Paradigmas del Liderazgo Desde las Perspectivas del Poder
“Liderazgo significa que un grupo, grande o pequeño, está dispuesto a confiar la autoridad a una persona que ha demostrado capacidad, sabiduría y competencia.”
– Walt Disney
Una de los estimulantes que genera gran influencia sobre un grupo de personas que permite incentivarlas a ser parte activa de un proyecto, una meta o un propósito es el liderazgo. Cualidad que se ha confundido con conceptos como imposición y poder. Sobre estos conceptos se desarrollan ideas diferentes, son conceptos totalmente diferentes. Desde la perspectiva del poder; quien usa este en pro de conseguir un fin particular y egoísta genera así un individuo que se dedica a impartir ordenes atribuidas a su rango y status consagrado en la pirámide de jerarquía, quien no confía en las capacidades de los demás, y no es capaz de generar trabajos en equipo. En cambio, cuando se busca definir el liderazgo, se le atribuyen cualidades que se enmarcan guiadas al trabajo en equipo, a la colaboración mutua, donde se vislumbran las cualidades y atribuciones de una persona, y como ésta puede aportar al desarrollo de los trabajos guiados a conseguir metas colectivas, incentivando a las personas a innovar, crear en pro del trabajo designado. Las atribuciones que tiene un líder radican en valores, pensamientos, ideas y desarrollo colectivo.
Así, el autor en su obra muestra la trasformación de un pensamiento; de entender como la diferencia entre liderazgo y poder crean cambios en el desarrollo personal, empresarial, laboral, interpersonal y otros aspectos de la vida.
Liderazgo, desde la perspectiva del poder y la autoridad
Teniendo en cuenta ello, se muestran los puntos cruciales que marca La Paradoja en relación al liderazgo. Por ello la línea que marca el autor, rotula la pauta al dar una definición precisa sobre el liderazgo, para en sus primeros capítulos define el liderazgo como “el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común”. Al definir esta virtud como un arte, se entiende que es una destreza aprendida o adquirida, que se desarrolla con el tiempo y con la práctica, la cual todo individuo puede lograr si se lo propone con las habilidades y comportamientos adecuados.
Después de conceptualizar el liderazgo y plantear los aspectos básicos que lo caracterizan, el autor entra a analizar el poder y la autoridad. Puesto que la mayoría confunden su significado y su posible relación. Según la RAE (2019) el poder es el dominio, el imperio, la facultad y jurisdicción que tiene alguien que por su cargo, su status social o su jerarquía, funciones para mandar o ejecutar algo a cargo de alguien, para que aunque no quiera hacerlo, lo haga, debido a la coacción que se impone contra él. A comparación de la autoridad, la cual se define según como “El arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal”.
Con ello se entiende que aunque se puede liderar con poder, que es un medio por el cual la coacción y la represión generan un grado de obediencia para que la gente actué según las ordenes impuestas; esto puede servir al corto plazo, pero como lo menciona Hunter (1998), el poder no se elige acatarlo libremente, ya que hay una constante amenaza y represión, al largo plazo el poder deteriora las relaciones, y el liderazgo no se puede ejercer con relaciones deterioradas. En cambio la autoridad se gana, y conjunto a ello se crea con las relaciones, y se liga a un crecimiento reciproco, una ayuda mutua en las metas propuestas por un líder, que; ejerciendo autoridad en un grupo, creara lazos que se ligan a la confianza, la ayuda recíproca y espacio de crecimiento.
Los nuevos paradigmas del liderazgo
Uno de los puntos eje del autor frente al liderazgo es la visión constructiva de los paradigmas que denotan un cambio a las estructuras de las organizaciones conservadoras, que manifiestan unos lineamientos jerárquicos de mando, donde una pirámide marca en la cúspide al “jefe” quien da las ordenes, y bajo él, se encuentran sus empleados, o sus grupos de trabajo categorizado por sus funciones y tareas a desarrollar, con ese enfoque se ven a los de abajo como quienes sirven a los de arriba, los planteamientos que se generan con los nuevos paradigmas se enfocan principalmente a hacer un cambio de 180° de esa pirámide, entender que estos últimos, que son los clientes la base funcional de una organización, y son a quienes se les otorga un servicio, desde el entendido que ejercer liderazgo es ejercer servicio. Ello lleva al entendido que, el enfoque de un líder debe dirigirse a organizar y apoyar en el trabajo que están desarrollando en su equipo de trabajo en pro de prestar un servicio para los clientes, quienes en si son el eje del servicio que se debe prestar.
Modelos de liderazgo
Básicamente (Hunter, 1998) plantea la relación entre servicio y autoridad, autoridad desde la perspectiva diciente de influir sobre alguien sin hacer uso del poder, ya que el poder desgasta las relaciones, y lo que en verdad busca un líder es generar y entablar esas relaciones de confianza con su equipo de trabajo. Y el servicio, que es una de las variables con las cuales se crea autoridad. Estos elementos son solo unos de los elementos que se requieren para la creación e implementación de modelos de liderazgo. Aunque el autor propone herramientas base para ir construyendo y puliendo esta arte, se debe entender que la construcción de un liderazgo eficiente y acorde a las necesidades del servicio puede llegar a fracasar en el camino, así lo enmarca.
Un líder, luego de aplicar todo lo que sabe a fines de lograr influenciar a los demás, también puede fracasar en algún momento. A algunas personas, ya sea por sus propias intenciones, o por diferencias irreparables, puede que jamás podamos influenciarlas o lograr que hagan en pos del bien mayor.
Con ello, se entiende que no es fácil ser un buen líder, que la construcción de un perfil así es de tiempo, dedicación y donde debe ir intrínseco el ánimo de cambiar; el perfil de liderazgo no tiene un modelo único para seguir, se crea bajo parámetros del buen convivir y se va puliendo a partir de los errores.
Igualmente el liderazgo se denota en el momento de identificar quien sirve, quien aporta y quien no al equipo de trabajo al entender que no todos los miembros de un equipo por eficientes y aportan el mismo compromiso, ahí es donde un líder debe saber identificar dichas falencias y corregirlas.
Las propuestas visionarias de los buenos líderes hacen que las personas sigan sus ideales, ya que las masas no siguen una visión, una propuesta; sino un buen líder, quien proponga con pasión cumplir unos ideales que se propone.
Conclusiones
El liderazgo es la función que va a interrelacionar a las personas que pertenecen a una organización, con una persona que entre las facultades, guía, dirige con autoridad un proyecto, entendiendo que es un trabajo articulado entre varias personas, con muchas ideas y objetivos grupales, el cual tiene un interés colectivo. En el desarrollo del presente trabajo entendimos que un líder tiene como función ordenar estos esfuerzos y motivar a los miembros del grupo de trabajo, e incentivar el compromiso de los integrantes para poder obtener juntos el mejor resultado posible.
Igualmente se concluyó que el liderazgo puede ser ejercido con ánimos de poderío, incentivando en el equipo por medio de la coacción y la represión hacia el cumplimiento de unas metas. Se vislumbra que dichos medios son eficaces a corto plazo, ya que a lo largo del tiempo se genera un deterioro de las relaciones interpersonales, haciendo un grupo de trabajo ineficiente y poco productivo.
Por ello la mejor forma de liderar a un equipo es por medio de la autoridad, la cual se debe ejercer con ánimo de servicio, servicio para con los miembros del grupo de trabajo y los clientes, quienes son considerados en la ecuación como la base del negocio, el servicio hacia ellos debe girar en torno a prestar una debida atención, darle la importancia al cliente que se merece, colocarlo como eje de trabajo, pero la visión a la cual el líder debe dirigir es no solo a brindarle un servicio a los clientes, sino conjunto a ello a los miembros del grupo, que todos se sirvan entre sí, entendiendo que las metas no van a traer beneficios para una sola persona, sino que la retribución será para todos. Ahí es donde el líder debe motivar e incentivar en pro de un trabajo eficiente.
Los líderes pueden ser determinados por el grupo, lo pueden elegir, o también pueden ver quien cumple con las características propias de un líder para desempeñar dicha tarea las cuales sobresalen por la forma en la cual se dirige al grupo de trabajo.