Resiliencia En Situaciones De Conflicto Mundial
En el mundo actual el planeta tierra pasa por situaciones conflictivas de toda índole, tales como guerras, pobreza, hambre, enfermedades, cambio climático, desigualdades, violencias, que tienden a hacer de la vida un espacio complejo. Incluso el espacio familiar que antes se consideraba un lugar seguro de amor y solidaridad, muchas veces hoy día no ofrece a los individuos los valores necesarios para la convivencia. De igual modo, instituciones de orden religioso que buscan el acercamiento del ser humano consigo mismo y con su espiritualidad entra en crisis por diversas razones: divisiones, fundamentalismos y otros aspectos que hacen de este mundo un lugar de incertidumbre.
En este sentido, la diversidad de ciencias sociales especialmente la psicología estudia mecanismos que permiten la adaptación del ser humano a tales circunstancias y lo llevan a buscar herramientas para la superación de sus conflictos, entre estas herramientas tenemos la Resiliencia. En el presente artículo reflexionaremos sobre su origen y acepción, sus planteamientos generales y su relación con la capacidad de afrontamiento de conflictos personales y colectivos.
Etimológicamente hablando la palabra resiliencia viene del latin resiliens; que significa volver a surgir. Para el Diccionario de la Real Academia Española, desde las ciencias sociales lo define de la siguiente manera: “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. (DRAE, 2017), Entonces, entendemos para efectos de este artículo que la resiliencia sería la capacidad que tiene el ser humano para enfrentar sus conflictos, de una manera creativa, alegre, desde su autoconocimiento y su relación armónica con su psique, y con el medio, logrando obtener los mejores resultados para su propia vida en las condiciones adversas que se le puedan presentar.
Al respecto, Bernal y Medrano (2017), exponen “esta es una categoría interdisciplinaria que explica cómo las personas son capaces de enfrentar conflictos, ha sido estudiada desde diferentes perspectivas. Algunas se han centrado en las características que tienen los sujetos para protegerse de las situaciones difíciles (factores protectores) y otras en las disposiciones que tienen los sujetos para poder enfrentar situaciones traumáticas y salir exitosos de ellas” (p. 3)
Se observa que según los autores, el uso y la existencia de la resiliencia depende de factores internos que se van gestando en la vida del ser humano a través de la convivencia con situaciones problemáticas que le llevan a dar determinadas respuestas, que le permiten sobrevivir de una manera positiva y que además le permite su desarrollo personal. Es una cualidad que no es innata, sino que se aprende.
De igual manera, los mencionados autores, se refieren de manera general a los factores y características del sujeto resiliente: la actitud positiva, la perseverancia, la autoeficacia, las orientaciones a metas, el sentido del humor, el optimismo, la espiritualidad, la autonomía, la resolución de problemas, la autoestima, la inteligencia emocional, y la motivación al logro (ibiden, p.5)
Se puede observar que estos factores muchas veces son parte de la personalidad de los individuos y guarda una relación directa con la forma de afrontar los conflictos personales, tema que nos ocupa. Ello permite inferir que son requisitos fundamentales para el logro de consolidar una personalidad resiliente, la cual puede ir formándose en el transcurso de la vida. En este sentido, según Forés y Grané (2008) la resiliencia es un “canto a la libertad” en el que el ser humano puede desplegar su libre albedrío para decidir y construir su propio destino, aún en medio de la adversidad, convirtiendo lo negativo en oportunidades para el crecimiento y desarrollo. Veamos el ejemplo que citan los autores: “Yo, Tim Guenard, hijo de alcohólico, niño abandonado, he hecho errar el golpe de la fatalidad. He hecho mentir la genética. Este es mi orgullo” (p. 4).
La historia de Tim, precitada, habla de la posibilidad de crecimiento de una persona que aún en las situaciones más adversas en las que fue socializado, golpeado, maltratado, violado, excluido, estigmatizado, desde que nació cuyo único sueño era vengarse de su padre con la muerte, llegó a ser un hombre pleno que creó un albergue para niños maltratados. Otro factor muy importante relacionado con la resiliencia es el tema de la espiritualidad y religiosidad. En este sentido, Barbosa (2012) plantea que el apoyo de la religiosidad / espiritualidad “permite el desarrollo de acciones y comportamientos para hacer frente a situaciones graves”, por ejemplo: enfermedades, traumas, pérdidas, violencias, a la que se enfrentan personas y que las hacen psicológicamente vulnerables. (p. 7) Ello en virtud, que una de las condiciones fundamentales para lograr incorporar la herramienta de la resiliencia es el autoconocimiento y una espiritualidad plena, entendiendo por esta la forma en la que el ser humano se acerca a su propia naturaleza y se relaciona con la o las divinidades.
Para ir finalizando, tal como lo plantean Bernal, T. y Melendro, M (2017) es importante destacar que la resiliencia además de ser estudiada por la psicología como ciencia de la conducta humana, también es incorporada como categoría de análisis para los planes y proyectos que para la humanidad vienen desarrollándose. Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su agenda 2030, diseña los Objetivos de Desarrollo Sostenible para ser aplicados por las naciones del mundo, en ella la resiliencia pasa a jugar un aspecto fundamental, relacionado con la búsqueda del desarrollo integral de los seres humanos y de las naciones. Desarrollo ligado a dimensiones emocionales, actitudinales y sociales que permitan no solo el desarrollo individual sino colectivo.
En conclusión, la resiliencia es una herramienta psicológica que permite al ser humano tanto en lo individual como colectivo vivir una vida plena, a través de la incorporación en la personalidad de una serie de cualidades emocionales, espirituales, conductuales y sociales que le permitirán a través de su vida resolver conflictos personales y colectivos.