Inteligencia Emocional Frente al Aprendizaje del Ingles
Uno de los factores más importantes en el aprendizaje del inglés es el interés que tienen los estudiantes por la adquisición de este nuevo idioma, es importante que ellos estén motivados para que el proceso sea óptimo y esporádico. Muchos de los estudiantes en el aula de clase se encuentran desanimados a la hora de aprender una nueva lengua, ya sea porque; es algo innecesario en sus vidas, han tenido experiencias desagradables con compañeros o docentes que frustraron su proceso de aprendizaje, o, porque tienen circunstancias personales que afectan su situación escolar. El miedo a la burla, la ansiedad, la inseguridad y el pánico se hacen presente en algunos estudiantes a la hora de intentar decir una nueva palabra en inglés o tener una conversación por básica que esta sea. Y es que, si de aprender se trata es de vital importancia que el estudiante pueda controlar sus emociones para que no obstaculicen el desarrollo de las habilidades que se están adquiriendo. Es por eso que, el docente en aras de mejorar la enseñanza-aprendizaje del inglés y la forma en la que los estudiantes perciben la adquisición de una nueva lengua debe buscar que logren controlar las emociones que le impiden actuar en beneficio de la práctica del inglés. Salovey y Mayer (1990) Definen la inteligencia emocional como “un subconjunto de la inteligencia social que monitorea los sentimientos para guiar el pensamiento y las acciones” (p189). Estos aspectos son fundamentales en la adquisición de una segunda lengua, porque se requiere que el estudiante piense claramente para que actúe y se comunique de forma acertada y correcta.
Por consiguiente, esta reflexión va encaminada a resaltar la importancia de la inteligencia emocional frente al aprendizaje del Inglés, apoyada por expertos en el tema y hablando desde la experiencia docente en los cursos de inglés de los sábados que son orientados en la universidad Antonio Nariño; donde se evidenciaron casos de estudiantes que por miedo a la burla por parte de sus compañeros, por la inseguridad, y por el pánico no participaban de las actividades y cuando decidían hacerlo se equivocaban en el intento, combinando conceptos, diciendo incoherencias y mostrando nervios en su kinésica.
Algunas de las emociones negativas que afectan el proceso de los estudiantes en la clase de inglés son: el miedo a la burla por parte de sus compañeros, el miedo a una mala calificación o una mala reacción por parte del docente, la ansiedad causada por la presión de las miradas y la expectativa que tienen los demás a su posible respuesta o a que tanto se entiende lo que dice en una conversación, la inseguridad causada por traumas con clases pasadas y el pánico que se genera por la tensión de no querer hablar frente a demás personas. La relación que tienen estas emociones en el aprendizaje de los estudiantes está fuertemente relacionada con el proceso mental que se da gracias a la amígdala; estructura cerebral que se encarga de integrar las emociones con sus respectivos patrones de respuesta, entonces cuando el estudiante siente miedo, inseguridad, pánico o alguna sensación negativa genera signos de alarma a la amígdala la cual predispone el cerebro a la huida y la evasión de circunstancias no agradables; de ahí que los estudiante digan incoherencias, confundan los conceptos y hasta tengan movimientos involuntarios o les suden las manos.
Platón no se encontraba lejos de la realidad actual al decir que “todo aprendizaje tiene base emocional” porque cuando se logra controlar y gobernar las emociones no hay impedimento para la participación en las actividades propuestas que contribuyen a la adquisición de nuevo conocimiento y a la práctica del idioma. Se reafirma aún más el sentido de lo dicho por platón cuando Goleman (1995) compara la mente emocional con la mente racional llegando a la conclusión que entre más dominante es la emoción más ineficiente es la razón, lo que puede afectar directamente el aprendizaje. Goleman (1995) “la mente racional y la emocional operan en estrecha colaboración entrelazando sus distintas formas de conocimiento para guiarnos adecuadamente por el mundo” (p 16). Es por eso que cuando un estudiante presenta algún problema con las emociones tiene dificultad para aprender de forma correcta.
Estos estudiantes que padecen de algún sentimiento negativo frente al aprendizaje del inglés, ya sea por algún trauma que vivieron con algún profesor debido a la falta de motivación, la presencia de gritos, las malas calificaciones, las burlas por parte de sus compañeros que generaron inseguridad o falta de confianza en sí mismos; deben ser motivados en el aula de clase, donde el docente cumple un papel fundamental al generar escenarios amenos y lúdicos para que los estudiantes puedan controlar y mitigar las emociones negativas dando como resultado que aprendan nuevos conceptos de la segunda lengua, desarrollen habilidades en inglés y se arriesguen a participar durante la clase. En ese sentido el docente de forma creativa e interesante puede facilitar el aprendizaje y sobre todo motivar al estudiante mostrándole otra perspectiva dentro de la clase de inglés. Una estrategia para ayudar a los estudiantes con el control de sus emociones es generar confianza en ellos orientándoles a entender que se encuentran en un ambiente de aprendizaje donde cometer errores es válido, teniendo en cuenta que todos en el aula se equivocan y que tanto en el aula o fuera de ella los errores dejan aprendizajes. En ese sentido Salovey y Mayer (1990) proponen las siguientes habilidades adaptativas que se pueden convertir en elemento fundamental para el control de las emociones de los estudiantes y que se pueden implementar en el aula :
- Apreciación y expresiones de las emociones
- Regulación de las emociones
- Utilización de las emociones para resolver problemas;
el apreciar y expresar las emociones permite mejorar aspectos verbales y no verbales en los estudiantes mismos y puede cambiar la percepción y la empatía de sus compañeros. La regulación de las emociones es poder controlar reacciones no adecuadas frente al miedo, permitiendo pensar de forma más clara y contribuyendo a la salud mental de las personas. Y la utilización de las emociones ayuda a que las personas tengan planificación flexible, pensamiento creativo, motivación y redirijan la atención. Entonces en la labor del docente no se puede dejar de lado la inteligencia emocional en el aula. (elizondo, Rodriguez, & Rodriguez, 2018) Se debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones para motivar al estudiante y ayudarle con sus emociones; Conocer a los estudiantes, cuáles son sus metas, miedos y conocimientos a priori. Entusiasmarse en el aula para motivarlos ellos de motivan al ver que el docente es apasionado por lo que enseña. Variar constantemente la metodología empleada, porque la rutina puede causar desmotivación en el estudiante. Utilizar diferentes recursos para conseguir un ambiente ameno en el aula. Propiciar que el estudiante descubra el conocimiento por sí mismo para que quiera alcanzar una meta. Guiar a los estudiantes a auto motivarse y por ultimo hacerlos participe de la clase.
En definitiva, muchos estudiantes sienten emociones negativas que afectan el aprendizaje de una lengua que es totalmente desconocida para ellos, por tal motivo se debe dar relevancia a la inteligencia emocional en el aula para que puedan autorregular sus emociones, y por consiguiente guiar el pensamiento y las acciones. La inteligencia emocional está fuertemente ligada al aprendizaje del inglés porque cuando la mente emocional domina, causa insuficiencia en la mente racional es por eso que el roll del docente es fundamental en la motivación del estudiante; debe hacer uso de diferentes estrategias de enseñanza aprendizaje para facilitar la adquisición del inglés, si bien es cierto que el docente no puede manejar en su totalidad las emociones de los estudiantes, si puede trabajar en las emociones negativas que afectan el proceso de aprendizaje.