La Delincuencia Juvenil en la Sociedad Moderna
En torno a la investigación acerca de la delincuencia juvenil en la sociedad actual, se ha pretendido dar una visión integradora de las características e implicaciones de este fenómeno social a nivel individual, familiar, educativo y comunitario, a través de la revisión y el análisis de la bibliografía existente, y de la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos a lo largo del Máster. En virtud del alarmante incremento de la misma en los últimos años, se ha proporcionado al lector, una explicación detallada sobre la importancia y la trascendencia que suponen los delitos cometidos por menores de edad, convertido en uno de los principales focos de estudio desde hace décadas y se ha hecho especial énfasis en la prevención de los comportamientos desviados como principal herramienta para combatir este fenómeno.
Debemos ser conscientes de que la conducta antisocial y delictiva de los adolescentes abunda a escala mundial sin distinción de estrato social, constituyendo un fenómeno de orden multicausal, por lo que es válido y necesario repasar los factores que conllevan a que estos individuos manifiesten este tipo de comportamientos, para luego combatirlos eficientemente. Sin dudas, los aspectos fundamentales que generan este mal, radican en la influencia del medio en que los chicos se desenvuelven (familia-escuela-sociedad), una triada que tiene una enorme implicación en la aparición de conductas desviadas, ya que su función es totalmente socializadora y modeladora de pensamientos, sentimientos, actitudes y comportamientos. Mediante la transmisión de valores, la aportación de herramientas de autocontrol y regulación emocional, de habilidades y competencias sociales, y en general, concientizando a estos sujetos acerca de los beneficios de la existencia de una convivencia pacífica y de una proyección adecuada a futuro como seres útiles a la sociedad, es que se garantiza el éxito de la labor educativa y se minimizan los costos morales, económicos y sociales que acarrea la delincuencia. Esta afirmación ha sido el eje central que sentó las bases de la elaboración de este trabajo, pues el objetivo perseguido consistió en resaltar la prevención de la desviación juvenil, como la manera más eficaz de evitar que surjan nuevos delincuentes en nuestra sociedad, por tanto, se puede acotar que esta reviste mayor importancia que la propia intervención de estos comportamientos una vez manifestados.
Los resultados derivados de esta investigación muestran que la delincuencia juvenil requiere ser contemplada desde una dimensión sociohistórica, que incluya el análisis de los contextos que han favorecido el incremento de estas conductas en los adolescentes de hoy, así como la valoración de nuevas tácticas preventivas que minimicen tales factores que desencadenan el fenómeno objeto de estudio. La creación de nuevos programas de asistencia social, y la aplicación y perfeccionamiento de los ya existentes, la orientación a las familias y la inclusión de actividades educativas en los centros escolares, de conjunto con la participación activa de todos los entes de la comunidad en actividades productivas, de ocio y distracción, de autoayuda, etc., constituye el punto de partida para la erradicación de estas conductas. De acuerdo con esta premisa, nosotros como sociedad, debemos tener claro que podemos ayudar a modificar la tendencia de una delincuencia de menores, y para ello es vital que entendamos que si los chicos se sienten excluidos, marginados, carentes de oportunidades de protección y de desarrollo de sus capacidades, entre otros factores, están expuestos a convertirse en personas rebeldes, inadaptadas, con una frustración social indeleble que desemboca en la comisión de actos que trasgreden las normas, y que ocasionan daños y afectan el buen funcionamiento de la humanidad.
A modo de conclusión, finalizo diciendo que con la reducción sustancial de los factores externos que condicionan los comportamientos desviados, disminuirá considerablemente el riesgo de manifestarse estas conductas en los adolescentes, y estaremos más cerca de encontrar parte del equilibrio y la tranquilidad que nuestra sociedad tanto necesita; por lo que fomentar una conciencia en valores y trabajar en la prevención son las principales herramientas que debemos reforzar.
