Pro Elección Del Aborto , Decrecho De Las Mujeres
“Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Éste es el lema de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Durante muchos años, se ha vivido un gran debate en cuanto a la lucha por los derechos de la mujer, también llamada lucha feminista, uno de los temas más debatidos es el de la legalización del aborto.
El aborto consiste en la interrupción del embarazo, que lleva a la expulsión del feto a través del canal vaginal; éste puede ser realizado de manera espontánea o de manera inducida; que es en el que me quiero enfocar. Un aborto inducido es el que una mujer realiza por su propia voluntad; y éste puede ser de forma médica, o de forma quirúrgica. El aborto inducido es una práctica que puede ser realizada de manera legal y segura, o de manera insegura, también conocido como aborto clandestino, y esto es debido a que en algunos países y/o estados es considerado como un derecho, mientras que en otros es considerado como un delito penalizado; de igual manera, el aborto clandestino puede ser consecuencia del acceso limitado a los recursos para realizarse un aborto seguro. Esto me lleva a mi punto central; el aborto legal, seguro y gratuito salva a más vidas y debe de ser, urgentemente, considerado un derecho en todos los países, y de esta manera bajar las estadísticas de mortalidad y morbilidad materna, y hacerle justicia a la libre elección que tenemos las mujeres.
En 1935 comenzó la lucha por el aborto legal, cuando el Frente Único ProDerechos de la mujer demandó por primera vez acceso a la interrupción legal del embarazo “por razones sociales y económicas” en el Código Penal. Durante las décadas siguientes los grupos de mujeres abogaron por una “maternidad libre y voluntaria”. En un contexto nacional e internacional que hacía presión hacia la democratización política de México, las feministas mexicanas hablaron del “derecho al aborto” como asunto de justicia social, política pública y democracia (Lamas, 2009, p.11).
Un caso muy polémico, que la gente usó para marcar la necesidad del aborto legal fue la noticia del diario digital 20 Minutos: Una niña de Argentina de 11 años fue violada, y después fue forzada a tener al bebé, a pesar de haber manifestado su deseo de abortar. Los médicos le negaron el aborto y le practicaron la cesárea para salvar al bebé (que ya tenía pocas probabilidades de vivir) que iba a ser dado en adopción, días después la recién nacida falleció (EFE, 2019).
Hoy en día, a las personas que están en contra de la legalización del aborto se les llama “pro vida”, que a mi parecer es un término mal usado, del cual hablaré más adelante. Un contraargumento de éstas personas guiándose de acuerdo a la biología, la genética y la ciencia es, que la vida humana tiene solo un inicio en el momento en que el esperma y el óvulo se unen, y que el niño por nacer, científica y biológicamente es un ser humano cuya existencia comienza al momento de su concepción y acabar con su vida nos lleva a cometer un acto inmoral. Este contraargumento en la actualidad, por mucha insistencia que hagan, no es un consenso universal ya que, como dijo Clarisa Weisman, médica generalista de la Secretaria de Salud de San Martín, “el momento en el que se está contemplando el aborto legal es un momento en que se trata de un embrión, que no es más que un conjunto de células compatibles con la vida. Del mismo modo que se utiliza ese momento para realizar una fecundación y muchas veces se descartan embriones que no se utilizan” (Weisman, 2019).
Por otro lado, las mismas afirmaciones chocan con leyes ya establecidas hoy en día, lo cual me lleva a mi siguiente punto: el derecho a una libre elección, partiendo desde que cada mujer tiene derecho a elegir sobre su propio cuerpo, sin ser juzgada ni obligada a ser llevada a una posición a la que no se siente lista o simplemente no tiene el deseo de. Cada una debe de sentirse libre de tomar sus propias decisiones sin importar las circunstancias de su situación, para que, de esta forma, dependiendo cual sea su decisión, pueda ser atendida de manera sana y segura.
Regresando a mi punto inicial, la legalización del aborto, salva a más vidas; muchas mujeres se ven obligadas a realizarse abortos clandestinos ya que no tienen ninguna otra opción, al momento de legalizarse, un gran número de mujeres dejarían de recurrir a los abortos inseguros que llevan a la mujer a una serie de consecuencias negativas; con esto llego al punto que había mencionado anteriormente “las personas en contra de la legalización del aborto no se deberían de llamar pro-vidas”, esto debido a que no están a favor de salvar vidas, si realmente lo estuvieran, se darían cuenta que la penalización del aborto solo lleva a que hayan más muertes; porque como dijo Mónica Macha, diputada del frente para la Victoria, “No hay dos vidas que salvan porque la mujer aborta igual. Estamos tratando de sostener la vida de las mujeres, porque en el peor de los casos, se pierden las dos vidas”. (Macha, 2018)
Los abortos se seguirán practicando día a día ya sea de forma clandestina o segura. Cuando el aborto se lleva a cabo de forma clandestina, es un aborto inseguro y muy dañino para la madre. Hoy en día, en muchos casos de mujeres desesperadas, que no tienen los recursos suficientes y no cuentan con el apoyo adecuado, el aborto clandestino es su única opción, poniendo así su vida en un gran peligro, y esto gracias a la penalización de la interrupción del embarazo en muchos países, lo que da por consecuencia millones de muertes al año que pudieron haber sido evitadas.
Actualmente vivimos en una sociedad criada por un mundo machista que limita las decisiones de la mujer y no las deja vivir con libertad, y es por esto que la mayor parte de la sociedad está de acuerdo con su penalización, ya que crecieron en un mundo cerrado, con falta de empatía, en donde no se dan cuenta que las únicas que pueden tomar todas las decisiones sobre su cuerpo, somos nosotras mismas.
Los que somos pro aborto no es que estemos realmente a favor del aborto, ya que no es algo que alguien disfrute o que encuentre placentero, es que estamos a favor de la decisión, de que cada quien decida sobre su propio cuerpo y vida. Hay que estar conscientes de las realidades de todas las mujeres. Quien quiera ser o no ser madre debe poder tener el derecho de elegirlo, sin necesidad de la maternidad obligada o de someter a una mujer a algo que termina siendo un castigo. Esto no es cuestión de lo que está bien o está mal, del que dirán o de religión; es cuestión de salud y de hacer valer los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y su libre elección.