Los Estereotipos De Géneros: Caso de Asesinato de Chicas Argentinas en Montañita

Introducción

Los estereotipos de género se refieren a la práctica de atribuir a una mujer u hombre individual, atributos, características o roles específicos solo por razón de su pertenencia al grupo social de mujeres u hombres. Los estereotipos de género son ilícitos cuando resultan en una violación o violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Estas formas de pensar cómo debemos actuar es lo que en muchas ocasiones nos hacen creer que los hombres si lloran no están cumpliendo con el mandato o estereotipo de ser fuertes, valientes; o al contrario el que una niña que juega a la pelota, ya es machona y que debería jugar con las cocinas o con las muñecas. Estas dos posturas resultan ser un peso a la hora de demostrar lo que realmente siente o piensa una niña o un niño. También creemos que los estereotipos basados en el género, obligan a las mujeres a cuidarse a ellas mismas, y si algo les sucede es porque ellas se lo buscaron.

Desarrollo

Es bueno recordar el caso de las dos chicas argentinas asesinadas en Montañita en febrero del año 2016 y lo que podemos ver en este caso es que en la mayoría de las noticias publicadas por medio de televisión, periódico o dentro de cualquier otro medio, nos damos cuenta de que, culpan a las argentinas porque en su pasado habían sufrido de estrés agudo y depresión ansiosa, además de este dato importante, hubo personas que declararon que las chicas habían ido a la casa de los culpables voluntariamente, puesto que, ellas andaban como se dice vulgarmente a ‘dedo’ y que uno de los supuestos acusados les pago el taxi en el cual se movilizaron para llegar a la casa donde paso el hecho.

Al respecto en dicho informe, (ACNUDH) se habla de “estereotipos hostiles” causantes de severas afectaciones a la integridad y dignidad de las mujeres o los considerados estereotipos “benignos”, como por ejemplo que las mujeres son más tiernas que los hombres, por lo tanto tienen la obligatoriedad del cuidado de los hijos porque las madres son buenas. Por ejemplo, si una mujer, al divorciarse deja a sus hijos con su padre, será condenada como una mala madre, o de no tener sentimientos. Así mismo con el hombre, si es quien se queda en casa porque no tiene trabajo, y realiza las tareas del cuidado del hogar porque su esposa es quien trabaja fuera, le dirán que es un mantenido, inútil, mandarina.

Los estereotipos de género dañinos y los estereotipos de género injustos son una de las causas fundamentales de la discriminación, el abuso y la violencia en múltiples áreas y pueden conducir a violaciones de una amplia gama de derechos humanos. Muchas veces nos preguntamos por qué a pesar de endurecer las leyes, de establecer penas altas y acumulativas para los autores de feminicidio, de hacer esfuerzos por comprometer a los Estados y sociedad en la corresponsabilidad que cada uno tiene para una convivencia sana; sigue vigente esta manera de relacionarse con métodos degradantes desde quien ostenta el poder de decidir sobre la vida de nuestras niñas y niños.

La Convención sobre los Derechos del Niño expresa en su informe (UNICEF) ‘No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana’. Sin embargo, el Ecuador es el tercer país con más alto porcentaje de embarazo adolescente en edades entre 10 y 19 años, con claras muestra que tienen un origen basado en el abuso sexual en contextos de pobreza. Pero además de eso, el Estado ecuatoriano, en la proforma presupuestaria del 2020 redujo a 0%, la inversión para la prevención del embarazo adolescente, que estuvo en la planificación del Ministerio de Salud durante el 2019, contó con 5,6 millones.

Los derechos de la infancia según informe (UNICEF) asegura que los Derechos Humanos, se encuentran estipulados en la Convención sobre los Derechos del Niño, con todas las garantías para precautelar la vida de las futuras generaciones. La jurisprudencia que promueve Las Naciones Unidas, nos deja muchas iniciativas orientadas a comprometer a los diferentes Estados y gobiernos a garantizar la protección del bienestar humano y de manera especial la de niñas y niños.

 Así lo dice (UNICEF) donde se asegura que: La Convención sobre los Derechos del Niño, desde su aprobación, en el mundo, se han producido avances considerables en el cumplimiento de los derechos de la infancia a la supervivencia, la salud y la educación, a través de la prestación de bienes y servicios esenciales; así como un reconocimiento cada vez mayor de la necesidad de establecer un entorno protector que defienda a los niños y niñas de la explotación, los malos tratos y la violencia.

Frente a esta referencia se identifica que en el Ecuador, el Estado no estaría dando cumplimiento a estos compromisos, pues eliminar el presupuesto para brindar atención a las madres adolescente que asisten al sistema de salud pública, desdice lo que la Carta Magna establece.De la misma manera entre los Principios de la Agenda 2030 (UNESCO) se establece que: La igualdad de género está inseparablemente vinculada al derecho a la educación para todos. Lograr la igualdad de género requiere un enfoque basado en derechos que asegure que alumnos y alumnas no solo logren acceder y completar ciclos de educación, sino que sean empoderados igualitariamente en y a través de la educación.

Es en este contexto de la promulgación de los Derechos Humanos, que a lo largo de la historia se van fundamentando en las Convenciones como las de Incheòn, Dakar, Jomtiem y ahora la Agenda 2030 como esa nueva oportunidad que tienen los Estados y la sociedad para juntos de construir esos mandatos basados en la violencia, cuyo origen es esa cultura patriarcal y machista que heredamos de una cultura extranjera que se creyó superior a la de nuestros ancestros.

La igualdad de género en dentro del ámbito educativo es una brecha más la cual debemos romper, según (García). La tercera parte de los países desarrollados, ha logrado la paridad de género en el acceso a la enseñanza primaria, dicho avance se dio gracias a los Objetivos del Milenio. Una de las zonas prioritarias es África Subsahariana; dentro de este sector existen muchas niñas que tienen una dificultad para poderse matricular en alguna institución educativa dentro del nivel inicial y básica, pero en el nivel de bachillerato la medida de mujeres sin poderse matricular es aún más alta, nos damos cuenta entonces que dentro de nuestra sociedad entre las niñas van creciendo más aumenta la brecha de desigualdad, es por ello, que cada día se estima aproximadamente, 37.000 niñas son obligadas a casarme, lo cual supone más de 15 millones al año.

Para terminar, ¿Qué podemos hacer para lograr la igualdad de género?, esta es una de las interrogantes que muchas asociaciones, organizaciones, instituciones y personas se hacen a diario. Debemos tener en cuenta siempre que, para poder eliminar estos estereotipos, debemos aprender a enseñar desde la primera infancia que todos somos iguales, que tenemos los mismos derechos, deberes y obligaciones, dentro contexto de la familia, la comunidad, la sociedad, las instituciones y el nivel nacional e incluso global, tenemos que crear en entorno favorable y es necesario tener defensores individuales y crear modelos que promuevan la paridad de los géneros.

Conclusión

Dentro del ámbito educativo, las siguientes políticas y medidas pueden ser eficaces: Representación de las mujeres en los medios y de su rol proactivo como representantes, lo cual puede cambiar las apreciaciones de la sociedad, usando los medios sociales y de las TIC; Participación y liderazgo de las mujeres en los grupos; Desarrollo correcto de los procedimientos de estudio, dando educación desde la primera infancia y a todos los niveles para que los niños y las niñas crezcan igualitariamente; Apoyar a las mujeres y a las niñas para que ingresen en campos profesionales, dominados por los hombres como las fuerzas armadas, la aviación, las ciencias, la ingeniería, etc.

Decreto de normativas que cambien el modo de pensar de la sociedad, como las leyes contra la violencia de género de todo tipo, incluyendo el acoso sexual y las violaciones. Las leyes deben estipular un nivel alto de condenas; Compartir las responsabilidades domésticas entre las mujeres y los hombres, por ejemplo, en el cuidado de los hijos, cocinar, planchar etc.; Gratificación de recursos necesarios para los programas que tengan como finalidad la eliminación de los estereotipos de género, por ejemplo, a través de campañas de concientización y de desarrollo de planes educativos; Incentivos para mejorar la autonomía de las mujeres. 

11 July 2021
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