Posiciones, Dilemas Y Debates De La Prostitución En España
En Enero de 2019 en Valencia 8M, se platearon algunas situaciones, como el dilema reduccionista, esto se debe porque presenta sólo dos opciones, las cuales son incompatibles y excluyentes. Siendo estas opciones una de ellas las que “están con las abolicionistas” o “están con el sistema prostituyente, proxeneta, violento”. Ahora bien, cuando el dilema se presenta de esta forma, no hay salida, sino ruptura. O feminismo “verdadero”. Se percibe que si en los espacios feministas se da voz a una prostituta, esto va a ser el final del 8M, que será colonizado por proxenetas.
Por lo que, en el feminismo no se pueden dar categorías cerradas, opuestas y excluyentes. El reduccionismo que llevan a cabo las abolicionistas en este debate se puede explicar a través de tres dimensiones diferentes y relacionadas. En primer lugar, se reducen todas las variantes posibles del feminismo a dos únicas opciones: abolicionismo o regulacionismo, y el “verdadero feminismo” queda identificado con el abolicionismo, sin que exista ninguna otra opción más. Por otra parte, el segundo tipo de reduccionismo se refiere a quién es el sujeto autorizado del feminismo que, en principio, solo serían mujeres.
Todas las demás mujeres, las prostitutas no son aceptadas como sujetos del feminismo. Y el tercer reduccionismo es el que señala que la prostitución es la peor de todas las formas posibles de violencias contra las mujeres, por ello deben ser atacada, para acabar con el patriarcado.
La prostitución ha sido definida como “la institución patriarcal más violenta que existe contra la mujer”
Con esta triple reducción, cualquier acuerdo se hace imposible porque no queda un espacio para argumentar, solo enfrentamiento u oposición. “Estás con nosotras o estás con el mal”, y entonces, ya han perdido fuerzas y aliadas contra el patriarcado, lo que las debilita.
A su vez, se presente otra consecuencia de estas tres reducciones es la escasa pluralidad y diversidad del feminismo, que ahora se autodenomina “feminismo del 99%” y que enfrenta cada uno de los reduccionismos señalados.
Cabe destacar, que el feminismo del 99% es amplio, diverso, pero también conflictivo. Este se encuentra formado por una pluralidad de voces y luchas distintas. Tomando en cuenta que actualmente se vive en la pluralidad, en el conflicto y la discrepancia. Por lo que es necesario aceptar que todas son diferentes, que en los debates feministas se encuentran posiciones que no están de acuerdo y hay que aprender a vivir con tales diferencias, luchando todas contra el patriarcado.
El sujeto del feminismo del 99% es plural y variable. Debido a que existen múltiples formas de ser mujer, todas maltratadas por el patriarcado. Entonces, ya es hora pensar más allá y pensar en las problemáticas concretas de mujeres migrantes, racializadas, de aceptar el transfeminismo y recibir a todas por igual. Este feminismo, comprende que el patriarcado tiene diferentes aspectos que se manifiestan en múltiples violencias, pasando por una amplia gama de actos violentos y forzados como la trata.
Afirmar que la prostitución es la peor forma de violencia posible hacia las mujeres, como mantienen las abolicionistas, significa dejar de lado las luchas en las se ha estado de acuerdo, pero también las debilita porque ya no se estaría con el 99%, sino solo con un sector del feminismo, el abolicionista.
Además, al entender a las prostitutas como enemigas, no como aliadas, también se bloquearían, las alianzas de todas las mujeres contra estas otras formas de violencia patriarcales.
Uno de los motivos del sector abolicionista para rechazar la prostitución es considerar que “implica la negación de las mujeres como sujeto político del feminismo” . Para el abolicionismo, la prostitución es denigrante porque niega a la mujer, la reduce y convierte su cuerpo en mercancía que se puede comprar y vender al mejor postor. Pero, cuando algunas abolicionistas impidieron a las prostitutas expresarse en Valencia, cuando les gritaron e insultaron cada vez que intentaban hablar, ¿no estaban haciendo, las abolicionistas, lo mismo que criticaban?, ¿no estaban negando que las prostitutas fueran sujeto político del feminismo? Es más, ¿qué clase de debate se puede dar cuando un sector niega al otro?, ¿cómo van a estar representadas así todas las posturas y opiniones?
En casi todos los manifiestos, las abolicionistas identifican prostitución y trata, oponiéndose a ambas de forma global y radical, como se puede señalar que trata y prostitución se definen como las dos caras de la misma moneda; o aquí, donde la trata se entiende como el origen de la prostitución. Ahora bien, si algo diferencia la trata de la prostitución es la elección de las prostitutas, cuyo trabajo no parece tener nada que ver con las redes de tratas de mujeres.
Ninguna de las interrogantes pudo ser planteada en Valencia, ninguno de estos debates se pudo abrir, ya que la más mínima mención a prostitución, trabajo sexual, regulación se seguía inmediatamente de voces, gritos, proclamas y consignas de jóvenes combativas y señoras abolicionistas, las cuales clamaban contra la supuesta presencia de proxenetas en el 8M.
Finalmente lo que no se debe permitir, en el contexto actual de auge de la ultraderecha que pretende imponer su propio modelo de mujer y arrebatar todos los derechos conseguidos tras años de luchas feministas.
