La Lengua Española Como Asignatura Académica
La Lengua Española es una asignatura académica cuyo objetivo es enseñar a los estudiantes a comunicarse correctamente, de manera oral y escrita, en el idioma español. Para dicho fin imparte, de forma conjunta, los campos de lectura, ortografía y gramática, logrando así crear una competencia comunicativa adecuada.
El español es el objeto de estudio de la Lengua Española, pero ¿qué se sabe de la historia de este idioma? Para responder a esta pregunta convendría primero entrar un poco en contexto con dicha lengua.
El español es el cuarto idioma más hablado en el mundo. Se deriva del latín, por lo que se dice que es proveniente de siglos de evolución de dicho lenguaje (aproximadamente desde el siglo III), al igual que muchas de las otras lenguas romances. Emplea el alfabeto latino, el cual consta de 27 letras, y posee una gramática un tanto más compleja que otros idiomas, como el inglés.
En cuanto a su historia, este idioma encontró su origen en la zona central de la Hispania (nombre con el que los romanos designaron a la península ibérica), derivándose exactamente del latín vulgar, ya que, luego de la caída del Imperio romano, los hablantes del latín culto fueron disminuyendo progresivamente, hasta desaparecer esta variante. Por lo tanto, el latín no culto fue la base para las lenguas romances hispánicas, incluyendo al español.
Más tarde, en el siglo VIII, la invasión musulmana de la península ibérica provocó que esta se dividiera en dos áreas: al-Ándalus, donde se hablaba mozárabe y las lenguas de los invasores; y la zona en la que surgieron los reinos cristianos, en la que se hablaban ciertas variantes romances, como la catalana y la castellana.
A fines del siglo XI se produjo una nivelación lingüística de los dialectos presentes en la península ibérica. Es decir, estas variantes empezaron a aproximarse entre sí, llegando de este modo a eliminar algunas diferencias y parecerse más. De esta forma apareció una lengua común: el español. Hay quienes dicen que el mozárabe de Toledo tuvo cierta influencia en su creación, mientras que otros expertos en filología (campo que estudia los escritos) sostienen que el castellano fue el dialecto que más influyó en su origen.
Durante el reinado de Alfonso X de Castilla ocurrió un suceso muy importante que le dio relevancia al español. Acontece que el castellano (dialecto que influyó en la creación del español) era considerado un lenguaje prosaico e inculto que se usaba en los cantares de Gesta, por lo que el idioma usado por las personas cultas y la Europa cristiana era el latín. Debido a esto hubo un gran asombro cuando el rey mencionado anteriormente decidió que una gran parte de las obras de alta clase fuesen realizadas en castellano. Dicho suceso permitió que el español fuese reconocido y que se considerase a la misma altura que el latín.
El español tuvo su extensión durante el último período de la Edad Media, debido a la expansión de los reinos cristianos presentes en la península. Otros sucesos hicieron un gran aporte a dicha extensión, como fueron la inclusión de una dinastía castellana a la Corona de Aragón, y la unión peninsular con los Reyes Católicos. Todos estos detalles ayudaron a la nivelación lingüística de los dialectos en distintos reinos.
Ya para el siglo XV la lengua española se encontraba presente en gran parte de la península ibérica. En 1472 apareció el primer libro en español y más tarde, en 1492, se publicó en Salamanca (una ciudad de España) la primera obra que se dedicaba al estudio del español y sus reglas. Dicho escrito se llamaba Grammatica, y fue redactado por Antonio de Nebrija.
A mediados del siglo XVI, aproximadamente el 80 % de las personas de España hablaban español. En este tiempo inició el reajuste consonántico, en el que se hizo un recorte de las consonantes sibilantes1 que sirvió para la consolidación del español moderno.
La expansión de la lengua española continuó con la colonización de América en el siglo XVI, extendiéndose por todo el continente americano. De este modo amplió su vocabulario tomando préstamos lingüísticos de idiomas nativos, como el aimara y el náhuatl.
El español tuvo un gran auge en los siglos XVII y XVIII, en los que empezaron las redacciones periodísticas (públicas y privadas) en este idioma. La primera de ellas fue “Gazeta Nueva”, publicada en Madrid en 1661 por Julián Paredes. Más adelante se hicieron otras publicaciones en distintos lugares de España, como Salamanca, Sevilla, Granada, León y Zaragoza.
Cabe destacar que el idioma español tenía (y aún tiene) un gran número de variaciones de acuerdo al país de origen del hablante. Estas variaciones consisten en distintas pronunciaciones y vocabularios, y no ocurren tan solo en la lengua española. Otro punto a resaltar es el hecho de que, durante su expansión por el mundo, debido a la interacción con lenguajes nativos, adoptó ciertas palabras un poco alejadas de su origen latino.
En conclusión, el español es un idioma universal que nació en la península ibérica como un derivado del latín vulgar. Muchos dialectos le sirvieron como vertientes para consolidar la estructura que posee hoy en día, como fueron el mozárabe, castellano y lengua catalana. En un principio no era muy aceptado por ser considerado un lenguaje muy prosaico, pero luego de que miembros de distintas monarquías le dieran el visto bueno, comenzó a extenderse mundialmente, iniciando por América durante la colonización de este