Todo Lo Que Necesitas Saber De Bélgica

Introducción

Bélgica es un país soberano, miembro de la Unión Europea, situado en el noroeste europeo. El país cubre una superficie de 30 528 kilómetros cuadrados y posee una población de 11 409 077 habitantes según la estimación de 2016.2 Su capital es Bruselas mientras su ciudad más poblada es Amberes. Es un Estado multilingüístico con tres lenguas oficiales: el 57 % de su población, en la región de Flandes principalmente, habla neerlandés, mientras que cerca del 42 % habla francés (en la región de Valonia, al sur, y en la Región de Bruselas-Capital, una región oficialmente bilingüe que acoge una mayoría de hablantes de francés). 

Desarrollo

Menos de un 1 % de los belgas vive en la Comunidad germanófoba, donde hablan alemán, junto a la frontera al este del país. A menudo, esta diversidad lingüística lleva a severos conflictos políticos y culturales, muy parecidos a los de otros países bilingües, reflejándose en el complejo sistema de gobierno de Bélgica y en su historia política. El cambio climático constituye una de las mayores amenazas que penden sobre el planeta. Si el aumento de la temperatura terrestre supera en más de 2 °C los niveles preindustriales, probablemente el cambio climático sea irreversible y posiblemente las consecuencias a largo plazo sean enormes. 

Las zonas bajas de la Tierra, que incluyen grandes porciones de numerosos países europeos, podrían acabar desapareciendo bajo los crecientes niveles del mar. Además, en muchas zonas del mundo no habría agua dulce suficiente para seguir viviendo. Aumentaría la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos que causan daños físicos y económicos. Las economías podrían entrar en declive debido al coste que supondría afrontar climas diferentes. Para la Unión Europea, el camino que se debe seguir consiste en una política integrada de energía y cambio climático, puesto que el uso intensivo de combustibles fósiles es una de las causas principales de dicho cambio. 

La UE respalda esta política en marzo de 2007, lo que demuestra que Europa ostenta el liderazgo mundial en la lucha contra el cambio climático, al tiempo que prepara el camino para reforzar la seguridad del suministro e incrementar la competitividad. Una política integrada de energía y cambio climático implica la puesta en marcha de una nueva revolución industrial para cambiar la manera en que producimos y utilizamos la energía, así como los tipos de energía que utilizamos. El objetivo es dar paso a una economía respetuosa con el clima, basada en una combinación de tecnologías y fuentes energéticas con bajos niveles de emisión de carbono.

La Unión Europea han decidido lo siguiente: Ahorrar el 20 % de consumo de energía previsto para 2020, a través de la mejora de la eficiencia energética; Aumentar hasta el 20 % la cuota de energía renovable en el consumo global de energía, es decir, prácticamente triplicar el nivel actual de aquí a 2020; Incrementar diez veces (hasta el 10 % como mínimo) la cuota correspondiente a los biocombustibles en el consumo global de gasolina y gasoil de aquí a 2020, siempre y cuando los biocombustibles de «segunda generación» sostenibles, procedentes de cosechas no alimentarias, estén disponibles en el mercado.

Desarrollar y promover tecnologías con bajos niveles de emisión o emisión cero, incluida la captura y el almacenamiento de carbono, es decir, impedir la entrada de CO₂ en la atmósfera, capturándolo y almacenándolo bajo tierra, en yacimientos agotados de gas o en minas de sal, de manera que puedan contribuir en gran medida a reducir las emisiones de aquí a 2020; Mejorar la integración de los mercados energéticos de la UE, tendiendo al establecimiento de unos mercados europeos de la electricidad y el gas más competitivos; Mejorar la integración de la política energética de la UE con otras políticas, no solo la medioambiental, sino también la comercial, la agraria y la de investigación.

Reforzar la cooperación internacional: si la UE puede adoptar un enfoque común con respecto a la energía y expresarlo con una sola voz, también puede encabezar el debate mundial. Escasez de agua inminente debido a la contaminación de las fuentes de agua potable. La escasez de agua se refiere a la falta de suficientes recursos hídricos para satisfacer las demandas de consumo de agua en una región. El problema de la escasez de agua afecta a alrededor de 2800 millones de personas en todos los continentes del mundo durante al menos un mes cada año. Más de 1300 millones de personas no tienen acceso a agua potable salubre.

Los principales objetivos de la Política Ambiental de la UE son: Preservar el medio ambiente y mejorar su calidad; Proteger la salud humana; El uso prudente y racional de los recursos naturales del ambiente a escala regional y global. Los principios fundamentales de la Política Ambiental de la UE son la ética, el bien público y económico. La política ambiental tiene en cuenta aspectos como el desarrollo de la investigación científica, las condiciones ambientales de las distintas regiones, los costos y beneficios de la acción comunitaria en determinadas zonas, las condiciones económicas y sociales, e incluso también las medidas de precauciones necesarias.

Porque se parte de la premisa que es prioritario buscar evitar el daño. Las normas relativas a la política ambiental son los siguientes: Previsión; Prevención (medidas implementadas antes que el daño ambiental pueda ocurrir);  Reparar los daños (el daño debe repararse en el mismo lugar o cerca de su origen); Principio de ‘quien contamina paga’ (los daños al medio ambiente corren por cuenta de quien los causa); Subsidiariedad (en principio cada Estado debe restaurar el equilibrio ante un daño. La UE se limita a intervenir solo cuando es capaz de hacer más que el país Miembro); Integración (la protección del medio ambiente debe integrarse en todos los ámbitos de las políticas comunitarias).

Conclusión

En líneas generales, la implementación de la Directiva Marco del Agua se basa en un marco legislativo transparente, eficaz y coherente, de acuerdo con el calendario previsto en ciclos repetidos de la planificación que se completará en 2015, 2021 y 2027. La evaluación de los planes hidrológicos de cuenca realizados en 2012 por la Comisión Europea muestra que, bien se ha avanzado en la mejora de los recursos hídricos, la aplicación de las directivas de agua es un proceso continuo que requiere de grandes recursos financieros. Finalmente, este sistema único para mejorar las condiciones del agua que reúne 28 países europeos y con su base legislativa puede servir de modelo para su uso en otras regiones del mundo. 

22 October 2021
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