Influencia De La Locura En La Obra De Hamlet En El Pensamiento Humano
Hamlet es una obra teatral trágica escrita por William Shakespeare, que muestra distintos acontecimientos ocurridos en la edad media, ciudad de Dinamarca. En esta obra predomina la ambición, la exageración y la herencia, aquí se desatan varias adversidades con respecto a la política, la fuerza y moralidad, tratándose a su vez de temas amorosos, familiares y filosóficos.
Para comprender una de las más grandes obras de Shakespeare, “Hamlet”, se debe partir situándose en el contexto histórico y la época cultural. Se conoce que se desarrolla en la época del clasicismo donde predominaba el dinero, el mando, la autoridad y la ambición. En la obra la muerte ronda a la obra todo el tiempo manifestando cierta peculiaridad de los personajes para cautivar al lector de manera que se sumerja en la disputa por revelar el misterio de quien había sido el asesino del rey Hamlet.
Shakespeare para crear esta obra teatral trágica, debió situarse en el contexto del teatro isabelino, que abarcan las últimas décadas del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII. En la época del teatro isabelino se ilustraban al público obras más trágicas y dramáticas, pero menos asuntos religiosos. Amor, codicia, venganza y locura, son algunas de las cualidades que utiliza Shakespeare en la mayoría de sus obras y las exhortaba de manera fascinante. Son todas aquellas características que son plasmadas por el autor como algo realista y aquellas posiciones humanas hacen que se manifieste la tragedia, el dolor y el desastre en toda su narrativa.
El monólogo de Hamlet “Ser o no ser”. Representa y manifiesta a un joven atormentado del mundo donde se halla inmerso. Al no compartir con nadie, el secreto de lo que sabe de la aparición del espectro de su padre, lo conlleva a un distanciamiento, se vuelve desconfiado y cruel.
Este escrito tiene como fin identificar y examinar en qué medida la locura fingida de Hamlet puede llegar a crear un efecto trascendental en la obra. El conflicto se desata con la aparición del espectro del rey, creando en Hamlet un mar de dudas, y en cierto modo tratando de analizar cada situación para luego convertirse en alguien vengativo, sin embargo, Hamlet era conocedor que si asesinaba a su tío este crimen alteraría todo un orden natural, es decir, la muerte de un rey afecta todo en general.
La demencia fingida por parte del príncipe Hamlet se lo considera como un instrumento de defensa que él construye para enfrentar su mundo. En esta obra de Shakespeare el protagonista utiliza el método de la locura como una estrategia para efectuar su plan de venganza. De esta manera, los personajes que lo rodeaban como su madre, Gertrudis, creían que realmente estaba loco porque creían que Hamlet no asimilaba el hecho de haber formado matrimonio con su tío Claudio. Algunos personajes consideraban que él no se encontraba en todo su raciocinio, sin embargo, la audiencia y los lectores se pudieron dar cuenta que en realidad su locura no era real, pero los personajes al no ser omniscientes aceptaban su locura.
El espectro del padre de Hamlet le menciona que debe “vengarse” y asesinar a su tío Claudio, pero en lugar de hacer lo que le mandó se pierde en sus soliloquios existenciales, que el más escuchado es “Ser o no ser, esa es la cuestión” que hace referencia a la lucha que existe entre la vida y la muerte debido a que después de la gran pérdida de su padre, se plantea para sí mismo sobre la conciencia de la vida, si vale la pena vivir o no.
La famosa frase de Hamlet “Ser o no ser” fue una de las cuestiones que se planteaba el príncipe de Dinamarca, por lo que se lo considera un ser dudoso y con complejos psicológicos difíciles de solucionar. Hallarse en un mar de dudas es la clave para formar parte del complejo de Hamlet, y sin darse cuenta se puede hallar oculto en una personalidad con características de filósofo intelectual.
Aquellas perturbaciones aparecen también relacionadas con la decepción, guiadas por un sentido de inteligencia peculiar, acerca de la vida. Como en su primer monólogo, que se cuestiona sobre el suicidio, el sentido de la vida y las desgracias humanas. A partir de ello, se hace una inquietud acerca de la muerte, expone el deber, se pone interrogante el tema del amor con Ofelia, le da un valor significativo al destino, y se pregunta constantemente a sí mismo si su conducta es la correcta.
Desde el punto de vista de un psicólogo, enuncia que el ser humano entra en un terreno de baja autoestima en donde se tiene muy poca fuerza para enfrentar las consecuencias de nuestras acciones. Todo esto se encuentra relacionado con que el complejo de Hamlet está ligado a una personalidad no muy desarrollada.
El aspecto psíquico en esta obra desarrolla un papel fundamental, la posible patología que sufre Hamlet es quizá debido a una melancolía tras la pérdida de un ser querido e importante para él, que era su figura paterna. Y demás emociones como la tristeza y su ánimo por los suelos, que lo conlleva a sentirse invadido por una inseguridad. Ante el mundo confuso en el que se encuentra sumergido Hamlet, resultado de su desorientación existencial al no saber qué hace en ese mundo, la locura podría ser un factor de solución, sobre todo una locura como lo es la suya, aceptándola como método de reflexión. La locura fingida de Hamlet le abrió espacio para alejarse y pensar, así sus oscilaciones y su incertidumbre mantuvieron una conexión al drama de su individualidad. Pienso que Hamlet iba tomando buenos caminos, sin embargo, no alcanzó a atrapar su alma porque la muerte intervino.
Para Gertrudis, su madre, Hamlet se encuentra sumergido en alucinaciones, es hasta un cierto momento que el clímax de la obra empieza a tornarse tenso cuando Hamlet en la violenta escena donde se encontraban en la alcoba, arremete y expone todo lo que siente, mientras que la respuesta de su madre es un “¡Oh, Hamlet! No digas más me haces volver los ojos alma adentro”. Toda esta escena contribuye una clave para comprender la evolución del alma y mente de Hamlet.
En contraste, la locura que existía dentro de Ofelia era inigualable porque tan grave fue, que llegó al suicidio. Ella realmente salió de todo su raciocinio al enterarse de la muerte de su padre y que lo había asesinado el amor de su vida. Por otro lado, el rechazo de amor que recibe por parte de Hamlet llega a sumergirla en una profunda tristeza. Cuando Hamlet le dice “Vete a un convento” hace referencia a que el papel de la mujer era inferior, en ese tiempo no tenían autoridad. Muy aparte de eso, cabe destacar que Ofelia obedecía a todos los mandatos de su padre, su hermano y hasta del propio Hamlet, por lo que después recae en ella la pérdida de razonamiento.
Para concluir, se afirma que la locura en la obra de William Shakespeare desarrolla un papel fundamental en el transcurso de la obra, Hamlet fingía su locura, no estaba loco, él solo aparentaba estarlo, con el objetivo de vengar la muerte de su padre. Después de confesarle a su madre que no estaba loco, él empieza a actuar con total cordura, sin embargo, desde el análisis psicoanalítico y marco humanista se puede confirmar que el complejo que tenía era difícil de asimilar porque su falta de incapacidad para tomar una decisión le resultaba complicado. Al sobrepasar el límite humanista, Hamlet representa y manifiesta un modelo de “humanidad” trascendente que conforme pasa el tiempo sigue estando vigente en nuestra esencia de humano.