Representación de la Mujer Latina Basada en los Estereotipos en los Medios de Comunicación
¿Son los estereotipos siempre malos?, desarrollo esta interrogante presentando la postura de que la representación de un sujeto o colectivo basada en estereotipos no siempre es negativa ya que en cierto modo refleja la realidad. Sin embargo, otra razón para señalar que la representación que realizan los medios de comunicación extranjeros basada en estereotipos influye negativamente hacia la cultura latina radica en que esta caracterización, en algunos casos, puede generar que la imagen de la mujer latina sea sexualizada y calificada de arribista. Ello se sostiene por tres principales respaldos. En primer lugar, en la mayoría de producciones extranjeras se presenta a la mujer latina solo con ciertos atributos físicos como el prototipo de belleza, es decir, con curvas generosas, cabello largo y bien cuidado y un color de cabello y piel más oscuro que el que pueden tener las mujeres caucásicas. “Las latinas más hermosas” es el tópico que predomina al escribir “mujeres latinas” en Google. Jennifer López; Shakira; Sofía Vergara; Salma Hayek; Eva Mendes; ejemplos que calzan rápidamente en esa intersección de género y región que da por resultado un tipo de mujer que concuerda con el canon occidental de belleza, al que se suman curvas, bronceado y sensualidad “exótica”. Estas afirmaciones encuentran su fundamento en un estudio, realizado por la Dra. Stacy L. Smith y su equipo de investigación de la Escuela de Comunicación y Periodismo, el que se analiza la imagen de las mujeres hispanas en las producciones cinematográficas. Según el estudio casi el 38% de las actrices latinas aparecieron parcial o totalmente desnudas en pantalla en comparación con el 32% de las actrices blancas. Por ello, se podría determinar que la sexualización es la norma para los personajes femeninos latinos; además, porque las jóvenes y las mujeres tienen el doble de posibilidades, frente a los jóvenes y los hombres, de aparecer en ropa sexualmente sugestiva y reveladora, desnudas parcialmente o íntegramente, delgadas; y tienen cinco veces más posibilidades de que se haga referencia a ellas como personas atractivas, según el estudio. Sin embargo, se debe aclarar que las películas para públicos más jóvenes son menos propensas a sexualizar a las mujeres que las películas para públicos de más edad.
Por otro lado, la realidad es otra ya que fundamentado por el estudio de un equipo de académicos titulado la influencia del color de la piel en la identidad de la mujer latina, se presenta que, si bien a las latinas les gusta un color de piel ligeramente oscuro, tampoco demasiado y que esta otra parte de mujeres que ha convertido a la piel en un factor muy importante se ve influenciado por las imágenes que transmiten las actrices hispanas más influyentes en los medios de comunicación, particularmente en el del cine (Stephens 2012).
En segundo lugar, otra de las razones por la que se determina que las producciones extranjeras pueden generar una imagen sexualizada de la mujer latina es porque ellas suelen ser presentadas como más sensuales, además de ser mejores en las relaciones sexuales, pero también en la conquista y las relaciones sentimentales. Esta afirmación se sostiene en un estudio que afirma que existen diversos estereotipos asociados a la mujer latinoamericana y varían según la nacionalidad. En general, las sudamericanas son consideradas amables, cariñosas, cercanas y más propensas al contacto corporal. ‘El hecho de ser abiertas y sociables se premia, por ejemplo, para ser camareras o cuidar de ancianos, pero se castiga cuando se juzga a estas mujeres por ser lanzadas’ (Cáceres 2017). Ello, además, se refuerza con producciones extranjeras que buscan reflejar casos de países concretos como, por ejemplo, Colombia y México los cuales son representados, en su mayoría, de la mano con el narcotráfico e inevitablemente ligado a las llamadas mujeres prepago las cuales se dedican a la prostitución de alto rango y por ello son calificadas de objetos sexuales. Especialistas en temas de género y migraciones internacionales, como Pierina Cáceres, explican que este tipo de producciones crean en el imaginario colectivo una imagen de las latinoamericanas como femmes fatals vistas por las mujeres europeas como una amenaza y por los hombres como una invitación al sexo. Ello también queda evidenciado en testimonios de mujeres latinas, empleados para un estudio, cuyo objetivo es demostrar la influencia de este tipo medios en la percepción de la sociedad respecto a ellas. “Cuando salgo siento que me miran y creen que por ser latina, digo a gritos: ‘Soy latina y me puedes hacer lo que quieras porque eso es lo que hacemos las latinas’, cuenta con cierto tono de resignación. ‘Ser latina no es una invitación para que te acerques, me toques y me acoses. Soy latina, no prostituta’.
Por último, un motivo que podría fundamentar que la representación de las mujeres latinas basadas en estereotipos puede generar que las designen de arribistas es porque suelen ser representadas como interesadas y que buscan el provecho propio a cualquier precio. Ello se ve reflejado en personajes como el de Eva Longoria en Mujeres desesperadas, Gabrielle Solís. La historia de este personaje, es un tópico sobre otro. Nace en México, en una familia muy pobre, sedujo a un famoso fotógrafo muy reconocido y a su lado se convierte en una afamada modelo en Nueva York. Se retiró de este mundo cuando, después de conocer a un millonario, Carlos Solís, este le pidió matrimonio tras su tercera cita. Especialistas, como la ya mencionada Cáceres, afirman que estos personajes reafirman el prejuicio que se tiene contra las mujeres latinoamericanas. ‘Reproducen y potencian el estereotipo mediante la gracia. Pero son consecuencia de un sentimiento de desprecio, especialmente hacia las mujeres hispanas’, explica. Además, dicha opinión se puede evidenciar en un testimonio, realizado para el estudio mencionado anteriormente, en el cual Paola Cerviño, de ascendencia latina, supo que este tipo de representaciones la iban a condicionar cuando un día se le califico de oportunista solo por el hecho de mantener una relación con un norteamericano. ‘Se nos ve como cazahombres que quieren conseguir los papeles o quitarles el dinero a los extranjeros’.