Significado De Apología En La Apología De Socrates

Cuando comencé a realizar el trabajo lo primero que hice fue analizar el significado de apología. Palabra de origen griego que significa el discurso que se realiza en defensa o alabanza de alguien. En la Apología de Sócrates, este se defiende de una serie de acusaciones de corrupción que le imputan.

Desde el inicio de su defensa, Sócrates deja claro que él les hará oír toda la verdad. La verdad es el tema elegido por mí en este trabajo e intentaré ir desgranando el texto en relación con el mismo. Me parece un tema de actualidad; en la vida diaria, en la política, en las relaciones sociales, en las familiares… La gente en general miente, llega a admitir la mentira como algo normal en su comportamiento cotidiano sin ser consciente de las repercusiones que ello acarrea. La verdad dignifica a la persona, la otorga de valor, le ayuda a ser mejor. Por este motivo me parece destacable que en la segunda mitad del siglo V una persona, en este caso nuestro protagonista Sócrates, busque en todo momento de su vida la justicia y la verdad, pero no solo para sí mismo, sino también para los demás, estando dispuesto a asumir todo lo negativo que ello conlleve. Incluso la muerte. Desea que la gente se conozca a sí mismos para poder mejorar. Para él la virtud es sabiduría, conocimiento de uno mismo que lleva a la persona a obrar correctamente. Es saber dirigirnos personalmente en la travesía de nuestra vida en la forma más adecuada con el fin de alcanzar la felicidad a la que todos aspiramos.

Sócrates niega desde el principio tener habilidades oratorias, y expresa su intención de no basar su alegato en la elocuencia y persuasión sino en la veracidad. Comienza diciendo que nada de lo que han dicho sus acusadores es verdad y que él en cambio les hará oír toda la verdad porque lo que va a decir es justo. (17 a,b,c). No quiere que se preocupen los jueces del modo en el que va a expresarse, sino que pongan atención en el hecho de si es justo o no lo que dice, puesto que considera que la virtud del juez y la del orador consiste en decir la verdad (18 a). Pienso que Sócrates pone de manifiesto el arte de preguntar, lo que demuestra su inteligencia a la hora de diferenciar entre lo accesorio y lo fundamental con la intención de llegar a la verdad absoluta interactuando con sus acusadores y los jueces.

Sócrates quiere ayudar a las personas a encontrar su verdad y el sentido racional en sus vidas. Para él la verdad debe estar fundamentada en la razón. Las personas deben llegar a la verdad fundamentándola en dicha razón. Durante todo su discurso está tranquilo porque sabe que tiene toda la verdad y que ninguno de los que le acusan cuenta con esa ventaja. “Esta es la verdad señores atenienses, y en lo que digo ni les oculto ni disimulo nada, ni grande ni pequeño. Sin embargo, estoy casi seguro de que por eso mismo estoy despertando odios, lo cual también es testimonio de que digo la verdad, cuando afirmo que tal es el perjuicio en mi contra y tales sus causas” (24 b). Sócrates es consciente en todo momento de que puede ser condenado a muerte, pero a pesar de ello no está dispuesto a recurrir al engaño. Nosotros, de algún modo, también debemos intentar en nuestra vida que la verdad guíe todo lo que hacemos. Solo así viviremos con la conciencia tranquila. Defender nuestros principios, nuestras creencias, nuestros valores será la única forma de no perder nuestra razón de ser. De otra manera nuestra vida carecería de sentido. Aunque ello, a veces, nos lleve al inconformismo. Debemos ser personas críticas, con rectitud de intención.

A lo largo de su vida y como parece quedar demostrado en la Apología, el objetivo de Sócrates cuando daba las charlas en las plazas de Grecia era enseñar gratuitamente. Él lo aclara cuando dice que no cobraba por ello, ni tampoco tenía aspiraciones políticas. “Pues yo sí estoy presentando un testigo suficiente, creo, de que digo la verdad: mi pobreza” (31c). Para él enseñar era una labor sagrada.

El mundo está lleno de sofistas que, como los de la época de Sócrates, se creen en poder de la verdad absoluta. Se creen sabios cuando, muy por el contrario, como explica Sócrates, la persona que verdaderamente conoce toda la verdad es justo la que reconoce que no sabe nada. Se puede llegar entonces a la verdad reconociendo que no sabemos qué es lo verdadero. Todos deberíamos aplicar la máxima de Sócrates en nuestra vida: ser humildes. La humildad debe guiarnos siempre, pues solo así seremos capaces de aprender de nuestros propios errores y seguir hacia adelante.

A Sócrates, como él mismo dice, lo único que le importa es no cometer ninguna injusticia ni impiedad (32d). Está convencido de ello.

Sócrates quería llegar a la verdad de todo. Le importaba el conocimiento de sí mismo desde el punto de vista moral para obrar correctamente y que las demás personas también se conocieran realmente a sí mismas. Para él era de vital importancia este conocimiento personal para poder llegar a la bondad y a la felicidad. El hombre debía de cuidar su alma y no ocuparse tanto de las cosas materiales, del dinero… Le preocupaba la ignorancia. Obrar mal e injustamente es consecuencia de la ignorancia. Para Sócrates el mal es ignorancia y como considera que nadie obra mal queriendo, la persona que obra mal no debe ser castigada sino educada. Consideraba esta misión tan importante que no estaba dispuesto a renunciar a la práctica de esta actividad en el futuro. (28a2-34b5). Considera que el dios del oráculo le ha encomendado la misión de buscar la verdad y ayudar a los demás a que también la busquen y la encuentren, por este motivo no le teme a la muerte. (33c).

He aquí una nueva lección, a mi juicio, para aprender de Sócrates, el conocimiento personal de nosotros mismos que nos lleva desde la reflexión al autocontrol y a la serenidad que tan importantes y necesarios resultan en nuestro día a día. Ese autoconocimiento personal al que también podemos llegar mediante conversaciones con los demás, escuchándolos, porque seguro que pueden aportarnos algo nuevo. De esta forma ampliamos también nuestros conocimientos, nuestros horizontes. Probamos a ver las cosas desde la perspectiva de otros. Y mediante esa conducta, como hacía Sócrates, también tenemos la posibilidad de influir de alguna manera positivamente en los demás, atrayendo su atención, a la vez que nos enriquecemos personalmente.

Tras el veredicto de culpabilidad, Sócrates vuelve a decir como al principio de la Apología que él no está ahí para defender su vida sino la verdad. “Yo me voy ahora condenado a muerte por ustedes, pero ellos se van convictos de iniquidad e injusticia por la verdad” (39b). Así mismo, les pide a quienes le condenan ahora que traten a sus propios hijos de la misma manera que él trató a sus conciudadanos. “… si les da la impresión de que se preocupan de las riquezas o de cualquier otra cosa antes que de la virtud… háganles el mismo reproche que yo les hice a ustedes, por no ocuparse de lo que es debido y por creer en algo, sin tener ningún mérito” (41e).

Sócrates en su apología nos inspira una serie de valores, a los que he venido haciendo referencia en las líneas anteriores, que hoy en día y siempre deberían estar vigentes, tales como la Justicia (que es lo que desea), la Verdad (solo quiere hablar fundamentándose en ella), la Humildad (él no se considera sabio), la Sabiduría (él en su diálogo sabe siempre de lo que está hablando a diferencia de sus acusadores) y la Valentía (para aceptar su destino final).

Para mi Sócrates fue un sabio que solo quería llegar a la virtud a través de la verdad con el fin de que el hombre pudiera así alcanzar la felicidad haciendo el bien libremente. Como Jesucristo nos enseñó “la verdad os hará libres” (Jn 8, 32).  

15 July 2021
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.