Tendencias Y Controversias: Vacunación En Niños
Recientemente el tema de la vacunación en niños ha estado muy presente en la prensa. Investigué acerca de los puntos a favor y en contra de la misma, al igual que la importancia de la vacunación y sobre porque ciertas persona conocidas como “anti vaxxers”, optan por no vacunar sus hijos. Comenzaré mencionando algunos puntos que apoyan la vacunación en niños y para efectos de este trabajo los resumí en cuatro puntos importantes. Primeramente las inmunizaciones pueden salvarles la vida a los niños. Hoy día, gracias a los avances en la medicina, los niños pueden estar protegidos de un gran número de enfermedades.
Algunas enfermedades que una vez erradicaron a miles de niños, han sido eliminadas por completo y otras están a punto de extinguirse, esto en gran parte gracias a vacunas. El polio por ejemplo, demuestra el impacto significativo que las vacunas han tenido en los Estados Unidos. Según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) ésta enfermedad una vez fue la más temida de Estados Unidos, causando la muerte y la parálisis en todo el país. Gracias a la vacunación hoy día no hay informes de la poliomielitis en los Estados Unidos Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), las vacunas solo se administran a los niños después de una larga y cuidadosa revisión por parte de científicos, médicos y profesionales de la salud. Se ha observado que los efectos secundarios graves después de la vacunación, son muy escasos. Los beneficios de prevención contra la enfermedad, al vacunarse, son mayores que los posibles efectos secundarios para la mayoría de los niños. Probando así el segundo punto de que las vacunas son seguras y eficientes.
El tercer punto es que las vacunas mantienen seguros a la comunidad completa, incluyendo poblaciones vulnerables. Los niños son una población vulnerable, su sistema inmune aún están en desarrollo. Algunos bebés son muy pequeños como para protegerse con la vacunación, otros tienen sistemas inmunes comprometidos por tratamientos como la quimioterapia o algunos no puedan recibir ciertas vacunas debido a alergias graves. Para proteger a esta población, es importante la inmunidad de rebaño. Según la Asociación Española de Vacunología, esto ocurre al tener un gran número de personas vacunadas con todas las inmunizaciones.
Por último, y no menos importante, las vacunas pueden ahorrar tiempo y dinero. Se creó el programa Vacunas para Niños (VFC por sus siglas en inglés) el cual es financiado por el gobierno federal y que proporciona vacunas sin costo a niños de familias de bajos ingresos. Vacunarse contra las enfermedades prevenibles con vacunas, generalmente está cubierto por un seguro, por lo que es costo efectivo. Algunas de estas enfermedades pueden ocasionar discapacidades a largo plazo y un gran costo financiero, debido a facturas médicas y pérdida de tiempo en el trabajo. Aunque existen todos estos puntos muy importantes que apoyan la vacunación, hay personas que no lo ven así. Rehúsan vacunar a sus hijos y sus razones las resumí en dos puntos importantes a continuación.
El primer punto en contra de la vacunación en los niños es que el gobierno no debe intervenir porque el vacunar al niño es decisión de los padres. El CDC recomienda obtener 29 dosis de 9 vacunas (más una vacuna contra la gripe cada año después de los 6 meses) para niños de 0 a 6 años. Ninguna ley federal exige la vacunación, pero los 50 estados requieren ciertas vacunas para los niños que ingresan a las escuelas públicas. Por tal razón alegan que se le está discriminando y se ven sin ninguna otra opción que tener que vacunar a los niños, ya que no todos pueden costear lo que sería una escuela privada. Si existen excepciones religiosas y fisiológicas (alérgico), pero estas requieren de aprobación médica. Los “anti vaxxers” creen que el sistema inmunitario de los niños puede tratar la mayoría de las infecciones de forma natural.
Por otra parte alegan sobre la cantidad exorbitante de vacunas que se les requiere a los niños. Dicen que son demasiadas las vacunas para un niño tan pequeño y que inyectar ingredientes cuestionables de la misma, en un niño puede causar efectos secundarios como: convulsiones, parálisis y muerte. Aquí entran su segundo punto, sostienen que numerosos estudios demuestran que las vacunas pueden ocasionar problemas como el autismo y la diabetes. Los grupos contra la vacunación y los padres comenzaron a usar el artículo de Wakefield como justificación para no vacunar a sus hijos. En febrero de 1998, Andrew Wakefield, MD, publicó un artículo en el cual afirmó que “la vacuna MMR, está asociado con el autismo”.
Al investigar ambos lados sobre la vacunación en niños, yo pienso que como futura profesional de la salud, sí es necesaria la vacunación en esta población. Es triste que las personas estén obviando la importancia de vacunar a sus niños. Gracias a esto han resurgido casos de enfermedades como la tos ferina y el sarampión. Según el CDC desde 2010, ha habido entre 10,000 y 50,000 casos de tos ferina en niños menores de cinco años de edad, cada año en los Estados Unidos, hasta la actualidad.
Entiendo en parte las alegaciones de los “anti vaxxers”, son muchas las vacunas que tiene que ser administradas a nuestros niños, pero aunque las vacunas pueden presentar sensibilidad en el lugar de la inyección, incomodidad, enrojecimiento y dolor, esto es mínimo en comparación con el trauma, dolor e incomodidad de las enfermedades prevenibles por inmunizaciones. De igual forma con los avances en los últimos años la cantidad ha disminuido, ya que se busca cada vez más unir en una sola vacuna la inmunización para varias enfermedades así como: DTaP (protege contra tosferina, tétanos y la difteria) y la MMR (protege contra rubeola, paperas y sarampión).
Opino también que existe un caso serio de falsa información y falta de educación, por ejemplo, la alegación de los “anti vaxxers” sobre la relación de la vacunación con el autismo. Se basan en estudios que supuestamente si encontraron la relación, así como el mencionado anteriormente el de Wakefield. Sin embargo entre 2003 y 2012, Brian Deer, examinó este artículo y lo acusó de falsificar información médica de niños y esencialmente inventar una falsa imagen, para provocar un miedo a la vacunación. La revista médica Lancet, quien publicó el artículo de Wakefield, afirmó que el documento no establece vínculo causal entre la vacuna MMR y autismo, ya que los datos fueron insuficientes. Lancet retractó el artículo de Wakefield, el 2 de febrero de 2010, afirmando que varios de los datos en este eran incorrectos.
El 5 de enero de 2011, el “British Journal of Medicine” publicó un artículo que expuso a Wakefield, en este se encontró que él recibió más de $674,000 de abogados y que, de doce niños examinados, cinco tenían problemas de desarrollo antes de vacunarse y tres nunca tuvieron autismo. Como resultado, el 24 de mayo de 2011, Gran Bretaña le quitó su licencia médica, declarando que había abusado de su posición de confianza y había desacreditado a la profesión médica. Deer no fue el único, ya que más investigaciones rechazaban el vínculo entre las vacunas y el autismo. En el 2011, el Instituto de Medicina (IOM) publicó un informe, en el cual establecen que “la evidencia favorece el rechazo de una relación causal entre la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) y el autismo”. Por otra parte la Colaboración Cochrane, en una investigación independiente, del 15 de febrero de 2012, concluyó que ‘no se pudo evaluar una asociación significativa entre la inmunización MMR y las siguientes condiciones: autismo, asma, leucemia, fiebre del heno, diabetes tipo 1, marcha alteración, enfermedad de Chrohn, entre otras”.
Con tanta información probada mediante investigaciones, que fueron revisadas y corroboradas, estoy de acuerdo que el problema no es vacunarse, sino como ya mencioné la falta de educación. Debemos enfocarnos en los hechos, vemos cómo a través del tiempo algunas enfermedades han sido erradicadas, por lo que opino que debemos seguir encaminados a un futuro donde continuemos eliminando estas enfermedades. Hago la salvedad que a pesar que ya no se vean estas enfermedades en los Estados unidos o en Puerto Rico, debemos continuar vacunando a los niños. Esto debido a que estas enfermedades si existen en otras partes del mundo y es posible que al viajar se reintegren, donde se puede propagar nuevamente si no hay una vacunación adecuada. Si dejamos de vacunarnos, no estaremos protegidos de estas enfermedades: la inmunidad de rebaño nos protege solo si suficientes personas continúan vacunándose. Si continuamos vacunando ahora y vacunamos por completo, los padres en el futuro pueden confiar en que algunas enfermedades de hoy en día ya no dañarán a sus hijos en el futuro.