Víctimas De Violación A Derechos Humanos De La Diversidad Sexual

Introducción

El presente ensayo es de tipo argumentativo y versara sobre la grave situación de violación de derechos humanos de las víctimas de la diversidad sexual, sector de la población que podría categorizarse como víctimas del sistema social de acuerdo con la tipología de Neuman, mismas que representan las minorías sexuales (De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación, casi 2 millones 700 mil personas en México declaran no ser heterosexuales, lo cual representa 3.2% de la población nacional) y podrían también denominarse víctimas estructurales de un sistema hegemónico heteronormativo dominante, en esta línea es importante señalar que se abordaran patrones culturales, prejuicios y estigmas que han contribuido a que esta población sea susceptible de actos violentos y discriminantes aunados a la binariedad del sistema sexo-genérico que sigue rigiendo la sociedad actual y donde se niegan otras diversidades que se oponen a la heterosexualidad sustentada históricamente bajo un enfoque biologicista y a razón de la reproducción. En este mismo tenor, se intentará efectuar un análisis integral desde un enfoque sociocultural construccionista, con perspectiva de género, de derechos humanos y desde la óptima de una victimòloga en formación.

Desarrollo

Es preciso mencionar que, para tener una mejor apreciación de la temática se ira incluyendo información básica y de lenguaje acorde a las directrices nacionales aceptadas en materia de diversidad sexual y de género, así como datos históricos y estadísticas nacionales que favorezcan un análisis asertivo del proceso de victimización a partir de conceptos necesarios para el respeto a los derechos humanos de las personas lesbianas, gay, bisexuales, transgénero, transexuales, travestis e intersexuales (LGBTTTI).

Lo anterior, con el objetivo de demostrar que aún existe mucho por reivindicar en materia de los derechos de la diversidad sexual y lo que respecta a su atención integral como víctimas, ya que sigue prevaleciendo un desconocimiento generalizado tanto en las instituciones como en la sociedad mexicana, por lo que se requiere apostar por la consolidación de una ciudadanía sexual, misma que propicie un mayor nivel de aceptación en la sociedad respecto a las diversas especificidades de la disidencia sexual con el fin de lograr su reconocimiento, como también condiciones de igualdad jurídico-institucionales con el resto de la sociedad.

Ciertamente, la esperanza para el reconocimiento y respecto de la diversidad sexual consiste, entre otras cosas, en resignificar el sentido de prácticas para que sean reconocidas como legítimas, legales y justas. Cuando afirma que una opción fundamental es una política desde la perspectiva de género, la cual sirva para develar la posición de desigualdad y subordinación de las mujeres en relación con los varones, pero también permita ver y denunciar los modos de construir y pensar las identidades sexuales desde una concepción de heterosexualidad normativa y obligatoria que excluye.

¿Y qué es la diversidad sexual?

Antes de seguir parece importante que aclararemos brevemente a que se refiere el termino tan controversial como es la diversidad sexual, para Weeks, hace alusión a la condición de ser diverso, es decir, al hecho de ser diferente y desigual y refiere a una dicotomía respecto a la norma, que es la heterosexualidad. De acuerdo con el mismo autor la diversidad sexual abarca las sexualidades plurales, polimorfas y placenteras como la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad y el transgénero (travestis y transexuales), ya sea como identidades esencializadas o como prácticas sexuales sin carácter identitario.

Otro concepto es que la diversidad sexual hace referencia a todas las posibilidades que tienen las personas de asumir, expresar y vivir la sexualidad, así como de asumir expresiones, preferencias u orientaciones, identidades sexuales y de género distintas en cada cultura y persona. En síntesis, es el reconocimiento de que todos los cuerpos, todas las sensaciones y todos los deseos tienen derecho a existir y manifestarse sin más límites que el respeto a los derechos de las otras personas. Por último, para Guillermo Núñez, dicho término se usa para referirse a la otredad de la heterosexualidad.

No es suficiente, la realidad nos sobrepasa

Ahora bien, analizar los factores sociales de un tema tan complejo como lo es la violación de los derechos humanos de las víctimas de la diversidad sexual, representa un desafío contante pero necesario para lograr la igualdad en la diversidad sexual y del derecho a ejercerla, ya que si bien en el aquí y el ahora esta población pareciera figurar en todo un marco normativo estatal, nacional e internacional de protección a derechos humanos como lo es a la no discriminación, donde en materia legal es notable que se han logrado avances para proteger a las personas de la diversidad sexual. 

No obstante, se puede enfatizar que en la vida social y cultural actual siguen siendo insuficientes todas estas acciones de protección, ante las distintas violencias de las cuales siguen siendo objeto y por la deuda histórica que sigue persistente con las victimas olvidadas e invisibilizadas, sin duda se requiere promover una ciudadanía más inclusiva y justa. Al respecto Luz Galindo, menciona que se reconocen en general avances en materia de diversidad sexual y derechos a nivel nacional, sin embargo, cuando se trata de acciones concretas para traducir buenas intenciones en hechos reales, todavía hay brechas importantes. En México el desconocimiento legítimo de la existencia de las minorías sexuales, la igualdad con base en representación y la inclusión en términos de derechos están lejos de ser una realidad.

En efecto, para la población general de esta sociedad mexicana el tema de las diversidades sexuales está invisibilizando en la cotidianidad, se torna como un tema prohibido, patologizante, pecaminoso, anormal, perverso, sucio, moralmente ofensivo, como una situación que contraría a la biología y agrede todo orden natural. 

Nos encontramos ante una sociedad desigual con saberes y opiniones diversas pero donde un mismo código moral pareciera regir la sexualidad, las reglas de interacción y socialización se asemejan e imponen, existe una constante resistencia a salir de aquel binario de masculinidad y feminidad, pues predomina una legitimación de una sola sexualidad natural que está socialmente determinada y no da cabida a otras sexualidades, reprime y tiende a dar un trato diferenciado a aquello que no considera normal por lo que reprime libertades y genera diversas violencias. Para la OMS, la violencia es el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo o una misma, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. 

Para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), es muy importante abordar el tema de la violencia relacionada con la identidad o expresión de género, particularmente por las consecuencias graves que se generan en la vida de las personas LGBTTTI, un ejemplo de estas violencias es la Violencia homofóbica y transfóbica que son un tipo específico de violencia de género basada en la orientación sexual real o supuesta o la identidad de género, esta no sólo afecta a quienes son homosexuales, bisexuales, transgénero o intersexuales, sino también a los que son percibidos como no conformes con las normas de género prevalecientes. 

Es así que, las mujeres lesbianas, bisexuales y trans y los jóvenes LGBTTTI se encuentran particularmente expuestos al riesgo de violencia física, psicológica y sexual en el ámbito familiar y comunitario. A menudo, las personas de la diversidad son víctimas de violencia y discriminación cuando huyen de persecuciones buscando refugio.

¿Y que nos dicen las estadísticas de la diversidad sexual a nivel nacional?

Con el fin de sustentar todo lo antes mencionado y acotar numéricamente la situación nacional de exclusión, homofobia, transfobia, violencias diversas y violación de derechos humanos de la población LGBTTI, se brindarán algunos datos de la situación actual en la materia. En particular, México atraviesa una “crisis de graves violaciones de derechos humanos en general, tal como lo menciona la comisión interamericana de derechos humanos, en el informe sobre la situación de los derechos humanos en México, es importante señalar de acuerdo a la comisión estatal de Derechos Humanos (CEDH), se han emitido 6 recomendaciones por buscar hechos corroborados violatorios de derechos humanos de personas LGBTTTI, determinando que tales hechos transgredieron los derechos a la no discriminación, libertad, seguridad personal, vida privada.

En este mismo orden de ideas, el diagnostico de situaciones de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, transvertis, transexuales, intersexuales y queer de México, resalta que del total de mujeres trans y mujeres y mujeres lesbianas encuestadas mencionaron que 42 y 39% expresaron haber sido discriminadas en los espacios.

Según la Enadis siete de cada diez personas LGBTTTI declararon haber sentido discriminadas en espacios educativos y la mitad manifestó haber vivido, por lo menos una vez, situaciones de acoso, hostigamiento o discriminación. En el diagnóstico nacional sobre discriminación hacia personas LGBTTTI en México muestra que seis de cada 10 integrantes de esta población consideraron que su orientación sexual es un obstáculo para acceder a un empleo y 25% de quienes lo tienen señalo maltratos. Además, el 43% debido a su identidad de género u orientación, vive hostigamiento y acoso constante en su lugar de trabajo y un 78% refirió que la discriminación por esos motivos ha perjudicado su desarrollo profesional y laboral.

Por otro lado, la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, menciona que 7 de cada 10 personas homosexuales y lesbianas señalan estar totalmente de acuerdo y de acuerdo en parte en que en México no se respetan los derechos de las personas de la diversidad sexual y que cada 2 personas lesbianas, homosexuales o bisexuales considera que el principal problema que enfrenta es la discriminación, seguida de la falta de aceptación y las críticas y burlas. De cada 10 mexicanos/as no estarían dispuestas a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales Y de cada 10 mexicanos/as, sin importar el rango de edad (de 12 a 49 años), opinan que la preferencia sexual provoca mucha división entre la gente.

Crímenes de odio

Mientras que Bito, en su investigación revela que de los datos obtenidos a partir del monitoreo de Medios nacionales de comunicación al menos 381 personas LGBTTI fueron asesinadas presuntamente por motivos relacionados a la orientación sexual, la identidad y / o la expresión de género real o percibida de las víctimas en un periodo de 5 años que va de enero de 2013 a diciembre de 2017. Mientras que lo que respeta a la orientación sexual / identidad de género percibida de las víctimas, se encontró que son las mujeres trans las que reportan el mayor número de asesinatos con al menos 209 casos, lo que representa casi 55% del total de todos los casos; seguidas de los hombres gay / homosexuales con al menos 158 casos, representando 41.5% de los casos; 3 mujeres lesbianas (0,8%); y 6 hombres bisexuales (1,6%).

En el informe denominado “Violencia extrema, Los asesinatos de personas LGBTTTI en México: los saldos del sexenio 2013-2018”, result de la investigación se arrojó que al menos 473 personas LGBTTI fueron asesinados presuntamente por motivos relacionados a la orientación sexual, la identidad y / oa la expresión de genero real o percibida de las víctimas en el periodo de 2013 a 2018, la violencia ejercida en cuanto al arma usada e las víctimas, 142, fueron ultimadas con arma blanca o filosa (cuchillos, navajas, machetes, etc .), lo que representa un tercio de los casos (33%) que incluyen esa información; 139 fueron ejecutadas con arma de fuego, casi un tercio también (32,3%); 50 fallecieron por asfixia o estrangulamiento provocado por un objeto constrictor (lazos, cables, cinturones, etcétera); 49 fueron golpeadas con un objeto contundente (piedras, tubos, palos, bates de béisbol y otros objetos similares); 38 debido a la fuerza física ejercida por los homicidas (golpes y patadas); y 7 fueron atropelladas o rematadas por un vehículo luego de ser mortalmente herida. 

En 43 casos no se encontró información sobre el arma usada. Lo que respeta a las mujeres trans o personas trans con expresión femenina son las más expuestas a sufrir actos de violencia homicida, ya que fueron las víctimas más numerosas con 261 transfeminicidios, lo que representa 55% del total; seguidas de los hombres gay / homosexuales, con 192 casos, 40% del total. Así mismo, se registraron los feminicidios de 9 mujeres lesbianas; los homicidios de 5 hombres bisexuales, o percibidos como tales; y el feminicidio de una mujer bisexual o percibida como tal.

Estigmas y prejuicios como factores de la discriminación a la diversidad sexual

La discriminación es un fenómeno social que vulnera la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas. Ésta se genera en los usos y las prácticas sociales entre las personas y con las autoridades, en ocasiones de manera no consciente. Gran parte de los factores de este fenómeno tiene su origen en los estigmas, los cuales se construyen socialmente a partir de una condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que quien lo porta se incluir en un grupo social hacia quienes se genera una respuesta negativa y se les ve como culturalmente inaceptable o inferior. 

El concepto fue acuñado en 1963 por el sociólogo estadounidense Erving Goffman, y este concepto es definido como una marca social negativa que menosprecia a un grupo social (grupo étnico, religión, nación, homosexualidad, etc.) y que estropea la identidad normal, es así que la construcción de un estigma suele realizar para poner en contraposición la existencia de un grupo ajeno considerado como verdadero; por lo tanto, debe hacer referencia a elementos diferentes, elementos propios de ese grupo objeto de estigma que lo hacen profundamente distinto; es por ello que el estigma es utilizado para hacer referencia a un atributo profundamente desacreditador.

También se dan prácticas discriminatorias basadas en los prejuicios, entendiendo por este término una evaluación que se realiza sobre alguien o algo sin contar con algún fundamento o conocimiento de causa, este tipo de evaluación refleja la internalización de ideologías culturales en las que se alojan ciertas asignaciones de valor a grupos o miembros de estos, siendo frecuente la atribución de características negativas a quien se juzga, lo que la manifestación de actos hostiles de sus derechos.

Conclusión

Estos prejuicios sociales en conjunto con la religión, han dado origen a un proceso de estigma y discriminación que ha llevado a través de la historia a personas, según la época, a ser llevadas a la hoguera por la inquisición, posteriormente a cárceles o manicomios, o simplemente a ser excluidas de la sociedad o relegadas a labores nuestros específicos (por ejemplo, hasta días, la mayoría de las mujeres transgénero o transexuales encuentran dificultades para emplearse por lo que gran parte de ellas optan por el estilismo, o el trabajo sexual, pues en otras profesiones son rechazadas.

Un ejemplo de lo anterior, es la discriminación por homofobia y transfobia que prevalece en nuestro país. De acuerdo a la segunda Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, 83.4 por ciento de mexicanos y mexicanas reportaron que alguna vez han sentido que sus derechos no han sido respetados por motivos de preferencia sexual. 

17 August 2021
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