Practicas Inclusivas: El Éxodo De Las Barreras Para El Aprendizaje Y Participación
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas las políticas educativas internacionales y nacionales han vuelto la mirada y los esfuerzos por buscar el acceso a una educación de calidad como un derecho innegable del ser humano, en esta línea, lograr una escuela inclusiva y que brinde una educación para todos, bajo un marco de equidad y justicia social siguen siendo uno de los retos y desafíos más grandes en nuestro sistema educativo nacional.
‘Desde la perspectiva de la educación inclusiva se busca generar igualdad de oportunidades para todos mediante la eliminación de las barreras que limitan la participación o aprendizaje del alumnado’. Por tanto, es importante precisar que el tema a abordar se desprende de una estrategia educativa inclusiva con nombre Index for Inclusion, la cual plantea espacios educativos y comunidades donde todos los individuos sean atendidos con calidad y se determinan 3 ámbitos y/o dimensiones para su ejecución; las culturales, las políticas y las metodológicas. El propósito de dicha estrategia es rescatar valores universales como la igualdad, equidad, respeto y atención a la diversidad en las distintas prácticas y acciones de la escuela.
Este tema contribuye a la mejora continua de la educación ya que es una filosofía de vida que se convierte en acción, implica cambios de paradigmas y transformación de la práctica educativa de todos los actores involucrados en este quehacer. De estos planteamientos nace el interés en este tema así como de la experiencia personal, al observar como el problema de brindar una educación inclusiva no radica en sus planteamientos, sino en cómo se interpreta y en la falta de caminos bien trazados que permitan el transitar hacía ella, es decir planes de intervención educativa sistemáticos y con un seguimiento efectivo a corto, mediano y largo plazo.
DESARROLLO
La educación especial y la inclusión educativa son uno en la historia del sistema educativo, ya que la primera depende de la segunda y la segunda no podría ser realidad sin la primera, en esta paradoja de conceptos se entiende que la educación especial en México ha sido fundamental en el transitar de un modelo educativo excluyente y discriminatorio a uno inclusivo y multicultural.
Para lograr la mejora continua de la educación se debe reducir al máximo la desigualdad de acceso a las oportunidades, y evitar cualquier tipo de discriminación. La inclusión nos invita a eliminar conceptos discriminatorios y excluyentes para crear un cambio significativo en los centros escolares mediante un trabajo colaborativo con padres, docentes y alumnos.
Con base al modelo INDEX FOR INCLUSION, los docentes de educación especial no somos los únicos que debemos propiciar el cambio, pero si somos pieza angular del éxito de esta, ya que de cierta manera conocemos el camino para reducir al máximo las Barrera para el aprendizaje y la Participación (BAP). Por tanto, mis propuestas en torno a cómo propiciar el logro de una escuela para todos, subyace en injerir y permear de prácticas inclusivas dentro de las tres dimensiones del Index for inclusión.
Comenzando por las prácticas culturales, la primer tarea a implementarse desde los servicios de educación especial en las escuelas, es el proceso de sensibilización inicial a través de asesorías especificas para los docentes de educación regular que lo requieran así como realizar de cursos y talleres, aunado a la realización de actividades artísticas, deportivas y/o culturales para toda la escuela, resaltando la diversidad y la potencialidad de todos los alumnos, considerando estas acciones desde la ruta de mejora.
Dentro de las prácticas políticas, ser partícipe de un liderazgo compartido; académico y de gestión para lograr la vinculación con instituciones que puedan contribuir a minimizar las barreras que enfrenten los alumnos. Las prácticas políticas, en ocasiones parecen ajenas a nuestro actuar inmediato, pero no es así, se encuentran implicadas en nuestro quehacer cotidiano desde reconocer que formamos parte de un equipo ‘que es la escuela’, tener clara la misión y la visión institucional y ser congruentes con las mismas.
La dimensión metodológica, considera un contiguo de estrategias que se deben utilizar en la práctica docente para conseguir que los sistemas de enseñanza sean accesibles a todos los estudiantes . Es un sustento sólido y comprobado para crear opciones diferenciadas y flexibles a los procesos de enseñanza y extender así las oportunidades de aprendizaje. Retoma los principio del Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) son 3 los aspectos que considera y sientan las bases del enfoque y en torno a ellos se construye el marco práctico para llevarlo a las aulas:
- Principio I. Proporcionar múltiples formas de representación de la información y los contenidos (el qué del aprendizaje) Con este principio queda atrás las adecuaciones curriculares y abre paso a planeaciones diversificadas que den respuesta a las necesidades de aprendizaje de todos los estudiantes. Implica el reconociendo de las distintas inteligencias, ritmos y estilos de aprendizaje.
- Principio II. Proporcionar múltiples formas de expresión del aprendizaje (el cómo del aprendizaje). Responde a las variantes lingüísticas o a necesidades especificas para comunicarse que puedan tener los alumnos, implica elementos lingüísticos y no lingüísticos, sistemas de representación alternativos, definir el vocabulario y los símbolos, entre otras.
- Principio III. Proporcionar múltiples formas de implicación (el porqué del aprendizaje), de forma que todos los alumnos puedan sentirse comprometidos y motivados en el proceso de aprendizaje.
El llevar a la realidad prácticas inclusivas no es una tarea imposible si se cuenta con el compromiso, pero sobre todo la actitud para implementarlas, cada uno desde nuestra función y quehacer diario.
CONCLUSIÓN
La tarea de una educación inclusiva precisa el deber de todos los actores educativos: Poderes de los tres ordenamientos jurídicos (ejecutivo, legislativo y judicial), docentes y autoridades educativas, padres de familia y alumnado así como de la sociedad en general.
Los poderes ejecutivo, legislativo y judicial ejercen una función primordial en cuanto a implementar y legislar en pro de la inclusión así como de generar cambios desde las altas esferas, en este mismo orden las autoridades educativas tienen gran peso en el éxito de este modelo, ya que si no proporcionan planteamientos claros para dirigir los esfuerzos así como brindar a los docentes la capacitación, los materiales y programas requeridos, será difícil sostener los ciclos de mejora necesarios para lograr la meta de la inclusión.
En cuanto a los docentes, son los actores más legítimo y que aún sin los apoyos antes mencionados puede generar grandes cambios, pero para ello se necesita de un cambio de paradigma y ser los primeros fieles creyentes de los postulados y valores inclusivos. En el caso especifico de los docentes de educación especial, es tomar conciencia que nuestro papel en las escuelas públicas cambio de un docente estático en un aula de apoyo, segregado de la dinámica escolar a un actor que acompaña y orienta a toda la comunidad educativa en la aplicación del modelo inclusivo, gestionando recursos materiales y metodológico necesarios para la minimización de las BAP.
Los padres de familia a su vez son los primeros responsables de hacer valer el derecho superior de la niñez de una educación, pero a la vez exige de este actor educativo un compromiso legítimo e irrenunciable para favorecer desde el ámbito familiar el vivir los valores inclusivos, así los alumnos que son la razón de ser del sistema educativo podrán gozar de los beneficios de una educación inclusiva.
Solo así con la suma y los esfuerzos de todos los actores involucrados en la educación, podríamos hablar del nuevo éxodo que llevará a eliminar las BAP y lograr sociedades más humanas que conciban la inclusión como una filosofía y forma de vida.
FUENTES DE CONSULTA
- (SEP, 2018). Estrategia de equidad e inclusión en la educación básica: para alumnos con discapacidad, aptitudes sobresalientes y dificultades severas de aprendizaje, conducta o comunicación.
- Alba, Sánchez y Zubillaga (2011). Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA). Pautas para su introducción en el currículo. Proyecto DUALETIC
- Tomlinson, C. A. (2005). El rol del docente en un aula diferenciada. En Estrategias para trabajar con la diversidad en el aula. Buenos Aires: Paidós. Redes en Educación, págs. 41-50
- Rebora, A. (2008). Carol Ann Tomlinson explica como la enseñanza diferenciada funciona y por qué las necesidades de aprendizaje. En Teacher Magazine. Traducción: Angela Couret.