Participación De Colombia En La Guerra Llevada A Cabo En Corea
La participación que tendría Colombia en la guerra que se llevaba a cabo en Corea, cuando el 27 de junio de 1950 a partir de la solicitud realizada por el secretario de la ONU y las Naciones Unidas durante el gobierno del presidente Mariano Ospina Pérez en los años 1946-1950 generó una gran controversia. Estados Unidos buscaba que todas las naciones latinoamericanas tuvieran una gran participación y apoyo, debido a que ello mostraría el interés de Occidente y del “mundo libre” para enfrentar al comunismo de los soviéticos. De esta forma sus bajas serían reducidas y la guerra lograría un verdadero alcance internacional con menor costo para Estados Unidos. Se esperaba una fuerza colectiva y conjunta a través de la OEA (organización de los estados americanos), o fuerzas especiales de carácter nacional. Sin embargo, las condiciones de cada país frustraron las intenciones y lo que se tenía pensado por los estadounidenses. La mayoría de países de Latinoamérica no aceptaban que tuvieran que realizar el pago inmediato por el suministro de armas y equipos para una colaboración en una guerra que no era ni tan suya después de todo, y Estados Unidos exigía el aporte de divisiones con más de diez mil hombres a pesar de que los países latinoamericanos son “pequeños” en proporción a nación norteamericana. Solo después de caer en cuenta lo que pedía fue que aceptó que el mínimo de la ayuda sería mil unidades, pero aún así continuó exigiendo a los países el desembolso inmediato para la compra de equipos militares y poder proveérselos para la guerra.
En un principio, el señor presidente de Colombia Ospina Pérez ofreció apoyar a Truman presidente de los estados unidos en el periodo de 1945 – 1953 argumentando que sería “en la forma en que el desarrollo de los acontecimientos lo indicare necesaria” “para el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, y reafirmó que la política internacional de Estados Unidos tenía su completo respaldo.
Sin embargo, cuando la cancillería colombiana recibió oficialmente la petición de participación, el ministro de Guerra, Evaristo Sourdís, respondió que Colombia solo contaba con fuerzas para atender sus propias necesidades y más aún cuando esta sufría de un conflicto en su interior, aún así Colombia estaba dispuesta a cumplir y a responder ante la ONU por sus compromisos, aún así esto fuera difícil, pero lo haría así costara del sacrificio de su propia tranquilidad.
Aunque Colombia se preocupaba por el dinero que debía pagar por el apoyo logístico y trataba de convencer Estados Unidos de disminuir el precio por su apoyo, la posición de Colombia en ese momento, era la misma que tenían las demás naciones latinoamericanas. Así que Estados Unidos se vio en la obligación de solucionar esto y opto ofrecer una solución, la cual consistía en recibir la participación por parte de Colombia debido a que era lo prioritario en ese momento y ya después se vería la forma de pago.
La participación de colombiana comenzó El 30 de junio con el decreto 3230 de 1950 en el gobierno de Laureano Gómez Castro, en el que se disponía del envío de la fragata “Almirante Padilla” bajo el mando del capitán de corbeta Julio César Reyes Canal y con el decreto 3927 de diciembre de 1950 por el cual se permite la creación del supuestamente ya existente Batallón de infantería No.1 Colombia, que sería entrenado un tiempo en Bogotá, otro tiempo en los Estados Unidos y después se uniría a una de las compañías norteamericanas en la zona de combate 61, los hombres que conformaban el contingente enviado a Corea, llego a Pusan el 16 de junio de 1951 y fue recibido por el presidente de Corea del Sur de ese entonces Sygman Rhee. el teniente coronel de infantería Jaime Polanía Puyo fue ordenado como comandante del batallón Colombia y como ejecutivo y segundo comandante al mando fue ordenado el mayor Alfonso Novoa Morales. Los refuerzos colombianos se unieron a la vigésima cuarta división americana y vieron combate por primera vez el 7 de agosto.
En el año 1951 los combates más importantes se dieron contra los ejércitos comunistas chinos que fueron los más perjudicados al tener cientos de bajas y durante aproximadamente dos años se enfrentaron al Ejército Rojo o el gran poderío soviético, en luchas por cerros y puntos que fueran los más estratégicos, los cuales les permitirían tener ventajas antes el enemigo y así poder ir ganando terreno.
Las operaciones llevadas a cabo en territorio extranjero o batallas que más impacto y reconocimiento tuvieron por las tropas conformadas por los combatientes colombianos fueron la batalla de Climber y la batalla de Old Baldy, ya que en ambas consiguieron la tan anhelada victoria, donde los militares colombianos se organizaron de manera que formaron una recordada defensa en Kumsong ubicándose y utilizando estrategias sin duda alguna impresionantes ante el enemigo, cerrando la boca de muchos aliados los cuales pertenecías naciones y potencias mucho más desarrolladas que Colombia las cuales pensaban que al ser un país ejercito pequeño no lograrían marcar diferencia alguna en dicha guerra.
En el año 1953 cuando ya se observaba el posible final y terminación de esta guerra, el Ministerio de Guerra dijo que sería posible que el Batallón Colombia fuera retirado de la zona de guerra debido a que ya se había gastado bastante en mantener a tanto personal aparte de esto por el número de vidas que había costado esta guerra, para este entonces ya se encontraba al mando de Colombia el gobierno del señor presidente y líder militar Rojas Pinilla.
Sin embargo, se determinó que el Batallón Colombia permanecería hasta agosto de 1954 en la península coreana pero no en combate, sino que realizando misiones de vigilancia en la zona de desarme que se creó tras la finalización del conflicto
Para cuando el batallón se retiró de Corea en octubre de 1954 se realizó el conteo y de los 5100 combatientes colombianos que tomaron parte en el conflicto asiático, siendo de estos 111 oficiales y 590 suboficiales que participaron en operaciones de guerra habría quedado un saldo final de la guerra para el Batallón Colombia de 639 bajas de combate distribuidas entre 163 muertos, 448 heridos, 30 prisioneros de guerra y 60 desaparecidos.
