Importancia De Las Habilidades Sociales En Los Niños
Introducción.
La psicología ligada a las neurociencias y el conductismo se destaca por enumerar ciertos tipos de inteligencias y habilidades que podrían aprenderse en la infancia para una mejor calidad de vida.
En la práctica, la importancia de las habilidades sociales en los niños residiría en ofrecer una actitud positiva y abierta hacia los otros y el entorno, sumado a una imagen positiva de sí mismos.
Desarrollo.
El aprendizaje de estas habilidades está en el núcleo de los contenidos y objetivos sociales y emocionales de estas teorías. Según las mismas, el modo en que los niños desarrollan sus aprendizajes parte de observar, imitar e interactuar de manera continua; estas habilidades se establecerían como los cimientos de la vida del niño.
La importancia de las habilidades sociales en los niños se asocia a las competencias socio-emocionales que cada individuo porte para interactuar con el entorno. Puntualmente, el trabajo con los niños reside en proyectar estas habilidades hacia la pre-adolescencia y adolescencia, edades de por sí conflictivas.
¿Cuáles son las habilidades sociales?
Las categorías clásicas son seis. Estos grupos están direccionados, asimismo, por dos actitudes que condicionan el modo de enfocar cada una de las habilidades: empatía y asertividad.
Habilidades sociales básicas: serían las primeras en adquirirse y permiten una comunicación mínima. Entre ellas se cuentan: saber iniciar y mantener una conversación, tener una escucha atenta, realizar y realizarse preguntas, agradecer, elogiar y empatizar.
Habilidades sociales avanzadas: surgen después de adquirir la base y son las que procuran estrategias para adecuarse y postularse ante el entorno. Se encuentran en esta categoría la destreza para dar una opinión, pedir ayuda, pedir disculpas, participar, dar instrucciones, seguir instrucciones, convencer.
Habilidades sociales afectivas: se vinculan a la capacidad de definir, identificar y dar gestión a los sentimientos; también a ser capaces de comprender los sentimientos ajenos. En este grupo entraría además la capacidad de respetar lo que siente el otro, de expresar los sentimientos propios, de expresar los afectos y animar o consolar al otro.
Negociación y tolerancia
Habilidad social de negociación: estabas capacidades ofrecen herramientas para evitar o gestionar los conflictos sin empleo de violencia o agresividad. Compartir, pedir permiso, ayudar, quererse uno mismo, autocontrolarse, tolerar y responder bromas, defenderse, evitar problemas, son los recursos propios de esta categoría.
Habilidad social para actuar bajo presión: las situaciones estresantes forman parte de la vida cotidiana. Saber resolver exitosamente un conflicto bajo presión es el recurso fundamental de esta habilidad.
El sentimiento de vergüenza bien gestionado, la tolerancia al fracaso, a las acusaciones, la capacidad de hacer frente a las presiones del otro, la capacidad de acusar o reclamar, de persuadir o no ser persuadido, la tolerancia a ser ignorado o la actitud ante un mensaje confuso, son las principales cualidades de esta categoría.
Habilidad de planificar: tomar decisiones, identificar la causa de un problema y dar soluciones, proponerse objetivos, reconocer las propias habilidades, tomar la información necesaria en cada caso, poder concentrarse en una tarea, son algunas estrategias elementales de planificación.
Importancia de las habilidades sociales en los niños en los tiempos que corren
Las infancias actuales se encuentran en realidades sociales de mayor complejidad con respecto a sus padres. Desde los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, la interacción con el otro ofrece cambios vertiginosos en cuanto a códigos y formas, lo cual deja a los niños bastante vulnerables.
Dar importancia a las habilidades sociales en los niños también engloba protegerles de ciertos lenguajes y escenarios que exceden su comprensión y ante los cuales están constantemente expuestos. Por otra parte, la destreza en la respuesta ante nuevos y constantes estímulos, sin dudas hacen más rica la experiencia diaria.
Por todas estas razones, las escuelas comiencen desde niveles iniciales a evaluar y estimular cada una de las habilidades sociales en los niños.
En este sentido, son la asertividad y la empatía las fuentes de las que beberán todas estas capacidades a la hora de desarrollarse. Ambas se relacionan a la autoestima por un lado, y al modo de posicionarse ante el mundo, por el otro.
Conclusión.
En conclusión, de lo que se trata la enseñanza de las habilidades sociales en los niños es, en última instancia, en dar herramientas para disfrutar de la interacción social. Este entendido como el respeto esencial por uno mismo, los propios derechos, y como el respeto a los derechos y necesidades del otro.