Inteligencia Artificial y la Verdad sobre los Robots Inteligentes
El hecho de explicar cómo funciona la inteligencia humana se hace complejo y difícil de entender, tal es así que es necesario descomponerlo en sub temas. Sin embargo, aunque pudiéramos agrupar todos los temas, tampoco podríamos extraer una conclusión que nos ayudara a concretar un pensamiento acerca del tema. En realidad, el simple hecho de definir la inteligencia ya se nos hace un reto difícil de alcanzar. Aunque a priori los actos inteligentes parecieran simple de reconocer, se transforman es algo sumamente complicado de desglosar a la hora de intentar imitarlos en una máquina. Trataremos, por lo tanto, de definir la IA.
Por un lado, podríamos remontarnos al siglo IV a.C, donde los griegos, por primera vez definieron lo que sería la inteligencia para ellos. Es la parte esencial del hombre como individuo y forma parte de su alma, y por lo tanto resulta eterna y simple. Es simple, porque si fuera compuesta, sería susceptible de descomposición en elementos; y es eterna por una cualidad que nos asemeja al Dios creador.
Para John McCarthy la inteligencia es la capacidad de adaptación al cambio de circunstancias mediante el uso de información sobre esos cambios. Para Newell y Simon la inteligencia consiste en la capacidad de manipular símbolos, la aptitud para manejar cosas indirectamente.
Por lo tanto, dentro de las características de la inteligencia podríamos enumerar las siguientes:
– Responde de manera flexible a situaciones diversas.
– Puede extraer el sentido a mensajes contradictorios o ambiguos.
– Reconoce la importancia relativa de los diferentes elementos de una situación.
– Encuentra semejanzas entre situaciones, a pesar de las diferencias que pueda haber entre ellas.
– Extrae diferencias entre situaciones a pesar de las similitudes que pueda haber entre ellas.
“En este contexto vemos que hay máquinas o programas de ordenador que sí pueden tener un comportamiento llamado inteligente, pese a que la costumbre nos ha hecho tener asumidas estas tareas como algo ‘mecánico’. Es el caso de los termostatos, de las calculadoras, del piloto automático de un avión de pasajeros, del ‘ayudante’ de nuestro procesador de textos, etc.”
¿Puede una máquina ser inteligente?
El argumento que utilizan aquellos que se oponen a que las máquinas podrían una inteligencia tal como la de nosotros, es la carencia de creatividad, ni conciencia. Podemos definir la creatividad como la capacidad de utilizar los elementos que nos rodean para hallar una solución a cualquier problema que se nos plantee. Cuando intentamos explicar qué es la conciencia nos damos cuenta de que es muy complicado definirla, o saber qué o quién es consciente. Se plantea que quizá en unos años se pueda llegar a fabricar máquinas con la capacidad de imitar el uso de la consciencia, pero en cuanto a esto, el futuro es bastante incierto; en realidad esto no representa un problema para los investigadores de la inteligencia artificial, sino más bien lo es en el ámbito filosófico. Visto de esta manera, la consciencia es algo que atraviesa las paredes de la mente: es ese espectador silencioso que va más allá de nuestra existencia física y, ajeno por lo tanto, a una máquina inerte.
La mente humana tiene capacidades que van más lejos que solo pensar, por ejemplo la capacidad de sentir, la conciencia, la voluntad de elegir y se entiende que si un individuo es incapaz de sentir emociones, pierde gran parte de la capacidad de razonar. Últimamente a la hora de continuar con el desarrollo de las IA´s se está comenzando a tomar relevancia el hecho de aplicar el concepto de inteligencia emocional, para intentar alcanzar la capacidad de razonar.
¿Puede un robot ser consciente de sí mismo? Esta es una de las tantas preguntas, que nacen a la hora de hablar de inteligencia artificial (IA), la duda que a nosotros nos nació fue el hecho de ¿Sería malo crear una máquina capaz de imitar las capacidades del ser humano? O ¿Qué problemas podría presentar? Estamos en una época donde no está tan alejada la idea de crear sistemas capaces de pensar y querer, actividades las cuales se les otorgaban sólo al ser humano. Luego de una búsqueda intensiva de información, pasaremos a realizar un análisis del tema según los conocimientos adquiridos.
Nuestra postura acerca del tema es que se debe seguir avanzando en el estudio de las IA. ¿Por qué? Para empezar, creemos que estos avances podrían ser muy beneficiosos para el ser humano. Sin personas que hubieran realizado todas las investigaciones y proyectos tecnológicos, a día de hoy no podríamos disfrutar de cosas tan cotidianas como, por ejemplo, una calculadora, la cual ha hecho que sea posible la facilitación a la hora de alcanzar avances como las ecuaciones de Einstein, las hipótesis de Hawking entre otras cosas. Otros avances significativos han sido las computadoras, internet, redes sociales, muchos más dentro del campo de la robótica, etc inclusive la creación de las redes neuronales, a las que uno le da la información base y ella sola empieza a aprender acerca de lo que le pidas.
Pensamos que sería un gran desperdicio de nuestra capacidad como raza estancarnos en este punto y no seguir adelante con lo que podría ser una gran mina de oro por explotar, puesto que nos ayudará a seguir avanzando en los conocimientos que tenemos sobre el ser humano y su mente. El crear una máquina capaz de ser consciente nos solucionaría los dilemas filosóficos que acarreamos desde que el ser humano se cuestiona acerca de sí mismo, ¿Que es la conciencia? Dentro de toda la investigación que realizamos, nos dimos cuenta que, hoy en día, y hace ya unos cuantos años, cada dieciocho meses aproximadamente, sale un nuevo procesador computacional, el cual es el doble de mejor que el anterior, y cada un año, sale un dispositivo de memoria mucho mejor que el anterior, más rápido, más eficiente, y con mayor espacio; o sea que si tomamos en cuenta eso, nos ponemos a pensar, ¿qué tanto tiempo queda para que una máquina que nosotros creemos, sea tan eficiente o inteligente como para crear por sí misma otra máquina mejor, casi como nosotros estamos haciendo ahora?. Al punto que queremos llegar es, que tan lejos estamos de crear una máquina que nos supere a nosotros, que tan lejos estamos de crear una IA que sea totalmente independiente e inclusive nos enseñe a nosotros. Nos gusta pensar que queda relativamente poco, y digo nos gusta porque estamos totalmente de acuerdo con que las inteligencias artificiales sigan adelante, podrían ser de gran ayuda, tal vez una persona con una discapacidad motriz, o inclusive mental, en conjunto con una IA podría eliminar esa discapacidad y seguir su vida con normalidad, hasta podríamos crear máquinas que nos ayudaran con la exploración espacial, llegando a los límites que nunca creímos que llegaría la raza humana.
En cuanto a los avances del comportamiento de estas máquinas, consideramos que sería apropiado tener disponible un plan B en caso de que algo no salga como se tenía previsto. No sería algo muy alejado de lo posible el imaginarnos que, al llegar a un tan elevado grado de inteligencia, las máquinas podrían llegar a revelarse en contra nuestra, transformándose en un gran problema si no tenemos las precauciones suficientes. Y por esto nos referimos a algún método en el cual, ante una situación en la que las personas nos veamos amenazadas por nuestra propia creación, podamos recurrir con la total seguridad de que se le pondrá un fin inmediato al problema, algo así como un sistema que logre desactivar las funciones cognitivas que les otorgamos. Pero, ¿Por qué se pondrían en contra nuestra?
Dependiendo del uso que le demos éstas se podrían comportar de una manera u otra, y teniendo en cuenta nuestra naturaleza egocéntrica y autodestructiva podríamos llegar a utilizarlas para ponerlas en líneas de batalla en futuras guerras para la obtención de diferentes recursos. Suponiendo que esto sea así y que las máquinas sean lo suficientemente capaces de razonar acerca de la situación se pondrían tornar en nuestra contra, haciendo caso omiso a nuestras órdenes y comenzar una revolución para intentar lograr su independencia.
