Intimidad, Un Derecho Fundamental para Todos
La intimidad es una necesidad propiamente humana que hace referencia a los aspectos más internos de una persona o un grupo de personas a nivel físico, psicológico o espiritual que no pueden ser conocidos o usados por otros libremente sin el previo permiso de los individuos involucrados. La intimidad de las personas fue considerada como un derecho fundamental a mediados del siglo XX, donde se determinó que “nadie será objeto de intromisiones arbitrarias en su vida privada, su domicilio o correspondencia ni de daños a su honor o reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales intromisiones o daños “, lo que determina que todo aquello que pertenezca al ámbito de la intimidad debe ser considerado confidencial y por ende no puede ser divulgado libremente.
En medicina desde hace mucho tiempo con el juramento hipocrático “Callare todo lo que en el ejercicio de la profesión y hasta fura de ella pueda ver u oír, que no tenga necesidad de ser divulgado, estimando que estas cosas tienen derecho al secretos de los misterios“ y el secreto medico profesional se ha buscado preservar el respeto y el derecho a la intimidad de las personas. Actualmente, estos términos han evolucionado y se habla de confidencialidad el cual no solo depende de las buenas prácticas clínicas del personal médico, sino que le exige a todo el personal que tenga contacto con los pacientes mantener la privacidad de los paciente y prohibir la divulgación no autorizada de datos referentes al mismo. Para esto se han implementado varios leyes en la constitución que hablan explicitamente de la obligación que tiene el personal de salud de velar por la protección de la intimidad de los pacientes. Algunos ejemplos son: Ley 23 de 1981, articulo 37 “El medico está obligado a guardar el secreto profesional en todo aquello que por ejercicio de su profesión haya oído o comprendido…” y la Ley 23 de 1981, articulo 39 “El medico debe velar por que sus auxiliares guarden el secreto profesional. Debe cobijar a todas las personas que debido a su profesión o estado tienen acceso a esta información confidencial”.
Se escogió este tema para tratar en este ensayo, ya que actualmente figura como uno de los problemas éticos que han ido en aumento gracias al avance tecnológico, y de la sistematización de la información y de la historias clínicas de los pacientes. Lo anterior sucede ya que a pesar de que existen leyes como elPONER LEY que estipula que “La historia clínica es un documento privado sometido a reserva que únicamente puede ser conocido por terceros con previa autorización del paciente o en casos previstos por la ley”, y premisas que afirman que el deber de confidencialidad va más allá del compromiso de no divulgar información confidencial; incluye la responsabilidad de asegurarse de que la información escrita del paciente se mantenga de forma segura. Los registros confidenciales no deben dejarse donde otras personas puedan tener acceso casual a ellos y la información sobre los pacientes debe enviarse bajo cobertura privada y confidencial, con las medidas adecuadas para garantizar que no se desvíe. (CITA), existen conductas y acciones en el personal de la salud que muchas veces pone en riesgo la intimidad de los pacientes por una falta de regulación de la información (CITA).
Así mismo, la misma falta de regulación de la información sistematizada no nos permite asegurar que las personas que accedan a la historia clínica o información de un paciente sean únicamente las que están relacionadas con su atención, se ha visto que en muchos, por no decir la mayoría, de los centros de atención de salud la información del paciente está documentada como documentos electrónicos a la cual todos los proveedores de atención médica pueden acceder sin ninguna restricción, sin que exista alguna política o algún tipo de seguimiento que permita controlar quién tiene acceso a la información de los pacientes (CITA). Ahora bien, sabiendo esto la pregunta seria ¿Qué pueden hacer los hospitales para mejorar esta situación?. Es evidente que la sistematización de la información y la implementación de la tecnología en el manejo de la información medica ha representado un gran avance para la conciliación de la información y de los datos de los pacientes, permitiendo una comunicación mas efectivas entre médicos, enfermeras, personal farmacéutico y en general el personal del área de la salud en busca únicamente de una atención más homogénea y de mayor calidad para los pacientes.
Sin embargo, por las razones anteriormente nombradas puede quedar en ocasiones demasiado expuesta y de libre acceso la información mas intima de los pacientes, es por esto que es de vital importancia que las instituciones elaboración de reglamentos internos relacionados con el secreto medico que normalice el acceso a las historias clínicas, el tipo de información que deberá difundirse con base en lo referido y mandado legalmente. La confidencialidad en la atención médica se refiere a la obligación de los profesionales que tienen acceso a los registros o la comunicación del paciente de mantener esa información en forma confidencia.
Este tema es muy importante para mi vida profesional ya que a pesar de que todos los involucrados en la atención de los pacientes tenemos conocimiento del derecho a la intimidad y privacidad de los pacientes, a diario se ve como se comenta indiscriminadamente por el hospital las situaciones de los pacientes. De igual manera, como se expuso anteriormente para el manejo de la información de los pacientes por parte de los médicos tratantes y todo su equipo (residentes, internos y estudiantes) se han implementado sistemas de control como lo son los “censos” en los cuales existe información intima y privada del paciente que le competen al medico tratante, sin embargo, en muchas ocasiones no se hace un manejo adecuado de este material y puede llegar a caer en manos de personas que no tienen nada que ver con el manejo del paciente.
Es por estas y muchas mas razones que me parece de vital importancia abordar este tema para poder dejar en evidencia como con actos que consideramos inofensivos y a los que no les prestamos la atención debida podemos estar violando la privacidad de los paciente y vulnerando su intimidad. Finalmente, está en manos de todos asegurarla confidencialidad con los pacientes bien sea siguiendo las políticas o lineamientos que tenga el centro de salud para la protección de la informacion, o mejor aun, siendo conscientes de la importancia y lo valioso que es la intimidad de un paciente y de esta maneja dejar de realizar conducta que la invadan como lo son comentar historias de pacientes con otras personas indiscriminadamente, ingresar a historias que no nos competen, ser descuidados con el manejo de la información y que pueda caer en manos de quien no debería tener conocimiento de la misma. Sin duda alguna la tecnología es algo que va continuar avanzando exponencialmente y que brinda mejoras excepcionales al área de la salud, sin embargo, es completamente nuestra responsabilidad capacitar, enseñar y reglamentar lo vital del respeto de la intimidad de los pacientes.