La Cultura Y Sus Características En La Sociedad Global

Por supuesto cada cultura tiene unas características propias que le diferencian del resto, sin embargo, las culturas como conjunto comparten una serie de características definitorias básicas comunes que enunciaremos a continuación:

1. La cultura es aprendida. La cultura no es algo instintivo, innato o que se transmita biológicamente como algunos rasgos de los seres humanos, sino que es algo que cada individuo adquiere gracias a su propia experiencia y al entorno que le rodea. Todos aquellos hábitos que el ser humano es capaz de aprender son elementos de la cultura. Por supuesto la cultura no se desentiende de la naturaleza, más bien son conceptos que se complementan, ya que la cultura actúa sobre el soporte de la naturaleza humana. Sin embargo, en ocasiones, el gran poder que tiene la cultura puede llegar a modificar la propia naturaleza de los seres humanos. Este aprendizaje y la adquisición de hábitos empieza desde el mismo nacimiento y continua a lo largo de toda la vida.
2. La cultura es una conducta transmitida, ya que nos ha llegado por generaciones anteriores. Cada generación intenta mejorar sus condiciones, pero siempre apoyándose en los elementos del pasado que tienen eficacia. Por ello los aspectos históricos tienen un gran peso en las culturas.
3. La cultura es una conducta compartida, es decir, esta no se apoya en un solo individuo, sino en un conjunto más o menos amplio de seres humanos. Esto ocurre porque las personas vivimos en sociedad, compartiendo la mayoría del tiempo, nuestras vivencias y experiencias con el resto de personas.
4. La cultura es un concepto atribuible a la sociedad global o partes de la sociedad, en este caso se habla de subculturas. Apoyándome en el punto anterior podríamos definir cultura como hábitos de grupo.
5. Toda cultura constituye una configuración, es decir, es un todo organizado que integra los diversos elementos. Además, por constituir un sistema integrado cualquier modificación de un elemento afectará también a muchos otros. De esto podemos deducir que la cultura está en constante cambio, lo cual es un objeto de estudio de importancia para las ciencias sociales.

Elementos de la cultura

A pesar de las diferencias entre ellas, todas las sociedades están formadas por cuatro elementos no materiales.

1. Las normas: 

Son las reglas sobre lo que las personas deberían hacer o no, decir o pensar en una situación determinada. Son estándares de comportamiento. No todas las normas tienen la misma importancia. Estas se dividen en dos grandes grupos. Las normas formales y las informales:

• La Ley: es una norma formal, escrita e impuesta por funcionarios del Estado. Estas son de obligatorio cumplimiento. En caso de no cumplir con estas se imponen sanciones que pueden ser multas, prisión e incluso, en algunos estados, pena de muerte.
• Costumbres: Son normas informales que se consideran de gran importancia dentro de las sociedades y su incumplimiento resulta casi inconcebible, ya que están basadas en los valores de dicha sociedad y se consideran que son esenciales para el bienestar del grupo en conjunto.
• Tradiciones: Son normas informales, no inviolables, sin embargo, están muy inculcadas en la población. Un ejemplo sería llevar ropa formal a determinados eventos.

2. Símbolos: 

Se trata de imágenes, objetos o sonidos que evocan un significado. Algunos representan creencias y valores; Por ejemplo, pueden evocar patriotismo (banderas, himnos), creencias religiosas (la cruz, una estatua de buda). También pueden representar estatus social. Otros pueden denotar otro tipo de ideas; la sirena de una ambulancia significa que hay una situación de emergencia. Los gestos también se consideran símbolos que utilizamos continuamente a la hora de comunicarnos.

3. El lenguaje: 

es un sistema de símbolos que nos capacita para poder expresar nuestras ideas y poder comunicarnos con el resto de personas. Por supuesto el lenguaje no solo es verbal, también puede ser escrito o mediante gestos como se ha mencionado anteriormente.

4. Valores: 

Son ideas colectivas abstractas que proporcionan herramientas para poder juzgar que comportamientos están bien y cuáles no. Estos están muy interiorizados en los miembros de la sociedad.

Niveles culturales

Un hombre culto no es necesariamente aquel quien domina una o varias ranas del saber; más bien seria aquel que con sus propios elementos culturales adquiridos puede distinguir que debe conservar de su propia cultura y qué es lo que debe rechazar, qué puede absorber de otras culturas y qué debe impedir que anide en él o en su entorno. (Santa Cruz, J. M, 2016)

En el artículo de los años cincuenta Masscult and midcult del sociólogo estadounidense Dwight MacDonals se distinguen tres niveles culturales:

• El highcult o alta cultura
• El midcult o cultura intermedia
• El masscult o cultura de masas.

La alta cultura está manipulada, edulcorada y sometida a una tiranía mediática y a los precios interesados basados en las modas y fetichismos de teóricos expertos. La cultura de masas está promovida por los medios de comunicación como la prensa escrita, la radio, la televisión, el internet. En el abuso se promueven adeptos, fans, hinchas, etc. (Santa Cruz, J. M, 2016)

La midcult es la cultura media que surge entre la alta y la baja cultura. Lo más razonable sería entender este nivel cultural como un resultado de la aproximación tanto desde arriba como desde abajo hacia los extremos contrarios, generándose prestamos de un extremo al otro. Sin embargo, MacDonals lejos de pensar que el midcult mejoraba la cultura al tirar hacia arriba de las personas de origen humilde, al contrario, pensaba que empeoraba la cultura. Para él se trataba de cultura de masas haciéndose pasar por alta cultura. En ella, se mezclaba entonces “lo mejor” de la cultura de arriba, la capacidad de romper con la tradición e innovar –el autor pensaba en las vanguardias como referente artístico–, con “lo peor” de la de abajo, que era su difusión a gran escala e inserción en nuevos contextos. Por eso, la midcult era para MacDonald “lo peor de lo peor”; en su escala jerárquica (Godoy Domínguez, 2015)