La Importancia De La Expresión Corporal En Las Actuaciones
Un actor debe aprender a hacer uso de su propio cuerpo. El detalle, la concentración y la precisión deben proporcionar la base de su trabajo […] El cuerpo con total capacidad de respuesta está ahí para expresar con precisión las intenciones del actor. Es importante que nunca se vea el trabajo de movimiento como una actividad de clase o como entidad en sí misma.
En relación a la postura de Dennis Ferrari afirma que un actor prepara su cuerpo para transformarse en muchas formas o diseños corporales, dependiendo del personaje al que va a interpretar. Por eso considero fundamental que el actor/actriz sea capaz de activar sus propios mecanismos subjetivos, su imaginación y creatividad para idearse una gramática corporal, auténtica, sin necesidad de utilizar un estereotipo o llegar al peor de los casos, lo mecánico.
Así mismo la educación corporal brindada para el actor, no debe ser, necesariamente, un entrenamiento al 100% deportivo o dancística. Es decir, se debe aprovechar estos recursos, mas no se le considera como algo imprescindible.
Cabe indicar que para un trabajo corporal-expresivo debe aportar una dramática, desarrollar un vocabulario, mas no un código cerrado, como es el de la danza. Sin duda alguna la expresión corporal requiere que el cuerpo sea visto como instrumento que expresa un lenguaje propio, que tiene como fin la búsqueda de un lenguaje individual, a través del control y dominio del cuerpo.
Es evidente que la forma hace al contenido, por ello es importante que nazca desde uno mismo, tiene que ser original, único, que provenga desde la búsqueda interior y no de la forma previa, sin autoridad. Asimismo, un actor prepara su cuerpo para transformarse en muchas formas o diseños corporales, dependiendo del personaje al que va a interpretar. Por eso considero fundamental que el actor/actriz sea capaz de activar sus propios mecanismos subjetivos, su imaginación y creatividad para idearse una gramática corporal, auténtica, sin necesidad de utilizar un estereotipo o llegar al peor de los casos, lo mecánico.
Al revisar los libros de autores teatrales contemporáneos, como Stanivsasky y Grotowsky. Me di cuenta que ambos han sabido visualizar, de manera objetiva, el valor de la formación dedicada al trabajo corporal del actor. Basados en la extracción de ejercicios físicos, procedente de danzas, acrobacias, gimnasia, etc. Únicamente esta práctica les ayudará para su mejoramiento físico gestual del actor. Así mismo manifiesta que uno mismo debe ser creador de su personaje, siendo conscientes de sus recursos corporales, ya que el cuerpo entero participa en cada uno de sus movimientos. Pero si hay esa falta de flexibilidad, potencia o resistencia física, será difícil poder transformarse en muchas figuras o formas que se requiere para interpretar un personaje u objeto, por ello se necesita estar en constante entrenamiento de los signos, perfeccionando la agilidad del cuerpo y así poder reproducir aquellos signos sin dificultad alguna.
Claro está, que para perfeccionar dicha agilidad se busca eliminar los bloqueos físicos del actor, por ello varios autores teatrales nos proporcionaron una serie de ejercicios para ser puestos en práctica; no obstante, no basta con ser flexible, tener resistencia y fuerza. Si bien, el ejercicio nos prepara para el control del cuerpo, pero no nos entrena para ‘CREAR”. Por otro lado, el entrenamiento se puede implementar como un recurso o autodisciplina para la mejora de la capacidad corporal y poder así, llegar a la intensidad o velocidad suficiente, que el desafío creativo lo requiere.
Por lo tanto, lo que cuenta, no es el ejercicio sino la justificación del uso de aquel ejercicio. Es decir, cada ejercicio o técnica tiene q estar orientado al aprendizaje, con el propósito de mejorar la calidad del gesto y el proceso creador. De nada sirven las enseñanzas, que nos brindan los autores y profesores teatrales, si no lo pones en práctica.