Portales De Apuestas Deportivas
Introducción
Aunque estén lejos de ser un tema nuevo, las apuestas ilegales volvieron al centro de la escena en el universo deportivo. Pero esta vez están impulsadas por un poderoso fenómeno global: la digitalización. La multiplicación de portales de apuestas, que son promocionados abiertamente en Internet, ha contribuido para revivir la discusión sobre la diferenciación de apuestas deportivas legales e ilegales. ¿Cómo se definen los parámetros para diferenciar las apuestas deportivas legales e ilegales? Si tenemos en cuenta las consecuencias desastrosas que pueden tener para la salud humana, no parece haber diferenciación posible.
Desarrollo
Especialmente si concordamos que existe cierta naturaleza potencialmente adictiva que es inherente al acto de apostar. Hay que considerar que todo tipo de apuesta, ya sea un evento deportivo o un juego de cartas con amigos, podría desencadenar en un vicio de complejo tratamiento. No obstante, parece ser que la legalidad de las apuestas está vinculada principalmente al ejercicio lícito o ilícito de su explotación económica. ¿Y por qué decimos esto? Porque según las leyes españolas, se entiende que una empresa de apuestas ilegales es aquella que no posee la licencia estatal que habilita la operación en determinado(s) juego(s).
Al actuar sin el correspondiente permiso, pueden ser denunciadas por ejercer una actividad ilícita y sufrir sanciones administrativas. No obstante, si la empresa provoca daños a terceros mediante la explotación ilícita de las apuestas, también podrá ser sancionada penalmente. En estos casos, se recurriría al concepto de reos de estafa, previsto en el Código Penal español, que consiste básicamente en sacar provecho económico a partir del engaño de otras personas. Pero, ¿son eficaces estos parámetros para erradicar las apuestas ilegales en el deporte? Los conceptos anteriores también son válidos para la definición de legalidad de las apuestas deportivas.
En este ámbito específico, encontramos un ingrediente adicional que aparece frecuentemente. Nos referimos a los amaños de partidos vinculados a apuestas ilegales, que han generado algunos de los grandes escándalos de corrupción en los últimos años. Según el Código Penal, esta práctica puede ser sancionada con multas, penas de prisión e inhabilitación de todos los involucrados. Ello incluye directivos, jugadores, entrenadores, árbitros, administradores y demás colaboradores que intervengan en el desarrollo de los eventos deportivos para manipular los resultados. Pero si en ello consiste la diferenciación de las apuestas deportivas legales e ilegales.
Entonces, ¿las medidas oficiales no deberían centrarse en la lucha contra los establecimientos ilegales y en la prevención de malas prácticas? En lugar de perseguir solamente determinados vehículos de explotación comercial de estas actividades. Por supuesto, ello no debe interpretarse como una defensa del enriquecimiento proveniente de la administración ilícita de las apuestas. Todo lo contrario. Al parecer, la condena de determinados locales y formas de apostar no se muestra eficaz para la erradicación de las apuestas. Realmente, se viene impulsando el crecimiento de sitios de apuestas en línea, por un lado, y de grandes redes clandestinas de alcance internacional, por otro.
Por otro lado está el caso de amaños de partidos. ¿Cómo olvidar el emblemático caso del club alicantino Eldense, protagonista de la escandalosa derrota por 12-0 contra el Barcelona B? Tras una operación policial accionada por denuncias de amaños vinculados a apuestas internacionales, cinco personas acabaron detenidas. Y entre ellas, se encontraban directivos del propio club. Apuestas deportivas en línea: ¿puede la legislación actual dar cuenta del fenómeno digital? Las apuestas en línea mueven anualmente cerca de 800 mil millones de dólares en la economía mundial. No hablamos solo de operaciones deportivas, sino de todo tipo de apuestas que pueden realizarse a través de Internet.
Como pueden ser los partidos de juegos de azar en casinos online. No obstante, gran parte de las apuestas realizadas a través de canales digitales, aún permanecen en la ilegalidad. Principalmente cuando nos detenemos a analizar específicamente las apuestas destinadas al ámbito deportivo. Aunque las cifras exactas se desconozcan y puedan variar significativamente según la modalidad, la tendencia siempre se repite. Internet se ha convertido en el gran refugio, tanto de apostadores como de empresas y particulares que quieren lucrarse muy rápido con estas operaciones. Hay que recordar que la ausencia de una legislación, contribuye para su crecimiento acelerado en la clandestinidad.
Conclusión
España es un caso digno de mención. Hasta 2011, no existía un texto legal que regulara la creación o utilización de portales de apuestas en línea. Esto originaba que los apostadores pudieran apostar libremente, pues era imposible hablar de violaciones a una normativa inexistente. Este panorama ha cambiado tras la publicación de la Ley de Juegos de Azar, a través de la cual se ha generado un marco legal para las apuestas en línea. Actualmente, la ley española permite que existan casas de apuestas digitales con sed en el territorio nacional. Además de permitir que los españoles participen de forma legal portales autorizados.