Ideas Filosóficas Jurídicas En La Edad Media
Introducción
La Edad Media surge con la caída del imperio romano de occidente y genera un nuevo modelo de producción, el Feudalismo, sustentado en el principio de protección y servicio; pero principalmente evidencia fuertes bases religiosas consolidando a la iglesia cristiana como una de las instituciones con mayor incidencia política y social de la época, estableciendo una lucha por el poder que duró varias décadas. Este período muestra una transformación en varios aspectos culturales y políticos, con acontecimientos que marcaron la historia mundial; pero que sentaron las bases sobre las cuales se establecieron los nuevos conceptos de nación, estado moderno y autonomía política.
Desarrollo
La Edad Media es el período comprendido desde la caída del Imperio Romano de Occidente aproximadamente en el año 476, hasta el siglo XV; período caracterizado por el debilitamiento de los imperios grecos romanos y conocido con el nombre de oscurantismo; denominado así, por el retroceso cultural que vivió la sociedad y el sometimiento religioso de la época; constituye la etapa de transición entre la Edad Antigua y el Renacimiento.
Tamayo (2012), explica que para abordar el estudio de la Edad Media se la clasifica en Temprana Edad Media (años 476 – 800), Alta Edad Media (siglos IX – XI) y Baja Edad Media (siglos XII – XV).
Temprana Edad Media
En esta época se dio lugar al Feudalismo como un nuevo modelo de producción instaurado en la sociedad. El Feudalismo se desarrolló inicialmente con jefes militares y otros personajes ilustres dueños de la tierra denominados feudos y campesinos denominados ciervos.
El feudalismo tuvo su origen en el derecho romano y consistió en una especie de intercambio que realizaron campesinos a favor de los señores feudales, mediante el cual “los siervos renunciaban a su independencia, prestaban sus servicios y obedecían a los señores feudales a cambio de protección y un lugar para vivir y cultivar (…)” (UNAM, s.f.).
En esta época el gobierno y estado instaurados en varios asentamientos, se fragmenta y se establece un modo de gobierno sustentado en el poder que ejercían los señores feudales con fundamento en el principio de lealtad y el cristianismo; mismo que se constituye en la religión oficial de la época, siendo su máxima autoridad el Papa, como casi una divinidad considerando su aparente sucesión de San Pedro (Ullman, 1971).
La Alta Edad Media
Se caracteriza por el pensamiento de Carlos Martell mismo que intentó dar continuidad a los principios de gobierno del Imperio Romano, para lo cual se realizaron diferentes reformas administrativas, fortaleciendo la forma de autoridad feudal.
Adicionalmente se estableció la dinastía Carolingia, ubicada en lo que actualmente es Francia; fue dirigida por Carlomagno a partir de los fundamentos grecos romanos, la religión cristiana y los denominados bárbaros; tenía una gran contenido religioso sustentado en los principios de Dios y su máxima autoridad fue el emperador.
El imperio Carolingio no tuvo mucha duración, debido a que los herederos del imperio lo fraccionaron en tres reinos inferiores Francia, Alemania y Lotario; sin embargo el modo organizativo del imperio promovió la consolidación de la iglesia, misma que fortaleció su poderío político incrementado sus propiedades y acaparando el conocimiento y trabajo intelectual de la época, incluidos el arte y la cultura (Halpen, L. 1968).
En este período se inicia la regularización comercial y se crearon las primeras universidades, ofertando carreras en medicina, jurisprudencia y teología, todas enmarcadas dentro del enfoque religioso dominante; “El siglo XII, por lo tanto, dio paso a una época de grandes transformaciones culturales, sociales y económicas” (Tamayo, D. 2012).
Adicionalmente, el fanatismo cristiano dio lugar a las denominadas cruzadas, que fueron expediciones organizadas a fin de recuperar los lugares santos que se encontraban dominados por los musulmanes; se desarrollaron alrededor de ocho cruzadas que fueron determinantes para el contexto social de la época.
La Baja Edad Media
En la Baja Edad Media la institución religiosa se encontraba consolidada; sin embargo se evidenciaron ciertos gobiernos civiles dispersos. El Departamento de Investigaciones Jurídicas de la UNAM afirma que “La organización política podía calificarse como una especie de democracia directa expresada a través de los concilia civitatis o asamblea de ciudadanos (…)”, siendo un tipo de “monarquía nobiliaria, militar y electiva, integrada por un rey o dirigente político, asistido por su Aula Regia o Comitatus” (2016, p. 88).
La característica fundamental de este período fue el conflicto por la supremacía entre la iglesia y el estado, quienes disputaban los diferentes espacios de poder político y económico; surgiendo en consecuencia de esta pugna, los primeros conceptos de nación y autonomía.
Pensamiento Político en la Edad Media
Durante la edad Media toda la creencia en torno a la justicia estaba sustentada en los principios de divinidad a partir de la religión, el concepto de estado se encontraba totalmente debilitado y los denominados Patrísticas (religiosos) realizaron la mayor parte de aportes en los ámbitos administrativos y políticos; siendo los principales pensadores los siguientes:
San Pedro: es quien escribe el texto de mayor influencia social de la época, el Nuevo Testamento, tratado que marcó el comportamiento, creencias y obediencia de las poblaciones; en este sentido las personas debían lealtad a Dios y a su soberano.
San Agustín: es autor de la obra ciudad de Dios y establece la doctrina espiritual, abarcando temas teológicos y morales, indicando que existe un orden divino que regula el correcto funcionamiento de las cosas; en este sentido impide la alteración de lo que considera natural.
Santo Tomás de Aquino: su principal obra es Summa Teológica, realiza importantes aportes a la teoría del derecho, basándose en las teorías de Aristóteles y ratificando que hombre es un ser social; enlazando la definición de autoridad como un origen divino.
El autor Virgilio Ruiz, menciona que Santo Tomás de Aquino estableció dos dimensiones de la justicia: la “alteridad y la igualdad”; determina que “la justicia es una virtud completa no en sí, sino por relación a otro” y en consecuencia plantea que “lo propio de la justicia, es ordenar al hombre las cosas relativas a otro” (2016, p. 4).
Marsillo de Padua: estableció un pensamiento diferente al de la época al mencionar que el estado debe estar sobre la iglesia, debido a las siguientes consideraciones: Cristo no vino al mundo a gobernar a los hombres, se excluyó a sí mismo de cualquier tipo de autoridad y se sometió a los soberanos de ese momento, a tal punto de cumplir su voluntad, resaltando que la “fe no puede ser impuesta por la fuerza” (Castello, 2013, p.7-8); fue uno de los primeros pensadores que planteó que la supremacía la debe tener el pueblo ante cualquier precepto divino o de autoridad.
En forma general en la edad media se evidencia la lucha por el poder entre la iglesia y los emperadores; sin embargo a partir de diferentes aportes y análisis sociales realizados se da inicio a una nueva época en donde se extingue el feudalismo y nace la burguesía como una nueva forma de dinámica social.
Conclusiones
La Edad Media estuvo caracterizada por la influencia de la iglesia y la religión, mismas que influyeron en las poblaciones a fin de conseguir su sumisión y obediencia, a la vez que incrementaban sus riquezas y centralizaban el conocimiento, las artes y las ciencias.
Una de las principales características de la Edad Media, fue el Feudalismo como modo de producción, mediante el cual se establecían intercambios de servicio por protección entre los señores feudales y los siervos.
Los pensadores de la época, fuertemente vinculados al ámbito religioso, plantean el concepto del derecho divino, atribuido a los soberanos, como un designio de Dios, teoría que fue paulatinamente descartada y suplantada por conceptos de nación, estado moderno y autonomía política.