Historia de la Caída Del Imperio Bizantino
Introducción
Tanto dentro del islam como dentro del cristianismo existen divisiones internas. En cuanto al islam, identificamos diversas corrientes o agrupaciones como son los Sunitas, los Chiitas o los Selyúcidas turcos. El origen de estas divisiones internas lo encontramos tras la muerte de Mahoma, el profeta, cuando sus seguidores entran en conflicto por la sucesión de este. Los Sunitas son el grupo mayoritario, su nombre lo obtienen de la Sunna, una colección de dichos y actos que se atribuyen a Mahoma y que han de ser tomadas como modelo por los musulmanes.
Desarrollo
Los Sunitas defienden que el Califa ha de ser elegido por la comunidad musulmana (personas más influyentes de esta). Los Chiitas, por otro lado, son partidarios de Ali, primo de Mahoma y casado con la hija de este. Los Chiitas consideran a Ali el único heredero legítimo de Mahoma debido a su vínculo familiar. En cuanto a los selyúcides, se trata de una dinastía menor de origen turco que llegó a reinar durante los siglos XI y XII. Cuando los slyúcides se convierten al islam sunní, se termina el escaso equilibrio existente entre el Imperio Bizantino y el Califato Fatimí en Egipto. En el caso del cristianismo, la división es menor.
Alrededor del 1500 surgen dos ramas tras la división de la Iglesia. Por un lado, encontramos la Iglesia Ortodoxa que predomina en Constantinopla. Los ortodoxos defienden que el poder de la Iglesia debe tenerlo el Basileus, no el Papa. Por otro lado, la Iglesia Católica predomina en el Imperio Romano. A diferencia de los ortodoxos, todo el poder recae en la figura del Papa. Para entender el comienzo de la Guerra Santa necesitamos saber qué estaba pasando en el mundo durante ese tiempo. En el siglo X Constantinopla era la ciudad con más poder de Occidente.
Esto se debe a que está situada en medio de las principales rutas comerciales, con un gobierno centralizado y absoluto en la persona del Emperador, además de un ejército profesional que hacían del Imperio Bizantino una nación única. El Emperador Basilio II había conseguido eliminar a los enemigos más cercanos a sus fronteras. Sin embargo, tras la muerte de Basilio, monarcas menos ágiles subieron al trono bizantino, al tiempo que en el horizonte surgía una nueva amenaza proveniente de Asia Central. Esta amenaza la constataban los turcos, tribus nómadas que se habían convertido al islam.
Conclusión
Una de esas tribus, los selyúcidas turcos se lanzaron contra Constantinopla. En la batalla de Manzikert, gran parte del ejército imperial fue arrasado por las tropas turcas y uno de los coemperadores fue capturado. Como consecuencia los bizantinos tuvieron que ceder gran parte de Asia Menor a los turcos. Ahora había fuerzas musulmanas a escasos kilómetros de la misma Constantinopla. Por otra parte, los turcos también habían avanzado en dirección sur, hacia Siria y Palestina. Las ciudades del Mediterráneo Oriental fueron cayendo en manos musulmanas, y en 1070 consiguieron entrar en la Tierra Santa, Jerusalén.