La Rima De La Historia M.Macmillan
Como bien constata Macmillan, uno de los grandes misterios de la gran guerra es y serán los motivos, y acontecimientos que la hicieron estallar, es decir, si hubo un solo culpable, o un acontecimiento en concreto que desencadenó en este conflicto, o fueron varios. ¿Fueron las ansias expansionistas de la Alemania de Guillermo II? ¿Fue el asesinato del archiduque la verdadera gota que colmó el vaso? O solo una excusa para validar los ataques de Austria-Hungría a Serbia e intentar poner fin al problema eslavo de los Balcanes. O simplemente fue un inevitable conflicto que llevaba fraguándose desde tiempo atrás y que nadie supo ver las señales de ello hasta que fue demasiado tarde, siendo entonces todos los actores implicados responsables de ello. La Francia dolida tras el aislamiento por parte del concierto europeo, Gran Bretaña y su voluntaria inactividad en la política europea, Rusia, su afán expansionista y su sentimiento paneslavista, también fueron culpables de uno de los conflictos mas letales de a historia de la humanidad. Es demasiado inocente e incluso peligroso pensar que solo una de las grandes potencias europeas fue la responsable.
Si echamos un vistazo atrás, la destitución, forzosamente voluntaria, de Otto Von Bismarck supuso un cambio drástico en las políticas exteriores de Alemania, lo que antes fue la búsqueda de la paz, la cooperación y la comprensión de que un imperio hegemónico en Europa solo causaría miedo y tensión entre los imperios, se transformó en un afán expansionista con Guillermo II y la búsqueda de dicha hegemonía para Alemania y sus aliados.
La comprensión del sistema multipolar que tenía Bismarck era muy clara, si unimos a todos los países en la cooperación y la defensa de la paz, sobre todo después de haber salido de las guerras napoleónicas, de ahí el aislamiento que se le hacia a Francia, no existiría la necesidad por parte de ninguno de los países de transformarse en una amenaza para el resto al buscar la hegemonía en Europa .
La ascensión de Guillermo II supone la destitución del Canciller Bismarck, cambiando de manera radical la política exterior prusiana, que garantizaba la paz europea. Con la creación de su nueva política hegemónica, la Weltpolitik, los lideres alemanes amenazan la seguridad de las demás naciones europeas, provocando de manera casi automática la alianza de estas, dando paso a un nuevo sistema multipolar europeo.
Este nuevo sistema político alemán tiene dos consecuencias principales, el alejamiento de Rusia, que no renueva el compromiso de neutralidad y un creciente enfrentamiento con Gran Bretaña provocados por la competencia económica, tanto en Europa como en las colonias extraeuropeas y la expansión de los planes navales germanos, suponiendo un ataque directo a la hegemonía naval inglesa.
La siguiente cuestión que se plantea Macmillan es sobre lo que hoy conocemos como globalización ¿Es realmente un fenómeno moderno? O algo ya conocido por la sociedad europea de los siglos XIX y XX. Su respuesta es clara, ya había antecedentes a la llamada globalización por aquel entonces, y muy similares a lo que conocemos ahora:
“La globalización –que solemos considerar un fenómeno moderno, nacido de la expansión multinacional de inversión y empresa, el crecimiento de Internet y la migración masiva– también caracterizó aquella época, gracias a los muchos cambios que empezaban a producirse en el mundo. Los medios de transporte (el tren, el barco de vapor) y los medios de comunicación (el teléfono, el telégrafo, la radio) permitieron acceder a las regiones más apartadas del planeta. Entonces como ahora, oleadas de inmigrantes se abrían paso hasta tierras extrañas: indios al Caribe y África, japoneses y chinos a América del Norte y millones de europeos al Nuevo Mundo y Oceanía.”
En aquel momento, los constantes cambios que se precedían en la sociedad, los avances tecnológicos y las relaciones comerciales entre países, hacían imposible pensar que una gran guerra convencional favorecería a nadie, y menos en Europa, sentimiento que también encontramos en el sistema actual. Desgraciadamente también encontramos los efectos negativos de dicha globalización, representados en el auge de partidos ultraconservadores como el Tea Party estadounidense o el British National Party, formado sobre todo por ciudadanos que ven como el mundo al que estaba acostumbrados cambia de manera inevitable, junto con la desaparición del empleo y la seguridad. A lo largo de la historia para estos grupos siempre ha sido conveniente buscar un chivo expiatorio, un enemigo común al que poder atacar sin ser juzgados por ello, lo que en el s.XIX y s.XX fue el antisemitismo, en la actualidad lo encontramos con los musulmanes, la razones son distintas, pero el fin es el mismo. Y haciendo un apunte muy acertado, el globalismo tiene una consecuencia bastante paradójica:
“la propugnación de un localismo e innatismo extremos, empujando a las personas a buscar
refugio en el seno de pequeños grupos humanos, acogedores a primera vista aunque ideológicamente monolíticos.”
el siguiente punto a destacar por Macmillan es la influencia que tuvo el carácter y el carisma de los diferentes líderes políticos en el estallido de la gran guerra.
Como todos saben, las relaciones entre los monarcas y lideres de los distintos países en Europa no era ni fue necesariamente buena, aunque gran parte de ellos compartieran sangre, como el Káiser Guillermo II y el rey Eduardo VII, que era su tío, y al que se refería como “el archi-intrigante y metomentodo de Europa” y lo mismo sucedía de vuelta, ya que Eduardo veía a Guillermo como un insolente malcriado, arrogante y creído. Desde luego no ayudó el hecho de que la única potencia marítima capaz de hacer frente a la flota alemana fuese la de el país gobernado por su tío, al que odiaba, incluso se puede decir que este hecho influenciara la creación de dicha flota. Al igual que el sentimiento pan eslavista ruso de un monarca debilitado como era el Zar Nicolás II, propiciara políticas belicistas en cuanto a el control de los Balcanes con la amenaza austro húngara en Serbia, o el ansia revanchista del presidente francés tras casi un siglo de aislamiento causado por Alemania, por eso la conclusión es clara, el carácter de estos variopintos lideres tuvo una influencia directa en el estallido de los conflictos a lo largo de Europa.
Si intentamos hablar de las similitudes entre la antesala de la gran guerra y el sistma actual, hablar solo de la rivalidad germano inglesa es quedarse corto, desgraciadamente, esta rivalidad tiene un claro referente actual, y es la rivalidad entre E.E.U.U y China y sus constantes disputas y crecimiento económico y comercial, que en vez de amainar las sospechas, las han ido aumentando, si tenemos en cuenta el hecho de que China favorece continuamente a países como Corea del Norte , principal enemigo americano, o el constante apoyo a Taiwán por parte americana, no ayuda a la creación de confianza entre ambos. La competencia de ambos en el pacifico recuerda mucho a la competencia vivida años atrás por Inglaterra y Alemania, y la predisposición china a tornar su poderío económico en militar hace pensar en la respuesta americana ante esta provocación.
“Atestiguamos ya una carrera armamentística en ese océano y The Wall Street Journal ha publicado información documentada según la cual el Pentágono estaría preparando planes de guerra contra China, por si acaso.”
también nos encontramos con un desalentador parecido entre los conflictos actuales en oriente próximo y el polvorín de los Balcanes en el s.XX, la historia no tiende a repetirse con exactitud, pero los parecidos son sin duda descorazonadores, la aparición de nuevos nacionalismos tóxicos están amenazando a llevar a grandes potencias como E.E.U.U, Rusia, Turquía o Irán a un conflicto mayor en pro de proteger sus intereses, negocios y clientes en la zona.
“¿Concluirá Rusia que debe apoyar a Siria del mismo modo que antaño decidió apoyar a Serbia, su cliente, o como Alemania se vio compelida a respaldar al Imperio Austrohúngaro? Esperemos que Moscú ejerza un mayor control sobre el gobierno de Damasco que el que ejerció sobre Serbia en 1914.”
Aunque hay que tener en cuenta un factor que antes no existía, el armamento nuclear, que sirvió como elemento disuasorio durante la Guerra Fría, pero ¿volvería a funcionar? Según Macmillan la gran diferencia ahora son los dueños de estas armas, Pakistán, Corea del Norte, posiblemente Irán, es posible que el elemento disuasorio ya no funcione como lo hizo antes y nos encontremos con tensiones parecidas al polvorín de los Balcanes, pero con armas de destrucción masiva, asegurando asi un ultimo conflicto, capaz de arrasar con la humanidad tal y como la conocemos.
“Como en 1914, se están produciendo cambios en la forma de hacer la guerra cuya relevancia apenas estamos empezando a entender’.