Explotación Del Guano Y Del Salitre en Perú
En las últimas décadas del siglo XIX, se producen en el Perú una diversidad de sucesos históricos como la guerra por el guano y el salitre, y las consecuencias fueron devastadoras en el ámbito social, económico y político, muy aparecidas a lo que se tuvo que vivir en la lucha por la independencia. Tras estos acontecimientos, surgen grandes pensadores como Manuel Gonzales Prada, Javier prado, quienes sostienen que se puede salir de la crisis mediante la ciencia y la tecnología permitiendo el surgimiento de la filosofía siendo más específico el pensamiento filosófico del positivismo. El positivismo es una corriente filosófica – científica que surgió y floreció en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, y llegó a ser mas allá de una escuela filosófica, un fenómeno intelectual que presentó relevancia en la compresión de las ciencias sociales, naturales, y la contribuyó en la formación de la autoconciencia de la sociedad de la época. (Velasquez, 2006) Por ello, se asume que también influyó en el continente americano y en el Perú. En el presente trabajo, pretendo explicar cómo el positivismo influyó en la sociedad peruana tras la guerra del guano y salitre.
Después de la guerra la clase feudal y la burguesía obtenían ganancias con la explotación del guano y el salitre, se habían formado grupos de agro-exportación requeridas por las transnacionales europeas. Esto sin lugar a dudas, conllevaría a la explotación de los indígenas y por otro lado las leyes favorecían a los terratenientes. El impacto del capitalismo inglés y norteamericano ingresa con todo al Perú, no solo en el ámbito económico, sino que también en la cultura, educación, filosofía y religión, lo que agudizo la situación de alienación en la sociedad peruana. Nuestro país se mantuvo como un país que es explotado por las empresas del capital extranjero y como consecuencia todas las ganancias se irán directamente a sus matrices y no la invertirán en la patria. (Martinez, 2018)
El positivismo va empezar a influenciar y los primeros pensadores positivistas fueron Comte y Spencer. Donde surgiría una necesidad de desarrollo social bajo el lema: orden y progreso, y que esto se logra con el desarrollo científico, tecnológico e industrial. Los pensadores peruanos no tardaron en captar la idea, y buscan salir de la crisis que dejó la guerra del guano y del salitre, y querían construir nuestra economía, y surgen dos movimientos positivistas.
El positivismo no universitario, es aquel que se desarrolló en medios externos a las aulas universitarias tales como: teatros, periódicos, donde se discutía situaciones políticas. Uno de sus máximos exponentes fue Manuel Gonzales Prada. Quien critica a la realidad social y busca soluciones para dejar de lado situación caótica del Perú. Da ideas para la modernización del país a través de la inclusión social, se refería a la participación activa de mujeres e indígenas con igualdad de condiciones. De ello se puede rescatar alguno de sus textos cuyo pensamiento es humanista: el Perú es un país de posibilidades, pero es necesario un sentimiento patriótico y para eso no debemos seguir explotando al indígena, ninguneándolo como si fuera nuestro enemigo. Prada también decía en su famoso discurso: sólo los jóvenes usando la ciencia y el patriotismo son los que regeneraran el Perú. (Gonzales, 1894)
Mientras que el positivismo universitario se desarrollaba en las aulas universitarias muchos catedráticos habían viajado a Europa o leído los textos de Comte y Spencer y se contagiaron del espíritu del orden y progreso proveniente de Europa. Un filósofo peruano destacado fue Javier Prado. Es aquel que va a fundamentar su acción social en principios de racionalidad practica se centra el conocimiento filosófico y científico (el mundo de los fenómenos observables y experimentables). Establece una dura crítica a la metafísica, señalando que su influencia en la ciencias humanas perniciosas y subjetivas. Diferencia la religión, aquella fe individual de sentimientos y deseos, de la filosofía positiva es decir objetiva y verificable.
Además, impone tres exigencias a todo conocimiento: la percepción, si hay ciencia hay observación; la prueba, su elaboración sujeta al método científico; y la reducción defender la idea de verdad por correspondencia. Y también señala tres periodos fundamentales de la historia del pensamiento filosófico. La substancialista, es decir el momento de organización y sistematización; la idealista, el momento del desenvolvimiento y la evolucionista, el momento de culminación. (Pablo, 2017)
Por otro lado, también precisó, que es necesario educar y a través de del trabajo industrial, siendo mejor medio de moralización. (Samuel, 2010) Aduciendo que no hay nada mejor para elevar el comportamiento del ser humano que educarse para ser crítico y prudente y alcanzar la riqueza por medio de nuestros propios esfuerzos.
A modo de síntesis, se pueden entender que el positivismo influyo significativamente en las últimas décadas del siglo XIX, justamente cuando se anhelaba salir de la crisis por la guerra del guano y el salitre. Es ahí donde pensadores peruanos de la época como Manuel Gonzales Prada y Javier Prado, cada quien a su estilo, copia el pensamiento positivista que se había gestado en Europa para motivar a la juventud y encontrar el camino de la verdad y prevalencia en manos de la ciencia y el patriotismo. Se apostó por seguir el ejemplo de Comte y Spencer para poder mejorar nuestra sociedad con el lema de orden y progreso.
Referencias
- Gonzales, M. (1894). Páginas libres. lima.
- Martinez, N. (28 de 03 de 2018). Sucedió en el Perú (TvPerú)- Guerra con Chile. Obtenido de youtube : https://www.youtube.com/watch?v=3ssi5ktD2TM
- Pablo, C. (2017). Pensamiento y ación: la filosofía peruana a comienzos del siglo XX. Lima.
- Samuel, V. (2010). Dios, Patria y Rey. Jose de la Riva-Agüero y Javier Prado (1904-1905). Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, 12(24), 218-238.
- Velasquez, C. (2006). Augusto Comte, fundador de la sociología. Elemento: ciencia y cultura, 27-31.
