La Evolución Del Psicoanálisis de Freud Y Su Historia
La práctica del psicoanálisis, fundada por Sigmund Freud, causó un gran revuelo en el momento de su aparición. Desde entonces, el psicoanálisis ha ejercido una gran influencia en nuestra cultura y en muchas otras escuelas de psicología.
El concepto de psicoanálisis puede referirse: al método de investigación de los procesos psíquicos, basado principalmente en las asociaciones libres del sujeto (el paciente se tumba en un diván y habla sobre todo aquello que siente o le viene a la mente); al método psicoterapéutico de las neurosis, que se caracteriza por la interpretación controlada de la resistencia y finalmente puede referirse a una serie de teorías psicológicas donde se incluyen las aportaciones de los métodos de investigación y terapia.
Esta pluralidad del psicoanálisis ha implicado la necesidad de establecer relaciones interdisciplinares con otras ciencias y ramas del conocimiento humano, aunque según algunos autores todavía no se ha dedicado la profundidad necesaria a estudiar estos vínculos
Hemos comentado que el psicoanálisis es una de las teorías más influyentes de nuestra época. Supuso un cambio radical en la concepción de la subjetividad y de la enfermedad, así como una ruptura con la concepción cartesiana de la racionalidad, ya que fue la primera teoría que estableció el inconsciente como estructurante del sujeto humano.
Con el paso del tiempo, el psicoanálisis derivó en distintas teorías alternativas. Muchos autores que partían del psicoanálisis de Freud no estaban de acuerdo con algunos de sus conceptos clave. De los primeros en discrepar fueron sus contemporáneos Carl Gustav Jung, que no coincidía en el origen y destino sexual de la libido y tampoco estaba de acuerdo con la interpretación de los sueños ni con el concepto de inconsciente; y Alfred Adler, quien creó una teoría paralela para explicar las neurosis a partir del llamado “concepto de inferioridad”. Hubo otros autores disidentes, como Otto Rank, Karen Horney y la propia hija de Freud, Anna, quien es considerada fundadora de la “psicología del yo” junto a Heinz Hartmann. Por otra parte, también hubo distintas escuelas que siguieron y ampliaron el pensamiento de Freud. Entre sus discípulos, se cuentan Ludwig Binswanger, Wilhelm Reich, la escuela inglesa de Melanie Klein, que desarrolló conceptos como la envidia primaria o el complejo de Edipo temprano; y Jacques Lacan
Hoy día el psicoanálisis, como en los tiempos de Freud, creo que vuelve a ser revolucionario y que nada a contracorriente. El psicoanálisis no niega, nunca lo ha hecho, la importancia de lo biológico. Tampoco propone prescindir de los psicofármacos, lo cual sería una irresponsabilidad y una crueldad. Pero sí se opone, a que todo tipo de malestar haya de ser tratado con medicinas y sin diálogo; a que los vaivenes de la vida no sean tenidos en cuenta cuando se consideran los problemas que de la misma se derivan; a que se rotule como trastornados a aquellas personas que, por motivos diversos, estén sufriendo psicológicamente; a que se nos des responsabilice de nuestros propios actos; a que no se cuestione a la sociedad en la que vivimos en cuanto a su papel en el sufrimiento mental de mucha gente; a que se medicalicen los ciclos de la vida, como la niñez o la menopausia; en definitiva, a que, si una persona necesita hablar de amor, se le responda con serotonina.
