La Presencia De La Música En El Desarrollo Del Lenguaje Infantil

Las primeras palabras propiamente dichas son pronunciadas por primera vez entre los 10 y 12 meses de edad. Sin embargo, puede extenderse más tiempo sin la necesidad de convertirse en patológico. Me desarrollo como auxiliar de educación en el nivel inicial de la institución educativa privada Villa María del distrito de Villa María del triunfo, mi labor consiste en acompañar durante 6 horas diarias a niños de 4 años. Han pasado 7 meses y no hay día en que no los observe porque me ayuda a comprender muchos aspectos que demanda la carrera de psicología. Es por ello, que la oportunidad de realizar este presente trabajo me impulsa a analizar más a fondo un caso singular que llamó mi atención. Son 15 niños y cada uno es diferente a la hora de comunicarse. Jokébet es una niña a quien se le ha inculcado los principios de los Testigos de Jehová, no participa de cumpleaños, fiestas y concursos, sus padres están divorciados y su tío es quien se encarga de los asuntos escolares. Ella tiene una manera peculiar para pedir las cosas, por lo general hace sonidos, muecas y señala el objeto. Cuando se le pide que verbalice, no lo hace; sin embargo, cuando la radio se enciende y empieza a sonar canciones infantiles o religiosas ella pronuncia la letra perfectamente. Desde mi perspectiva, la música influye con gran magnitud en el desarrollo del lenguaje infantil. A continuación sustentaré con 3 argumentos esta afirmación.

Es importante recordar que el lenguaje es la facultad del ser humano para interactuar con el mundo que lo rodea. Este lenguaje se adquiere en los primeros meses de vida. Según Vygotsky, las primeras palabras que expresa el infante son determinantes y con el tiempo se afinan y se diversifican. Además, en ese mismo periodo surge el lenguaje interior. Piaget denomina este lenguaje como lenguaje egocéntrico porque observa que la comunicación que realiza el niño es para sí mismo. Esto es frecuente en la etapa sensorio-motriz que se da de 0 a 2 años de edad. Para Piaget es sustancioso que el niño culmine satisfactoriamente cada etapa con el fin de lograr un mejor desarrollo psíquico-afectivo. Sin embargo, todos los niños no se desarrollan de la misma manera, ni con el mismo tiempo, ni con los mismos estímulos. La musicalidad es considerada un estímulo para la aprehensión del lenguaje porque proporciona un ambiente armonioso y un estado afectivo placentero que garantiza el aprendizaje de nuevas palabras. Sterling Honig se refiere a la música como el método de capacitación que tiene el niño para la toma del lenguaje. Por otro lado, el músico y compositor Fred Lerdahl, menciona el término “musiclanguaje” para referirse al origen compartido que presentan el lenguaje y la música dado que la convivencia entre ellas se origina incluso antes de nacer y se relacionan a medida que ocurre el desarrollo lingüístico en el ser humano.

Los bebés son musicales porque responden a estímulos rítmicos de su entorno como sonidos, pausas o melodías, son capaces de reconocer la voz de sus progenitores sin la necesidad de verlos. Este vínculo procede del vientre materno, el bebé ha aprendido a relacionarse con su entorno por medio de sonidos, en un aproximado de 9 meses. Dahlia Zaidel en su libro The Neuropsychology of Ar confirma la postura de la existencia del vínculo entre ambas categorías porque entiende que el ser humano se expresa y comunica sus ideas y pensamientos a través de la música. Ella considera que el lenguaje y la música comparten una misma base cognitiva porque ambas son combinatorias; es decir, se puede crear infinitas combinaciones a partir de unos elementos. 

17 August 2021
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