La Reducción, y la Prevención de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos

Introducción

El hambre en el mundo está aumentando; sin embargo, aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial, se pierden o se desperdician. Todos tenemos un papel que desempeñar en la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos; no solo por la comida, sino por los recursos que hacen falta para producirlos.

Se estima que las causas de las pérdidas y el desperdicio de alimentos provienen principalmente del comportamiento del consumidor y de falta de gestión entre los distintos actores de la cadena de suministro. Sin embargo, la prioridad para los consumidores vulnerables (hogares con escasos ingresos y en situación de inseguridad alimentaria) es el acceso a productos alimentarios. Asimismo, la inseguridad alimentaria es más una cuestión de acceso (poder adquisitivo y precio de alimentos) que de suministro.

La Ley que promueve la reducción y prevención de pérdidas y desperdicios de alimentos, Ley N.º 30988, tiene por objeto promover el diseño, la implementación de políticas públicas, estrategias y acciones específicas que impacten en la eficiencia de la cadena alimentaria. También, la implementación de acciones para reducir, prevenir las pérdidas y desperdicios de alimentos.

Para disminuir el hambre en el mundo es necesario reducir el desperdicio de alimentos. Perú teniendo una gran producción agrícola aún presenta niveles de desaprovechamiento de recursos. Además, a un gran sector de la población con niveles de pobreza no les permite abastecerse de los nutrientes mínimos. Reducir el desperdicio de alimentos debe ser prioridad de todos los Estados y de todas las personas para enmendar parte del impacto negativo al medio ambiente y permitir que esos recursos sean aprovechados y se reduzca el número de personas con hambre.

EL objetivo es determinar las causas principales por las cuales las personas desperdician alimentos. Es importante establecer el lugar, horario, tipo de comida y la estrategia para disminuir el desperdicio. Por otro lado, las personas no reconocen el impacto ambiental negativo que se ocasiona al desperdiciar alimentos.

Desarrollo

La pérdida de alimentos es la disminución de la masa disponible de alimentos para el consumo humano, a lo largo de la cadena de suministros, pero principalmente en las fases de producción, postcosecha, almacenamiento y transporte. El desperdicio de alimentos es la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los proveedores en la cadena alimentaria, excluyendo a los minoristas, proveedores de servicios de alimentos y consumidores.

Los alimentos se desperdician de distintas maneras:

  • Los productos frescos que se desvían de lo que se considera óptimo, por ejemplo, en términos de forma, tamaño y color, a menudo se eliminan de la cadena de suministro durante las operaciones de clasificación. 
  • Los minoristas y los consumidores suelen descartar los alimentos que están cerca de la fecha de consumo preferente. 
  • Grandes cantidades de alimentos comestibles sanos, a menudo no se usan o sobran y se descartan de las cocinas domésticas y establecimiento de comidas.

Se debe realizar acciones más concretas, con programas y proyectos en marcha, sin descuidar la parte regulatoria para prevenir, reducir pérdidas y desperdicio de alimentos. Es un aspecto estratégico para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional, con los compromisos asumidos por el país en el marco de la lucha contra el hambre. Una menor pérdida y desperdicio de alimentos conduciría a un uso más adecuado de la tierra y una mejor gestión de los recursos hídricos, lo que tendría un efecto positivo en los medios de vida y en la lucha contra el cambio climático.

Debemos asumir que todos somos responsables de las pérdidas y desperdicios. Esto incluye a todos los actores de las cadenas productivas, los consumidores como una gran categoría y, por supuesto, el gobierno en lo que tiene que ver con la planificación y la entrega de información oportuna a los productores. Debemos abordar la problemática de forma diferenciada. Esto según el eslabón de la cadena productiva, donde las pérdidas o desperdicios concurren.

Si el desperdicio se genera en la etapa de distribución o consumo, lo ideal es ofertar a menor precio lo perecible; e incluso lo que tiene calidades no estéticas. Además, debemos donar lo que se pueda o planificar mejor las compras, según sea el caso. La tarea de reducción de pérdidas y desperdicios es de todos. Todos podemos contribuir a disminuir a la mitad el desperdicio de alimentos en la venta al por menor y en consumidores, y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción donde participa la agricultura familiar. Es necesario adoptar las siguientes acciones estratégicas:

Promover y fortalecer actividades de capacitación y fomento de las buenas prácticas en el manejo de los alimentos, en todas las etapas de la cadena alimentaria.

Promover la implementación de programas y proyectos en torno a la reducción, prevención de pérdidas y desperdicio de alimentos a nivel nacional, regional y local.

Realizar el análisis y evaluación de los proyectos destinados a la reducción y prevención de la pérdida y desperdicio de alimentos.

Promover la participación del sector privado y de la población en general en las medidas destinadas a lograr el objeto planteado en la presente ley.

Fomentar la capacidad científica, tecnológica y la formación de investigadores especializados en reducción, prevención de pérdidas y desperdicios de alimentos.

Conclusión

La reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos supone distintos beneficios: alivia la presión sobre el clima, agua y tierra; tiene repercusiones económicas positivas para los agricultores, las empresas y los hogares. Efectivamente, más personas podrían alimentarse con lo que se produce actualmente. Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos es un reto que requiere acción nacional, regional y local.

El desarrollo y la agricultura sostenibles, así como la seguridad alimentaria son prioridades en la política de desarrollo; sin embargo, las pérdidas y el desperdicio de alimentos afectan diversos ámbitos por lo que es necesario dar una respuesta política coordinada para abordarlo. En realidad, es urgente el estudio en profundidad sobre el problema del desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de suministro y de consumo.

 También es necesario una acción conjunta mediante inversiones en el ámbito de la investigación, ciencia, tecnología, enseñanza, el asesoramiento y la innovación en agricultura a fin de reducir el desperdicio de alimentos y educar a los consumidores para que adopten comportamientos más responsables y conscientes para prevenir el desperdicio de alimentos. No será posible erradicar totalmente el desperdicio de alimentos; sin embargo, es urgente disminuir a su mínima expresión dicho desperdicio.

Bibliografía

  • Ley que promueve la reducción y prevención de pérdidas y desperdicios de alimentos, Ley N.º 30988 (23 de julio de 2019). Diario Oficial “El Peruano”. Lima: Congreso de la República.
  • FAO. (2011) “Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura”.
  • FAO. (2011) “Pérdida y desperdicio de alimentos”.
  • Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. (2013) “Más alimento, menos desperdicio”. 
16 July 2021
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