Negación del Cambio Climático para Enriquecerse
Cuando escuchas el término “cambio climático”, ¿qué te viene a la mente? La subida de temperaturas, el derretimiento de los polos, la destrucción de ecosistemas… Estos efectos del cambio climático y muchocuchas el término “cambio climático”, ¿qué te viene a la mente? La subida de temperaturas, el derretimiento de los polos, la destrucción de ecosistemas… Estos efectos del cambio climático y muchos más se han sabido durante décadas, pero ¿como es que hemos seguido empeorando la situación como si nada? La respuesta es simple: la humanidad ha abordado el cambio climático como un problema ficticio durante demasiado tiempo. No dejamos de oír noticias catastróficas sobre el medio ambiente a diario, y ¿qué hemos hecho al respecto? Nada.
Muchas dirían que las causas del cambio climático se pueden dividir en varios grupos. No obstante, yo pienso que todo se puede reunir en dos puntos: las acciones culpables y nuestra actitud. Ambos dependen el uno del otro, es decir, nuestras acciones culpables ocurren por nuestra actitud tan pasiva sobre el cambio climático.
Un estudio de la revista científica Nature ha revelado que el cambio climático actual comenzó hace 180 años, junto a la Primera Revolución Industrial. Desde ese momento, hemos masificado cada vez más el uso de los combustibles fósiles hasta el punto de romper el equilibrio natural de la Tierra, un desequilibrio resultante en las graves catástrofes que estamos experimentando actualmente. La preocupación sobre este tema comenzó a emerger en los años 50 y 60, sin embargo, seguimos contaminando y no pudimos tomar medidas lo suficientemente temprano como para abordar el problema con mucha más facilidad.
Sin duda, si las potencias más poderosas del mundo no dan el ejemplo adecuado, es muy difícil para los demás países tomar la iniciativa. Y desafortunadamente, esto es exactamente lo que está sucediendo: mientras que países muy influyentes como EEUU, China o Rusia no toman medidas inmediatas y radicales, muchos otros países no tomarán las medidas por sí mismos. El 40% de las emisiones anuales está emitida por EEUU y China. Sin embargo, China ha progresado drásticamente estos últimos años, dejando a EEUU como la única superpotencia incapaz de colaborar en este asunto. De hecho, EEUU apenas le pone importancia al asunto ya que los políticos más importantes del país no creen en el cambio climático, creando un ciclo vicioso: nadie crea conciencia de este problema, por lo que los ciudadanos no protestan y los políticos no cambian, por lo que seguirán dirigiendo el país como les convenga.
Este no siempre ha sido así: bajo la presidencia de Barack Obama, se intentaron tomar ciertas medidas, pues él sabía perfectamente que estos cambios unidos con las decisiones tomadas en la cumbre de París aún no serían suficiente. Sin embargo, desde la llegada a la presidencia de Donald Trump y su incredulidad hacia cambio climático, la política medioambiental norteamericana se ha quedado en una fase de estancamiento. El 97% de los climatólogos están de acuerdo de que el clima está cambiando y es por la sobreexplotación de los combustibles fósiles, pero aun así hay muchas personas que simplemente no son capaces de creer en tal horror. Algunos pueden llegar a decir que la política medioambiental estadounidense ha retrocedido, ya que a menudo el presidente Trump se toma este asunto como una broma. Suele demostrar su desinterés a través de publicaciones llenas de ironía en redes sociales como twitter. Sin el apoyo de estos países, el cambio climático ya juega con ventaja.
Pero, ¿cómo es que tantas personas todavía no acaben de creerse la catástrofe que estamos viviendo? Se han creado paginas webs, canales de noticias y grupos de expertos que tienen a gente con acreditaciones impresionantes dispuestas a vendar por los combustibles fósiles. Por todas estas influencias, científicos como el Dr. Machael E Mann han sido burlados e incluso amenazados a muerte por expresar su preocupación y teorías sobre el cambio climático. El combustible fósil interesa a entidades como los Hermanos Koch, que son los que financian esa gran campaña de publicidad del negacionista del cambio climático. Existen muchas organizaciones con nombres tan pomposos como “American Prosperity” o “The Heartland Institute” las cuales son grandes entes con intereses empresariales. De hecho, American Prosperity es socio directo de Los Hermanos Koch.
La industria de los Koch es una de las empresas privadas más grandes de combustibles fósiles del mundo, y es tan haciendo todo lo posible para mantener su riqueza. Han llegado hasta a presionar al congreso. James Inhofe es el diputado más famoso que niega por completo el cambio climático, quien en una entrevista televisada llegó a decir que “el calentamiento global es el mayor engaño jamás perpetrado contra el pueblo estadounidense.” Por eso, no resulta ninguna sorpresa que este hombre sea uno de los mayores receptores de dinero procedente combustibles fósiles en el senado de EEUU. Esto no sería un problema demasiado grave si no fuese el presidente del Comité de Medioambiental del Senado. Los intereses en los combustibles fósiles han comprado a la Cámara de Representantes y a la Comisión del Senado sobre el Medioambiente, y por tanto el Congreso no puede promulgar leyes medioambientales porque está formado por dictados que niegan el cambio climático que bloquean cualquier propuesta propuesta de cualquier ley que intente abordar este problema.
