Los Daños Que Ocasiona La Demencia
Introducción
La demencia es una condición neurodegenerativa caracterizada por el deterioro de las capacidades cognitivas , la memoria y el funcionamiento diario (p. Ej., Bañarse, comer y vestirse). A medida que la afección avanza a etapas posteriores, reduce cada vez más la capacidad de un individuo para realizar actividades diarias básicas, y es necesaria la atención regular por parte de cuidadores informales (Alzheimer’s Association). La demencia hace referencia al daño severo de las funciones intelectuales. Dicho término deriva etimológicamente del privativo “de” y “mens”, que quiere decir inteligencia.
Desarrollo
Los pacientes con demencia se han clasificado también según su padecimiento por ejemplo, demencia “presenil” o “senil”, “síndrome cerebral orgánico” o “crónico”, “arteriosclerosis” o “atrofia cerebral”. Es importante señalar que la demencia “no es una dolencia normal del proceso de envejecimiento. Los trastornos de demencia son provocados por procesos patológicos anormales (de naturaleza genética o vascular, entre otros) y pueden afectar tanto a las personas jóvenes como a los ancianos” (Pérez y Milagros).
El curso de la demencia en los sujetos jóvenes suele propiciar un declive cognitivo mucho más rápido incluso en semanas a diferencia del declive presentado en los ancianos, que puede durar años. Según (Pérez y Milagros), en el año 2040 podrá haber más de 6 millones de personas que tengan enfermedad de Alzheimer. La incidencia de dicha enfermedad de se duplica cada cinco años después de cumplir los 65 años de edad, y se cree que casi la mitad de las personas de 85 años o más padecen de algún tipo de demencia.
Deterioro Cognitivo, para determinar si una persona se ha deteriorado cognitivamente es necesario realizar una evaluación estructurada que permite principalmente determinar si se trata de un deterioro reversible (causado por alguna infección o por algún medicamento) o de un deterioro progresivo (como es el caso de las demencias). Petersen y Hughes establecieron los tipos de deterioro cognitivo y consideran que fundamentalmente existen tres tipos. Deterioro Cognitivo Leve: cuando se habla de deterioro cognitivo leve se hace referencia a la disminución exclusiva de la memoria.
Y se ha denominado deterioro cognitivo amnésico. En este tipo de deterioro la memoria es la única función cognitiva superior que se ve alterada. Los sujetos con un profundo déficit de memoria pero sin otros déficits cognitivos, así como los pacientes con pequeños déficits en varias áreas cognitivas pero sin deterioro funcional doméstico ni laboral, no reúnen criterios para ser diagnosticado con demencia. Deterioro Cognitivo Medio o moderado: esta etapa inicia con dificultades para concentrarse, una disminución en la habilidad de recordar eventos recientes, dificultad en el manejo de las finanzas o viajar solo a lugares nuevos.
Esta etapa puede durar dos años aproximadamente, pasada esta etapa, las personas empiezan a requerir de ayuda para complementar las actividades diarias (vestirse, bañarse, preparar la comida). La pérdida de la memoria se destaca más que antes y puede incluir aspectos importantes como olvidar su domicilio o número telefónico; también puede que no sepa la hora, el día o dónde está. Esta etapa puede durar un año y medio. Deterioro Cognitivo Severo: En esta etapa, las personas pierden la habilidad de hablar y comunicarse y requieren ayuda con la mayoría de las actividades.
A menudo pierden habilidades psicomotoras. Diagnóstico de la demencia, la evaluación necesariamente debe incluir un estudio médico de análisis de laboratorio, que permita identificar si existe alguna infección, alguna alteración anémica y/o de absorción de la vitamina B. Una evaluación neuropsicológica, que permitirá identificar si es que algunos procesos cognitivos (memoria, atención, percepción, etc.) se encuentran alterados y en qué medida. Las formulaciones diagnósticas de la demencia que se usan con mayor frecuencia en los Estados Unidos, así como en México.
Se basan en las definiciones que realiza el Diagnóstico Estadístico de los Trastornos Mentales (DSMIV) y el National Institute of Neurologic, Communicative Disorders and Stroke-Alzheimer’s Disease and Related Disorders Association (NINCDS-ADRDA). Por otro lado, el desarrollo de múltiples déficits y en general en las afectaciones de las funciones psicológicas superiores, pueden resultar útiles en el probable diagnóstico de demencia. Estas afectaciones se presentan a nivel de: Lenguaje. Capacidad de comunicación de ideas, sentimientos, emociones, mediante el lenguaje hablado o escrito, o por medio de ademanes y gestos.
La alteración de esta función se denomina afasia. Percepción: Procesos que permiten identificar los objetos externos o internos y asignarles un significado, mediante el reconocimiento de objetos a través de la vista, los sonidos, el tacto, etc. Su alteración se denomina agnosia. Atención. Proceso en virtud de lo cual, la actividad mental se limita sobre objetivos determinados, tanto de lo que se percibe en el mundo exterior, fuera de nuestro cuerpo, (sentimientos y emociones) o de asociación de ideas. La atención en un factor importante en la generación de recuerdos.
Se le debe preguntar al sujeto los días de la semana, los meses del año en orden inverso, etc. Memoria. Manejo del almacenamiento de la información mediante recuerdos que el paciente tiene sobre sí mismo, sobre su vida, sobre los acontecimientos pasados y recientes. Su alteración se llama amnesia. Praxias. Los movimientos que requieren de una acción voluntaria y de la rápida ejecución de un plan de acción, es decir los pasos que permiten determinada acción, pasó 1º. 2º. 3º. etc., por ejemplo, al vestirse. Su afectación se denomina apraxia.
Funciones ejecutivas. La planeación, la verificación y el control de las actividades. Lo cual permite entre otras cosas la toma de decisiones, la corroboración del proceso de toma de decisión y la evaluación de esa toma de decisión, el cambio de posibles respuestas ante una situación de conflicto. Signos y síntomas, según la Organización Mundial de la Salud la demencia afecta de una manera distinta a cada persona, lo cual depende de la personalidad, o el impacto de la enfermedad al sujeto antes de empezar a padecerla. Estos signos y síntomas se pueden dividir en 3 etapas:
Etapa temprana: esta etapa pasa a menudo muy desapercibida, el inicio es paulatino, los síntomas más comunes son: Tendencia al olvido, pérdida de la noción del tiempo, desubicación espacial, incluso en lugares conocidos. Etapa intermedia: a medida que va avanzando a esta etapa, los signos y síntomas son más evidentes y más limitadores, las personas afectadas empiezan a olvidar situaciones recientes, así como los nombres de las personas. Se encuentran desubicadas en su propio hogar, tienen cada vez más dificultad para comunicarse, necesitan ayuda con el aseo y cuidado personal, sufren cambios de comportamiento (Dan vueltas por la cas o repiten las mismas preguntas).
Etapa Tardía: En esta última etapa, la dependencia y la inactividad son casi totales, las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes. Creciente desubicación en el tiempo y en el espacio, dificultades para reconocer familiares y amigos, necesidad mayor para aseo cuidado personal, dificultades para caminar y alteraciones del comportamiento las cuales pueden exacerbar y desencadenar hasta agresiones. Formas más comunes de demencia, las formas de la demencia son múltiples y diversas.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia; otras formas frecuentes son la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy (agregados anormales de proteínas en el interior de las células nerviosas) y un grupo de enfermedades que pueden contribuir a la demencia frontotemporal (degeneración del lóbulo frontal del cerebro). Los límites entre las distintas formas de demencia son difusos y frecuentemente coexisten formas mixtas (OMS). Tasas de demencia, la demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del 60% viven en países de ingresos bajos y medios.
Cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos. Se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un determinado momento. Se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones en 2030 y 152 millones en 2050. Buena parte de ese incremento puede achacarse al hecho de que en los países de ingresos bajos y medios el número de personas con demencia tenderá a aumentar cada vez más (OMS,). Tratamiento y atención: No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva.
Existen numerosos tratamientos nuevos que se están investigando y se encuentran en diversas etapas de los ensayos clínicos. Sin embargo, sí existen numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar y mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias. Los objetivos principales de los servicios de atención relacionados con la demencia son: Diagnosticarla precozmente para posibilitar un tratamiento precoz y óptimo; optimizar la salud física, la cognición, la actividad y el bienestar; identificar y tratar enfermedades físicas concomitantes.
Detectar y tratar los síntomas conductuales y psicológicos problemáticos; proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores. Factores de riesgo y prevención: Aunque la edad es el principal factor de riesgo de demencia, la enfermedad no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Además, la demencia no afecta exclusivamente a personas mayores. La demencia de inicio temprano (aparición de los síntomas antes de los 65 años) representa hasta un 9% de los casos. Los estudios demuestran que se puede reducir el riesgo de padecer demencia haciendo ejercicio con regularidad.
No fumando, evitando el uso nocivo del alcohol, controlando el peso, tomando una alimentación saludable y manteniendo una tensión arterial y unas concentraciones sanguíneas adecuadas de colesterol y glucosa. Otros factores de riesgo potencialmente modificables son la depresión, el bajo nivel educativo, el aislamiento social y la inactividad cognitiva (OMS). Impactos sociales y económicos: La demencia tiene importantes repercusiones sociales y económicas en lo que respecta a los costos médicos y sociales directos y a los costos referidos a la atención prestada fuera del ámbito institucional.
Conclusión
En 2015, el costo social total de la demencia a nivel mundial se estimó en US$ 818 000 millones. Esta cuantía equivale al 1,1% del producto interior bruto (PIB) mundial. El costo total expresado como proporción del PIB varía entre el 0,2% correspondiente a los países de ingresos bajos y medianos, y el 1,4% correspondiente a los países de ingresos altos (OMS). La demencia tiene un efecto abrumador en las familias de las personas afectadas y sus cuidadores. A menudo surgen presiones físicas, emocionales y económicas que pueden causar mucho estrés a las familias y cuidadores, que necesitan recibir apoyo por parte de los servicios sanitarios, sociales, financieros y jurídicos pertinentes.