La Productividad Y Economía En América Latina
Introducción
América Latina tras más de una década de inserción en la economía mundial, no ha podido superar sus problemas de dependencia exportadora así como geográfica, es por ello que los países latinoamericanos respecto a otras regiones del mundo se han convertido en países caros, pues es indiscutible que no se puede competir con regiones cuyo desarrollo económico es capitalista. A saber, la economía latinoamericana presenta excesiva fragilidad ante socios y agentes externos, estos factores no permiten avanzar en la producción e industrialización. Uno de los caminos hacia un nuevo rumbo financiero es a través de una integración económica.
Desarrollo
Pues es una estrategia comercial que hace a una región mucho más fuerte y poderosa, además de incrementar su productividad industrial. La integración económica no solo ayuda a comprender los beneficios de una unión regional, sino que además permite obtener una visión más clara de los distintos problemas a los que se enfrentan los países latinoamericanos. Actualmente, el panorama económico de la región es más prometedor que hace unos años. El aumento de la industrialización de América Latina, si se hace con acierto, desarrollará un mayor progreso asociado a la introducción de nuevas tecnologías, elevará el nivel de vida de los ciudadanos.
Mejorará la tasa de empleos y ofrecerá la posibilidad de aumentar el ingreso financiero de cada región. En sentido tal, las naciones en vía de acrecentamiento que forman parte del sistema de integración y busquen un beneficio recíproco, deben pluralizar las inversiones entre los agentes económicos a través de tratados de libre circulación de bienes y servicios, es decir, expandir las cadenas de valor por medio de la eliminación progresiva de barreras y fronteras comerciales para promover un área de libre comercio. Por ende, cada país latinoamericano debe conocer e identifique sus restricciones.
Pues así podrán establecer modalidades y condiciones en su productividad generando un mejor crecimiento económico, como por ejemplo, desarrollando áreas de innovación, estimulación economía de mercado, implementación de infraestructura o entre otros factores, para evitar a paso futuro reproducir relaciones de dependencia que no permiten incrementar una estabilidad económica. La integración económica de América Latina juega un papel importante sobre las expectativas económicas durante los próximos años, cada país miembro deberá cumplir una receta para lograr un estado de primer mundo según señala el Dr. César Peñaranda Castañeda en su libro “Agenda económica para el cambio”.
Cada región debe satisfacer las tres E, es decir, ser eficiente para optimizar el uso de recursos, ser eficaz para que cumpla sus objetivos y metas, y ser equitativo para evitar sesgos y favorecer a los más necesitados. Es importante reconocer que un alto crecimiento económico es consecuencia de una integración a corto, mediano y largo plazo, para ello se deben respetar los fundamentos macroeconómicos, es decir que la producción se descentralice. En suma todos estos factores producirán un resultado gradual en el desarrollo, crecimiento y competitividad de los países latinoamericanos.
Conclusión
En conclusión, la integración económica nace como un instrumento para lograr quebrantar las relaciones de dependencia de las regiones latinoamericanas, cuyo proceso múltiple requiere la participación de cada parte, ya que como en todo reto existen numerosas dificultades que no permiten avanzar eficientemente con su objetivo principal, el cual es beneficiarse mutuamente. Así pues las regiones en cara a una integración económica que pongan en marcha los mecanismos eficientes y necesarios buscaran intensificar sus relaciones financieras, crear líneas de comercio, y apostarían por un crecimiento tecnológico, productivo e industrial, además de fortalecer vínculos y armonizar reglas en los países de la región Latinoamérica.