una columna bajo el nombre de ‘Septimus’ para los periódicos El Heraldo en Barranquilla. De 1954 a 1955, García Márquez pasó un tiempo en Bogotá y allí escribió regularmente para El Espectador. En estos periódicos publicó sus primeros cuentos, Tercera resignación y Siesta del martes, que luego reunió junto con otros cuentos y les publicó

bajo el título Los funerales de la Mamá Grande. (Catedra 2008: 297) Luego recibió Premio nacional de literatura de Colombia, para la novela La mala hora.

También tenía éxito como un crítico de cine, y mostró grande interés en la película. En diciembre de 1957, García Márquez aceptó un puesto en Caracas en el periódico El Momento. En marzo de 1958 hizo un viaje a Colombia, donde se casó con Mercedes Barcha, con la que tuvo dos hijos. En mayo de 1958, se convirtió en editor del periódico Venezuela Gráfica. Su primer gran trabajo fue La historia de un náufrago (Relato de un naufrago), que escribió en una serie de periódicos en 1955.

Es un reportaje novelado que relata la historia sobre un náufrago que fue proclamado héroe de Colombia. Aunque comenzó como periodista, y escribió muchos cuentos e historias a lo largo de su vida, es más conocido por sus prestigiosas novedades, como El otoño del patriarca (1975), El amor en los tiempos de cólera (1985), y su obra más importante, la novela Cien años de soledad (1967). (Mondadori: 2002: 332) García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982. Fue el primer colombiano, y cuarto latinoamericano que consiguió a ganar el premio.

Según la opinión de muchos expertos, consiguió a ganar el premio debido a sus novelas y cuentos en los que los elementos de fantasía y magia se mezclan de manera estupenda, casi perfectamente con el mundo pacífico, real y cotidiano, con una rica imaginación, y así representan la vida y los conflictos de un continente. Fue diagnosticado con cáncer linfático en 1999, pero la enfermedad entró en remisión debido a la quimioterapia. En 2012, se anunció que García Márquez sufría de demencia, y en 2014 tenía infecciones en sus pulmones y su tracto urinario, mientras sufría de deshidratación. Murió de neumonía a la edad de 87 años el 17 de abril de 2014 en la Ciudad de México y allí fue cremado en una ceremonia privada. (Associated Press) Dejó obras literarias importantes e invaluables que allanaron el camino para las futuras generaciones literarias, y llegó a ser uno de los modelos más importantes para todos los artistas que intentan a escribir una ficción o dedicarse al realismo mágico.

Cien años de soledad

La publicación de este novela en 1967, conllevó el momento más importante del fenómeno literario llamado el boom de la narrativa hispanoamericana. García Márquez escribía Cien años de soledad durante dieciocho meses, pero antes de empezar a escribir la novela, había pensado sobre la trama y los personajes durante muchos años. (Barrera 2008: 300)

Cien años de soledad es la novela más exitosa de García Márquez. Es considerada como una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal, así como una de las obras más traducidas y leídas en español. Esta obra cuenta con 471 páginas, y se compone de veinte capítulos no titulados, en los cuales se narra una historia con estructura cíclica temporal, sobre la vida y acontecimientos de siete generaciones de la familia Buendía, y del pueblo imaginario llamado Macondo, dónde la mayoría de los personajes vivía toda la vida. Los nombres de los personajes se repiten, fusionando la fantasía con la realidad. (Gonzales-Echevarría 2006: 455) Esta es una de las mejores novelas del realismo mágico. La trama es complicada debido al número de personajes, pero se considera como una saga familiar y clara, que abarca el periodo desde la fundación de una ciudad, hasta su destrucción, que sucedió cien años después. Todos los eventos increíbles de la familia de Buendía, García Márquez presentó como algo natural. Por otro lado, dio una marca sobrenatural a algunas ocurrencias bastante ordinarias, y eso le hace el maestro más grande en cuanto a la mezcla de los elementos reales y místicos. (Gonzales-Echevarría 2006: 258) Cien años de soledad es la novela con la que el autor hábilmente presenta diferentes mitos nacionales a través de la historia de la familia Buendía, cuyo espíritu de aventura los coloca en medio de las acciones importantes de los acontecimientos históricos colombianos, como son la reforma política liberal de una forma de vida colonial, y los argumentos del siglo XIX que siguieron la política, la llegada del ferrocarril a un país montañoso, la Guerra de los Mil Días, la hegemonía corporativa de la United Fruit Company, la masacre militar de trabajadores en huelga, el desarrollo del cine y transporte… (González-Echeverría 2006: 258)

El lenguaje literario de la novela lleva al lector sin respirar al capítulo final, sin alardes, eufemismos, vericuetos, acertijos. Las situaciones se desenrollan como de una madeja mágica y subyugan sin tratar de asombrar o complicar las cosas. (Ramírez) García Márquez mostró una prodigiosa y grande capacidad inventiva, gracias a la cual, todo lo que narra parece natural. Todo lo exagerado, excéntrico y monstruoso está reducido a lo cotidiano y normal, por medio del autor impasible. (Gonzales-Echevarría 2006: 258)

La novela narra sobre los acontecimientos desde el punto de vista omnisciente con referencia frecuente a los diálogos de los personajes. Nada en la novela aparece como espera la gente y todo les sorprende. El narrador utiliza diferentes mecanismos narrativos para transmitir la narrativa de la novela. García Márquez retrata la novela con una fantástica fusión de realidad y fantasía, y se centra con una grande profesionalidad en el entretejido de los mitos y la magia con la realidad de la existencia cotidiana. (Stevens 1980: 263) García Márquez escribe sobre todos los eventos históricos e imaginarios, con el uso sutil de los paralelos y repeticiones. Sin embargo, lo hace de manera muy coherente y uniformemente, tratando de establecer una secuencia cronológica de eventos, escribiendo su novela en la forma que se frecuentemente usa en escribir las crónicas. García Márquez usa estilo administrativo, casi sin centrarse en el estado interno de sus personajes. Ellos son un medio para lograr una meta más alta que se refiere a la transferencia de una historia, por lo tanto, rechaza todo lo que no ayuda en la narrativa sobre una historia – sin pantalla de sentimientos, lucha moral o dilema, aunque es obvio que todos los personajes son psicológicamente profundos y reflexionan mucho – el autor simplemente no puso el principal enfoque en los personajes, sino en la historia. El autor no intenta a justificar o condenar a sus personajes, solo los usa como testigos del desarrollo de la historia de una ciudad y el destino de una familia. Este tipo de escritura es típico para los escritores masculinos: administrativa, objetiva e imparcial, con la creencia de que este tipo de enfoque de la escritura contribuirá a desafiar la credibilidad y la veracidad de la historia en los lectores.

ISABEL ALLENDE

Biografía y obra literaria

Isabel Allende, nacido el 2 de agosto de 1942 en Lima, es una escritora chilena, cuyas obras a veces contienen aspectos del realismo mágico. (Gonzales-Echevarría 2006: 569) Ella publico más de 20 libros que han sido traducidos a más de 35 idiomas y ha vendido más de 67 millones de copias. Sus trabajos más conocidos incluyen las novelas La casa de los espíritus y La ciudad de las bestias. Nació como hija de un diplomático chileno. Allende es la ahijada de Salvador Allende, el primer presidente socialista de Chile que fue el primo de su padre. Su padre abandonó a la familia cuando Allende tenía solo dos años. Ella, sus hermanos y su madre se mudaron a Chile para vivir con su abuelo. Poco después, su madre se volvió a casar con Ramón Huidobro, también diplomático, y la familia se mudó con frecuencia a medida que cambiaban sus puestos. Gracias a su padre, que era su inspiración, Isabel Allende estudié periodismo. Allende estaba decidido a trabajar y comenzó su carrera de escritora como periodista cuando era muy joven. Mientras escribía las obras de teatro y cuentos infantiles, trabajó como redactora y columnista en la prensa escrita y la televisión. Allende se casó por primera vez con Miguel Frías, en 1962. Tuvieron dos hijos, Paula (nacida en 1963) y Nicolás (nacido en 1966). Durante su matrimonio, la pareja sufrió la muerte de dos de hijos de Frías de una relación anterior, así como el fallecimiento de la hija de Allende, Paula, que murió por complicaciones de una enfermedad llamada porfiria, en 1992 a la edad de 28 años. Allende estableció la Fundación Isabel Allende en honor de Paula. La fundación lucha por la justicia económica y social para las mujeres. Después de divorcio del primer marido, Allende conoció y se casó con su segundo marido, Willie Gordon, un abogado y escritor, en 1988, pero después de 27 años, también se divorciaron en 2015. Allende ha vivido en el área de la bahía de San Francisco desde 1987 y se convirtió en ciudadano estadounidense en 1993.

En 1981, Allende comenzó a escribirle una carta a su abuelo, que estaba muriendo en Chile. La carta se convirtió en la base de su primera novela, La casa de los espíritus (1985), que luego se convirtió en un éxito de ventas en todo el mundo y lanzó su carrera literaria. Algunas de sus obras más conocidas incluyen las novelas De amor y de sombra (1987), Eva Luna (1987), El Plan Infinito (1991), Hija de la Fortuna (1999), Retrato en Sepia (2000), Zorro (2005), El Bosque de los Pigmeos (2004), Inés de mi alma (2006), La Isla bajo el mar (2010), y El cuaderno de Maya (2011). Además de la ficción, Allende ha extraído su propia vida para escribir memorias profundamente personales. Las obras más conocidas relacionadas con la vida personal de la escritora son Paula (1994), que narra sobre la vida y la pérdida de su hija a causa de una enfermedad, Afrodita: Una memoria de los sentidos (1998), que representa propia oda a la comida y el sexo, Mi país inventado: Un viaje nostálgico a través de Chile (2003), que trata sus primeros años de vida y las inspiraciones de su historia personal, y La suma de nuestros días: Una memoria (2008), que una vez más narra sobre la muerte de su hija, y sobre la vida de Allende después de este acontecimiento duro. (Bellini 2013: 594-531, Franco 1999: 594-596) Allende ha recibido numerosos premios por su trabajo, incluido el Premio Nacional de Literatura de Chile (2010) y el Premio al Logro Creativo de la Biblioteca del Congreso de Ficción (2010). En 2014, ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le otorgó a Allende la Medalla Presidencial de la Libertad.

La casa de los espíritus

La novela era recibida como una de las obras maestras del boom de la narrativa hispanoamericana.

También era la primera novela escrita por esta exitosa escritora chilena. Desde su publicación en 1982, era bruscamente comparada con Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, gracias al hecho de que estas dos obras tratan un tema similar, y que ambas pertenecen al realismo mágico, que exige cierta estructura de la obra y determinado método de escribir. A pesar de esas comparaciones, la novela consiguió a convertirse de inmediato en un éxito de librería en numerosos países del subcontinente americano, en España, tal y como en las otras naciones de Europa. (Gonzales-Echevarría 2006: 316)

La casa de los espíritus es la obra que magistralmente representa una saga familiar fascinante, que abarca décadas y vidas, entrelazando lo personal y lo político en una novela épica de amor, magia y destino. Cuenta con 464 páginas y se compone de catorce capítulos y un epílogo en los cuales se representa la historia de familia Trueba. Abarca cuatro generaciones, pero se enfoca principalmente en la vida de dos mujeres, Clara del Valle y Alba de Satigny, y sobre la relación que existe entre ellas. Tejidos a lo largo de todo, son indicios del misticismo, historia, inquietud política, riqueza cultural, junto con descripciones vívidas de un conjunto de personajes, mientras algunos de los cuales evocan auras etéreas y otros representan nada más que furias violentas. Una de las mujeres de la familia, Clara del Valle, es la que tiene poderes paranormales y lleva un diario detallado de su vida. Ella es la mujer a través de cuyos ojos se cuenta la historia, aunque la novela está escrita en tercera persona. Representa la figura femenina clave en la novela, que mantiene unida a toda la familia, gracias a su inmenso amor por ellos, así como a sus poderes sobrenaturales. Durante la narración sobre los personajes en la novela, Allende también cuenta la historia de Chile y su lucha por el socialismo. Todos los personajes se ven afectados por la agitación, y cada uno de ellos está obligado a elegir un lado. Dentro de la historia, se pueden encontrar pistas de ciertos elementos autobiográficos del escritor, como la novela fue testigo de la parte más importante de la historia de Chile: la era de Pinochet. La narración de los hechos cuenta sobre creciente popularidad de los partidos de izquierda que conducen a la elección del Presidente Salvador Allende que en fondo era relacionado con el autor.

El estilo de Allende en esta novela es, en su mayor parte, muy fluido y orgánico, como si estuviera contando la historia oralmente.

La prosa es ingeniosa y precisa, y las oraciones generalmente son bastante largas y complejas, con cláusulas múltiples. A menudo usa prolepsis, lo que le da impresión de la repetición de la sensación circular de su prosa. Eso significa que a menudo habla de eventos futuros, que al alcance de ellos llevan al lector a la sensación de reconocimiento. A veces, Allende incluso logra meter eventos pasados, presentes y futuros en el mismo pensamiento. En contraste con el lenguaje fluido de los primeros doce capítulos, las partes de la novela que describen la brutal violencia infligida por el gobierno militar son contadas en un estilo abrupto y llanamente carente de emociones. Estas secciones carecen completamente del aspecto imaginativo, mágico y lúdico que el lenguaje del autor posee en el resto de la novela. Parece que Allende quería expresar su opinión sobre la dictadura, o la represión enérgica de la imaginación popular, que representa precisamente aquello que no permite el lado mágico y emocionante de las cosas. (González-Echeverría 2006: 317) Mientras escribía esta novela, Allende se enfoco más en temas relacionados con la vida, el amor y la memoria de las mujeres, a través de los cuales se menciona la historia real e imaginario de América Latina. Se supone que este enfoque diferente está conectado con su sexo, que también influyó mucho a su manera de escribir. Típico para una escritura femenina, ella usa una lengua casi poética.

Allende es un autor omnisciente, pero subjetivo, que posee sentimientos para sus personajes que se pueden sentir durante la lectura. Utiliza paradojas, símbolos, metáforas, y todos se mezclan perfectamente con los eventos de la novela.

Algunos expertos afirman que el personaje Alba en realidad representa una versión ficticia de la propia Isabel Allende, tal y como un conmovedor ejemplo de la subversiva narración y escritura femenina, similar a cómo Allende es una de las escritoras latinas revolucionarias de su tiempo.

LA ESCRITURA MASCULINA Y FEMENINA A TRAVÉS DEL EJEMPLO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ E ISABEL ALLENDE, TAL Y COMO A TRAVÉS DE SUS OBRAS MÁS FAMOSAS

Cien años de soledad y La casa de los espíritus son dos novelas latinoamericanas muy similares, pero también muestran diferencia en muchos aspectos. Aunque los lectores tienen la impresión de que las dos novelas son dramáticamente diferentes, las similitudes son igual de fuertes e importantes.

Esto es muy relacionado con la narrativa masculina y femenina, puesto que los hombres y las mujeres, a pesar de todas similitudes, muestran diferencias cardinales, tanto en la personalidad y percepción del mundo, como en su narrativa. Los hombres se preocupan más por acciones, ideas y análisis. Tienden a utilizar el lenguaje administrativo y objetivo, contando la historia en la cual se encuentran los personajes por casualidad. Las mujeres se preocupan más por los procesos, las percepciones y las implicaciones. Tienten a utilizar el lenguaje subjetivo y jugoso, analizando el estado interior y el punto de vista de los personajes, con los que se entrelaza la historia. Esto significa que los hombres y las mujeres eligen a contar la misma historia, pero de diferente punto de vista. (Barrera 2008: 147) Y eso se ve mejor comparando las obras Cien años de soledad de Márquez, y La casa de los espíritus de Allende.

Excepto el uso del realismo mágico y la narración sobre batallas políticas entre los liberales y los conservadores, se pueden encontrar similitudes más específicas entre las dos obras. Ambas obras muestran, lo que es típico para realismo mágico, la estructura cíclica, eventos y nombres de los personajes se repiten. Varios personajes de La casa de los espíritus corresponden a personajes de Cien años de soledad. Clara, creada por Isabel Allende, es una mujer angelical que posee la capacidad de contactar espíritus, y ella se puede comparar con el personaje creado por García Márquez, Remedios la Belleza, que asciende al cielo. En La casa de los espíritus existe el personaje de Blanca, que tiene una aventura amorosa prohibida con un hombre prohibido, al igual que el personaje que se puede encontrar en Cien años de soledad, Renata Remedios. Ambas mujeres dan a luz a un hijo extramatrimonial, como resultado de la aventura. Amaranta, el personaje de Cien años de soledad es una mujer que se pasa la vida cuidando a los demás, pero nunca se casa, igual que sucede con el personaje de La casa de los espíritus, Férula Trueba.

También se puede notar la figura del machismo en ambas obras, que representan Esteban, Coronel Aureliano Buendía y José Arcadio. El comportamiento controlador y agresivo de Esteban conlleva consecuencias trágicas para la familia, así como las acciones del Coronel Aureliano Buendía y José Arcadio Buendía afectan a toda la familia. Las similitudes estilísticas y temáticas entre las dos historias también son notables. Ambas obras rastrean el linaje, los nacimientos y las muertes de una familia aristocrática. En cuanto a los temas, se puede ver claramente cómo las novelas abordan los derechos humanos, el gobierno y el conflicto familiar, e incluso los roles de clase y de género, y ambas obras tratan el tema de los problemas del incesto y la violación. Las novelas no son parecidas solo por la historia, sino también por el estilo de escritura. Isabel Allende recibió muchos comentarios negativos sobre su novela La casa de los espíritus, debido a sus similitudes con la novela de García Márquez. Ambas obras poseen un modelo retórico común: la casa patriarcal, la sexualidad apasionada y el amor profundo y contravenido, la ilegitimidad, el adulterio, el derroto, etc.

A pesar de muchas similitudes que se pueden señalar entre dos obras que tratan un tema muy similar, Cien años de soledad y La casa de los espíritus muestran diferencias cardinales. Una de las diferencias más importantes se refiere justamente a la representación de las mujeres estas dos novelas. En Cien años de soledad, el empoderamiento de las mujeres viene a través de la edad. Ejemplo que ilustra este fenómeno es el personaje de Ursula Iguaran, la matriarca de la familia Buendía y hasta cierto punto de todo Macondo. El empoderamiento puede venir también por la fuerza de la sexualidad, y el ejemplo que ilustre esto es el personaje de Pilar Tenera, la matriarca sexual de Macondo. Otra manera para conseguir empoderamiento no existe en esta novela. García Márquez describe las mujeres estereotípicamente, como pasivas, sin importancia e inferior a los hombres. Esto ha sido un fenómeno común en la sociedad a lo largo de la historia, y García Márquez está enfatizando la descripción de la desesperanza de la posición de las mujeres, demostrando que sus personajes femeninos no están conscientes de sus roles ordenados, ni se dan cuenta de que las cosas pueden y deben ser diferentes. En raras ocasiones, cuando expresaron insatisfacción o desacuerdo, los personajes masculinos de la novela no los tomarían por serio ni prestarían atención en sus palabras. A pesar de mostrar el papel de las mujeres como inferior, que durante muchos siglos fue la verdad, García Márquez describió a las mujeres en la novela como realistas, confiables y resilientes, una fuente de sustento y un faro moral. Los hombres, por otro lado, se mostraron como inconstantes y frívolos, y su papel superior no los ayudó a ser más responsables. García Márquez, como hombre, no pudo describir el estado interior, la profundidad y la reflexión de sus personajes femeninos con más detalles como lo hizo con los personajes masculinos, pero logró abrir un camino para que otros escritores lo pudieran.

En conclusión, García Márquez cuenta una historia sobre generaciones de hombres, con las mujeres como personajes importantes pero secundarios. Representación de personajes femeninos de Márquez, está en contraste con los personajes creados por Allende en La casa de los espíritus. El empoderamiento viene a través de la fuerza de la convicción. El ejemplo más destacado de esta manera es Nívea. Otra manera para conseguir el empoderamiento es mediante el trabajo – la empresa comercial. El ejemplo que refleja esta manera es Transito Soto. Estas dos mujeres representan la marca de feminismo cuyo representante es Allende. Las mujeres fuertes e intrépidas son las que consiguen suceso, y las que aceptan su papel tradicional de subordinación y que parecen firmes en su conservadurismo son las que terminan sus vidas solas y olvidadas. Los personajes femeninos siguen siendo el foco principal de la historia. Las experiencias particularmente centrales en la vida de las mujeres dominan el tema, así como los principales acontecimientos en la historia, como las descripciones detalladas de cada parto y el aborto, y la presentación de violencia física y sexual contra las mujeres. Los personajes masculinos están presentes en la novela como secundarios, y entran en la historia porque son los hombres a los que esas mujeres aman o se quieren casar con ellos. Todas las mujeres en La casa de los espíritus son personajes fuertes, y no se inclinan ante ningún tipo de maltrato. Sin embargo, eligen respuestas sutiles a las situaciones, en lugar de la rebelión abierta. Este método se puede ver como particularmente femenino. La violencia y la actividad son rasgos masculinos, mientras que la gentileza y la pasividad son los que marcan carácter femenino. Allende eligió mostrar en la novela, que estos marcadores no significan que los hombres logren cosas y cambien las cosas, mientras que las mujeres no lo hagan. Por el contrario, las mujeres en la novela producen cambios más duraderos y drásticos que cualquier hombre. La diferencia en la manera en que se caracterizan y describen los personajes, García Márquez y Allende muestran también cuál es la diferencia principal en la narrativa masculina y femenina. Márquez se centró más en los personajes masculinos, contando la historia a través de los ojos de hombres, mientras que describió las mujeres como apáticas y mayormente silenciosas y pasivos – tal y como los hombres las vean. Por otro lado, Allende se enfocó más en personajes femeninos que participan activamente en eventos sociales y que muestran inteligencia igual que los hombres. Allende conto la historia a través de los ojos de mujeres, mientras que los hombres se muestran principalmente como antagonistas o personajes secundarios en una novela.

Las diferencias entre la narrativa masculina y femenina se pueden ver también en estilo de la escritura. García Márquez se refiere a los acontecimientos como a una historia: registra eventos de forma administrativa y objetiva. En la narración de Allende, se revela la doctrina de subjetividad mezclada con una narrativa objetiva. Se produce la impresión es que García Márquez escribió para comunicarse consigo mismo y apuntar su punto de vista, que es característica de la narrativa masculina, mientras que Allende lo hizo para comunicarse con los lectores con el objetivo de transferir sus pensamientos, sentimientos y puntos de vista a ellos, que es característica de la narrativa femenina.

CONCLUSIÓN

Estudio de las obras literarias de Gabriel García Márquez e Isabel Allende, especialmente de sus obras más conocidas, Cien años de soledad y La casa de los espíritus lleva al lector a la conclusión que los hombres y las mujeres en realidad escriben de la manera esencialmente diferente. Pueden mostrar similitudes en cuanto a la temática, estilo, género literario o personajes presentados en sus novelas, pero siempre se pueden notar diferencias entre la narrativa masculina y femenina. Las diferencias se relacionan, en la mayoría de los casos, con la relación hacia los personajes en la novela, la presencia de personajes masculinos o femeninos durante la historia, la manera de enfoque de escribir y descripción del papel de los hombres y las mujeres, así como la reacción a la posición de unos y de otros en la novela. Estas dos novelas confirmen y destacan todas las similitudes y diferencias que se pueden encontrar en cuanto a la narrativa masculina y femenina de manera sutil pero también ideal.

07 July 2022
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