Trastornos Mentales y sus Prejuicios Sociales en Chile
El ser diagnosticado por una enfermedad de trastorno mental, ¿qué traerá consigo?, Primero dejemos claro lo que entendemos por trastornos mentales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS): Hay una gran variedad de trastornos mentales, cada uno de ellos con manifestaciones distintas. En general, se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás. (Organizacion Mundial de la Salud)
¿Pero se entenderá esto realmente por trastorno mental en la sociedad? Lo que tenemos que evidenciar, es que pasa por el paciente que es diagnosticado con un trastorno mental, lo primero es que a nivel social crea automáticamente una serie de prejuicios y discriminaciones en varios ámbitos; laboral, educacional, social y en lo que concierne al paciente, como tal, una sensación de temor. La discriminación en general ocurre por la falta de información, muchas veces nos encontramos con frases como “si vas al psicólogo es por estar loco”, “los esquizofrénicos nos pueden matar en cualquier momento” es por esto que se forma una falsa sensación de sabiduría frente a los trastornos mentales y más aún frente a procesos psiquiátricos de las personas. Ahora Pensando en una enfermedad cualquiera como el cáncer, automáticamente las personas se compadecen al saber que alguien padece esta enfermedad y recurren a ayudarlo, pero al tratarse de una enfermedad tal como la esquizofrenia o trastornos psicóticos se crea una sensación de miedo, que luego pasa a un miedo colectivo y lo que termina en una invisibilización y distanciamiento social.
Hasta ahora de lo que va este ensayo nos hemos enfocado en el ámbito social, pero pensemos en el ámbito laboral, a la hora de presentarse dos personas, una con trastornos mentales y otra en lo que se podría denominar como “buen estado de salud”, cual crees que será la recepción por parte de la empresa, siendo que ambos candidatos presentan las mismas características en desempeño salvo el ya mencionado problema de salud, ¿a quién crees que contrataran? Lo más probable es que contraten a la persona sana y extendiéndolo aún más este mismo ejemplo podríamos llevarlo a otra situación como la de una institución educacional, la cual se esperará una respuesta muy parecida, todos estos problemas experimentan las personas diagnosticadas con trastornos mentales, que obviamente va más allá de la propia enfermedad, pero ¿qué hacen países como chile frente a este problema?
Hoy en día en el ámbito laboral de Chile existe una baja tasa de empleabilidad para personas con trastornos mentales, esto se da principalmente por dos factores. El primero es que según la Organización Panamericana de la Salud (OMS) y el Ministerio de la Salud Chile se posiciona en los países con mayor carga de morbilidad por enfermedades psiquiátricas(23,2%) en el mundo, el segundo es que en Chile según el Ministerio del Trabajo y Prevención Social, no existen disposiciones legales que obliguen a los empleadores a contratar un cierto porcentaje de empleados con discapacidad mental, ni tampoco existe para otros tipos de discapacidad. En chile existen más de 600 mil personas con discapacidad mental, ya sea psiquiátrica o intelectual, solo el 19% de ellas accede a algún trabajo remunerado, y los que acceden generalmente son en condiciones precarias, con bajas remuneración, horarios parciales y alta inestabilidad, tan solo evidenciar que su situación laboral es peor que la de quienes sufren discapacidad física, visual o auditiva, los cuales poseen una empleabilidad del 30%.
Ahora pasando a otro ámbito como el de la educación, tan solo basta con evidenciar la falta de preparación de las instituciones a la hora de aceptar un niño con trastornos mentales, Según el Ministerio de Educación, el 13,7% de las escuelas primarias y secundarias del país tienen al menos un profesional de la salud mental a tiempo parcial o completo, un porcentaje un tanto bajo para un país como chile, top mundial de morbilidad por enfermedades psiquiátricas como ya fue mencionado.
En Chile haciendo un recuento de todas las medidas y planes de acción que ha tomado por las cifras alarmantes de trastornos mentales, no encontraremos muchos, basta con decir que el sistema de salud mental en chile se basa en un plan de Salud Mental y Psiquiatría de año 2000, y esta despreocupación se ve reflejada sobre todo en el gasto que tiene el estado en salud mental, según el Colegio de Psicólogos de Chile: Chile gasta el 1,9% (2019) del presupuesto total de salud en salud mental, cifra muy inferior al 5% planteado por el Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría del año 2000 y aún más inferior que en los países de la OCDE. A modo de ejemplo, Australia destina el 9,6%, Suecia y Nueva Zelanda el 11,%. (Colegio de Psicologos de Chile)
Después de dejar evidenciado todo lo que enfrenta una persona con alguna enfermedad de trastorno mental y la clara falta de interés hasta de su propio país solo queda hacer un cambio a nivel personal, erradicar estos prejuicios sociales y empezar a informarse acerca de los trastornos mentales, más aun viviendo en un país como chile, con tan alta taza de morbilidad por enfermedades psiquiátricas, nos queda claro que en nuestro país se está cometiendo un atropello a las personas con trastornos mentales, se están dejando de lado y lo peor se están invisibilizando, como dejamos claro, una discriminación a la hora de buscar trabajo, claras cifras de desempleo no solo de chile sino del mundo, y muchos prejuicios que solo empeoran la situación, no muy distante en ámbitos educacionales también se comete esto, por la falta de preparación a la hora de la institución en sí, bajo porcentaje de presencia de profesionales y capacitación por parte de los profesionales,
