La Economia Politica En Adam Smith
El pensador escocés Adam Smith, considerado por muchos el “padre de la economía política”, adoptó la misión de exponer las ciencias sociales (especialmente la economía y aspectos morales) como material de estudio, logrando con su obra “La Riqueza de las Naciones” plasmar sus ideas e influenciar inmensamente el pensamiento económico. Smith se percató de “las conexiones entre la libertad económica y la libertad política, entre los derechos de propiedad privada y un Estado y entre los individuos que actúan movidos, en parte, por el interés personal y, en parte, por la preocupación por las consecuencias de sus actos para los demás”.
Si nos vamos a referir a un autor como Adam Smith, es de suma importancia definir que es el mercantilismo y la fisiocracia, ya que su concepción de la economía se deriva de la de los mercantilistas ingleses y fisiócratas franceses. “El objetivo de la actividad económica era, según la mayoría de los mercantilistas, la producción, no el consumo. Según el pensamiento mercantilista, un país debía fomentar las exportaciones y desincentivarlas importaciones por medio de aranceles, contingentes, subvenciones, impuestos, etc. con el fin de lograr la llamada balanza comercial favorable. La producción debía estimularse por medio de la intervención gubernamental en la economía nacional y de la regulación del comercio exterior. Debían establecerse gravámenes protectores sobre los bienes manufacturados procedentes del exterior y debía fomentarse la importación de materias primas baratas para producir bienes manufacturados para la exportación.”. Al mismo tiempo que emergía la corriente mercantilista los fisiócratas iban a la par de estos, “lo que distingue a los fisiócratas es su idea del papel de la ley natural en la formulación de la política. Sostenían que las leyes naturales gobernaban el funcionamiento de la economía y que, aunque estas leyes eran independientes de la voluntad humana, los hombres podían descubrirlas objetivamente, como podían descubrir las leyes de las ciencias naturales”, aporte relevante para el pensamiento económico y las ciencias sociales. Podemos catalogar la metodología de Smith como literaria, es una mezcla de teoría deductiva con descripción histórica, empleó un claro método empírico al narrar y explicar lo que sucedía dentro de la producción.
El principal interés de Smith era sobre la forma en la que las cuestiones políticas afectaban el crecimiento y desarrollo económico, enfocándose en las medidas que promueven la riqueza de una nación frente al tema de la escasez. Fue fiel partidario del laissez faire, política con la cual, según Smith, se lograría una tasa máxima de crecimiento de la renta per cápita de la economía. Dentro de la producción, “la división del trabajo ocasiona un incremento proporcional en la capacidad productiva del trabajo”, división que solo puede permitirse con la extensión del mercado y por la característica permutaría del ser humano. Con la división del trabajo se eliminan los tiempos muertos entre actividades, provoca un incremento en las mercancías y al otorgar tareas concretas y sencillas al trabajador se le permite una especialización en su actividad a la vez que desarrolla mejoras en sus herramientas promoviendo la eficacia en su labor. Dentro de esta división podemos destacar tres clases: el terrateniente, que es aquel que se beneficia por la renta de sus tierras y es considerado un parásito; el capitalista que es el que posee el capital y se beneficia por las ganancias y el trabajador cuya manifestación de su trabajo es el salario que recibe.
Usando palabras del propio Smith: la fuente de toda riqueza es el trabajo de una nación. Con esto Smith se refería al trabajo productivo, aquel realizado por obreros, comerciantes y capitalistas industriales, más no el trabajo improductivo realizado por sacerdotes, soberanos, militares, etc. Smith también reservó el trabajo “improductivo” para los sirvientes domésticos, que realizaban sus servicios para su dueño, quien les pagaba con su dinero; “una transacción que debía ser calificada de consumo y no de producción, debido a que estos servicios no eran seguidos ni complementados por ninguna otra venta destinada a obtener beneficio”. La forma de establecer el precio de un producto será un tema que no queda muy claro debido a los diferentes criterios que se puede adoptar. Según Smith “el trabajo es la medida real del valor de cambio de todas las mercancías” (Smith 64), el valor dependerá de la fatiga y esfuerzo del trabajador, postulado complicado a la hora de calcularlo de manera que todos los actores queden satisfechos además de que al hablar de un mercado capitalista, es muy complicado determinar la ley de valor-trabajo. Esto refiriéndonos exclusivamente al valor de cambio, más no el valor de uso que está relacionado a la satisfacción y no determina el valor de cambio. Maurice Dobb expone la teoría de Smith como una “teoría de la suma”, una adición de los componentes que hacen posible la elaboración de un producto, descrita a veces como teoría del costo de producción.
Podemos concluir que Smith colaboró de manera notable en la vida económica de las sociedades, sus aportaciones siguen siendo vigentes y son de gran ayuda para los económicos presentes. Sus ideas plantean a la economía como un bien que debe ser estudiado y analizado para una mejor comprensión. Smith quiere dar a entender que una buena economía da como resultado el bien común de la sociedad. Decía Adam Smith: ‘No es de la benevolencia del carnicero, cervecero o panadero de donde obtendremos nuestra cena, sino de su preocupación por sus propios intereses’. Es ‘la mano invisible del mercado’, que hace que toda la sociedad se beneficie del hecho de que los individuos busquen su propio beneficio particular. Para terminar la obra “La riqueza de las naciones” expresa la libertad económica, intenta dar a entender que el equilibrio entre la producción y la demanda se logra por medio de los mecanismos, aludiendo una economía desvinculada con el estado, salvo para defender a la sociedad contra violencia de otras sociedades.
