Importancia de la Socialización De Enfermería Y Los Pacientes
Las raíces de la enfermería están firmemente ancladas en el servicio a otros: individuos, grupos y comunidades. Las enfermeras han incursionado a la profesión de enfermería para ayudar a las personas y atender las necesidades de atención de la salud en la sociedad. La orientación al servicio es evidente en el juramento de Florence Nightingale, que ha sido pronunciado por millones de enfermeras desde fines del siglo XIX. El proceso de aprendizaje incorpora aspectos que definen a la enfermera como profesional desde que comienza en la interacción con del proceso educacional hasta que culmine su carrera en enfermería. La sociedad influye en gran medida en la imagen pública del profesional de enfermería. Las enfermeras por medio de organizaciones han tenido la oportunidad de contribuir en los cambios de la profesión a través de los años. La enfermera debe conocer los procesos que moldean al profesional de enfermería más allá de la ocupación y como se desarrollan los profesionales como individuos.
El profesionalismo en enfermería se define como el proceso por el cual la ocupación de enfermería logra adquirir un estatus profesional donde se refleja el valor que la sociedad le otorga al trabajo de las enfermeras y la centralidad de este trabajo para el bien de la sociedad. Florence Nightingale (1860) estableció que la meta de enfermería es “poner al paciente en las mejores condiciones para que la naturaleza pueda sanar las heridas”. Esta es la esencia de la práctica en enfermería que se refleja en la enfermería contemporánea. El conocimiento, las habilidades y el fundamento ético de la enfermera afectan directamente la calidad de la atención prestada. Los valores de la profesión han dado dirección y significado a sus miembros, guían las conductas de enfermería, y son esenciales en la toma de decisiones clínicas e influyen en cómo las enfermeras piensan sobre sí mismas. Aunque las habilidades cambian y evolucionan con el tiempo, los valores fundamentales de la enfermería persisten y se comunican a través del Código de ética para enfermeras según la Asociación Americana de Enfermería (ANA,2011).
El proceso de socialización es el proceso de aprendizaje de las habilidades, roles y valores de la profesión, resultando en el desarrollo de la identidad como profesional. Implica la internalización de los valores y normas haciéndolos parte de lo que es la persona como enfermera. La concepción individual de lo que significa ser enfermera y actuar como enfermera ocurre inicialmente a través de la educación y luego se extiende al entorno laboral. El proceso ocurre a través del modelado de roles y el refuerzo de comportamientos socialmente relevantes.
La socialización en enfermería comienza en el entrenamiento de enfermería básica donde como estudiantes aprenden teorías que se aplicarán en la práctica, continúa cuando la enfermera con experiencia cambia de roles en su campo laboral o en alguna organización y finaliza cuando el profesional asume un rol de liderazgo donde aplica todo el conocimiento que le fue impartido a través de los años y adquirió durante su experiencia laboral. Para proporcionar un cuidado único a pacientes con diferentes culturas, las enfermeras de forma cuidadosa deben integrar las tradiciones culturales, valores y creencias en el plan de cuidado de sus pacientes. La teoría de Leininger (1991) reconoce la importancia de la cultura y su influencia en todo lo que envuelve al paciente, incluyendo sus creencias en la salud, el rol de la familia y la comunidad y sus prácticas alimentarias.
El cuidado al paciente es individual y único. La efectividad del cuidado las enfermeras dependen de como ejerzan su rol de comunicadoras empáticas y aprendan sobre diversas culturas para identificar y conocer las necesidades del paciente. Los modelos de socialización identifican progresión que se produce al aprender nuevos roles en las practicas profesionales. En la socialización debe existir adaptación al continúo cambio de roles. Las enfermeras deben tener conciencia y comprensión del factor ambiental que puede mejorar o restringir la práctica profesional de enfermería.
El proceso de socialización incluye factores importantes que cuando la enfermera ya está en el escenario de trabajo y puede significar un reto. El establecimiento de prácticas altamente burocráticas y no solidarias con el profesional de enfermería puede crear conflictos en la toma de decisiones de la organización sobre la práctica de la enfermera. El ofrecer cuidados a los pacientes requiere de experiencia en diferentes áreas de cuidado. La enfermera debe aprender a balancear los valores de su profesión y los de la organización para facilitar el proceso y disminuir considerablemente la cantidad de estrés y conflictos.
La participación en organizaciones profesionales es uno de los atributos de la enfermera profesional ya que permiten que tengan la oportunidad de participar activamente y colaborar en cambios futuros dentro de la profesión. Las enfermeras que participan activamente pueden amplificar su impacto en el cuidado y a salud de la sociedad apoyando las asociaciones profesionales. La contribución de la enfermería en la atención médica se ilustra por la naturaleza y la diversidad de sus roles de enfermería. En su esencia, la profesión de enfermería requiere una visión renovada del bienestar del paciente y un compromiso con la sociedad para el bienestar de todos. La enfermera debe demostrar buen juicio, pensamiento critico y compromiso en rol de cuidador. En la práctica y la educación sirven de modelo de roles, preceptores y mentores para guiar a los nuevos practicantes en su proceso de socialización y responsabilidades en el desarrollo profesional. La sociedad es compleja y está en constante cambio, a través de los procesos de aprendizaje los profesionales de enfermería nos desarrollamos para adaptarnos a los diversos individuos, grupos, situaciones clínicas y el campo laboral donde tenemos que desempeñarnos como agentes de cambio.