Agricultura Ecológica: Definición, Principios Básicos, Perspectivas Y Oportunidades
La agricultura ecológica, biológica (en países de habla italiana, francesa y portuguesa) u orgánica (en países angloparlantes) es un sistema de producción y elaboración de productos agrarios cuyo objetivo es la obtención de alimentos de máxima calidad, con un alto valor nutricional y organoléptico, respetando el medio ambiente. La agricultura ecológica tiene como principales objetivos:
- La obtención de alimentos de máxima calidad, saludables, de alto valor nutritivo y libres de residuos tóxicos.
- Orientar la actividad agraria como un sistema de producción sostenible, abordando aspectos tales como:
- Respetar los sistemas y ciclos naturales sin intentar dominarlos.
- Preservar y mejorar el suelo, el agua y las plantas; así como el equilibrio entre ellos, fomentando el aprovechamiento de los ciclos bióticos naturales, donde participan los microorganismos, la flora y la fauna del suelo.
- Contribuir a alcanzar un alto grado de biodiversidad agrícola y de su entorno.
- Uso responsable de la energía y de los recursos naturales como el agua, el suelo, las materias orgánicas y el aire priorizando la autosuficiencia.
- El respeto por el medio ambiente.
- La prevención de riesgos naturales y mejor utilización de los espacios rurales.
- Favorecer la interrelación productor – consumidor.
- Evitar cualquier forma de contaminación resultante de la actividad agrícola.
- Contribuir a conseguir por parte del agricultor resultados satisfactorios en un entorno de trabajo saludable.
La actual política agrícola de la Unión Europea se plantea como objetivo prioritario que la actividad agraria, el desarrollo de las comunidades rurales y la conservación del medio ambiente vayan de la mano, tratando de satisfacer tanto las necesidades de los agricultores, como de los consumidores. Con el fin de alcanzar este objetivo, en los últimos años se han promovido una serie de medidas, como las buenas prácticas agrarias o la producción integrada. Así, la producción ecológica, con sus principios y prácticas fundamentales, se presenta igualmente como una alternativa más para subsanar muchos de los problemas de la agricultura industrializada.
La agricultura ecológica no es simplemente el uso de técnicas tradicionales agrarias; sino que integra técnicas y prácticas tradicionales y modernas, incorporando amplios conocimientos sobre ecología, suelos, nutrición de las plantas, manejo de plagas y flora adventicia, potencial genético de los cultivares, biodiversidad, manejo de las técnicas agrícolas, etc.
Así pues, la producción ecológica desempeña un papel social doble, aprovisionando, por un lado, un mercado específico que responde a una demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores y, por otro, proporcionando al público bienes que contribuyen a la protección del medio ambiente, al bienestar animal y al desarrollo rural.
Principios básicos de la Agricultura Ecológica
El suelo es un medio vivo y dinámico: El suelo es un sistema biológicamente activo, que posee una amplia y diversificada fauna y flora, que se integra en la fracción mineral, y que depende de la transformación de la materia orgánica y del ciclo de los nutrientes. Es esencial mantener y mejorar la fertilidad y la estructura del suelo, evitando la erosión, la compactación o el agotamiento mediante técnicas de cultivo adecuadas como la fertilización orgánica, rotaciones diversificadas, asociaciones de cultivos, evitando labores profundas, mejorando la forma y la calidad del riego, promoviendo el uso de abonos verdes y cubiertas vegetales, etc.
Sistemas de producción agraria diversificados: El monocultivo promovido por la agricultura intensiva ha provocado un creciente desequilibrio ecológico en los ecosistemas. La Producción Ecológica potencia la diversificación y la integración de las actividades vegetales y animales, incluyendo la forestal. La diversificación de las explotaciones contribuye a recuperar la fertilidad de los suelos, disminuyendo la presencia de plagas, enfermedades y flora adventicia y genera explotaciones agrarias más sostenibles. Se potencia la utilización de variedades tradicionales y la rotación de cultivos, manteniendo así la diversidad genética de los sistemas agrarios y su entorno.
Protección de las plantas cultivadas: La agricultura ecológica utiliza una serie de prácticas, como el control biológico, los métodos de control físicos, el empleo de sustancias naturales, el empleo de variedades resistentes, y otras prácticas culturales que permitan conseguir un control equilibrado de plagas, enfermedades y plantas adventicias.
Conservar la naturaleza y restablecer los equilibrios naturales: Es importante conservar los elementos del medio natural y restablecer los equilibrios biológicos en las explotaciones, como los setos que constituyen zonas de protección y alimento para la fauna beneficiosa y contribuyen a la diversificación del paisaje. Se deben utilizar de forma responsable los recursos naturales y renovables, empleando sistemas agrícolas lo más autosuficientes posible y reutilizando los nutrientes.
Esto se consigue mediante distintas técnicas:
- Lucha biológica contra plagas y enfermedades.
- Empleo de sustancias naturales procedentes de plantas o minerales tanto para la nutrición como en la lucha contra plagas y enfermedades.
- Uso de especies y variedades resistentes a las plagas y enfermedades.
- Mantenimiento de la biodiversidad y protección de los enemigos naturales de las plagas.
- Aplicación de prácticas culturales adecuadas.
- Utilización de métodos físicos de lucha contra plagas y enfermedades.
- Diversificación de la producción, incluyendo forestales, mediante la asociación y la rotación de cultivos.
- Utilización de plantas atrayentes o repelentes de plagas.
- Adecuado manejo del suelo considerándolo un elemento vivo e importante, teniendo en cuenta todos los organismos que viven en él y mejorando su contenido en humus.
- Adecuado manejo de la flora y la fauna.
- Prohibición de la utilización de productos químicos de síntesis. Toda la materia, viva o muerta, está compuesta de elementos químicos y la producción ecológica utiliza productos químicos para abonar, proteger los cultivos y para la sanidad animal, pero utiliza productos químicos de origen natural, no sintetizados de forma artificial.
- Prohibición del uso de OMG (Organismos Modificados Genéticamente) y productos producidos a partir o mediante OMG.
- Reducción al mínimo del uso de recursos no renovables y de medios de producción ajenos a la explotación.
- Reciclaje de los desechos y los subproductos de origen vegetal y animal como recursos para la explotación.
Principios generales
La producción en agricultura ecológica es un sistema de gestión sostenible que se basa en los siguientes principios generales:
- Respeto de los sistemas y los ciclos naturales y mantenimiento y mejora del estado del suelo, el agua y el aire, la salud de las plantas y los animales, y el equilibrio entre ellos.
- Conservación de elementos del paisaje natural como lugares que sean patrimonio natural.
- Utilización responsable de la energía y de recursos naturales tales como el agua, el suelo, las materias orgánicas y el aire.
- Obtención de una amplia variedad de alimentos de buena calidad y que respondan a la demanda de los consumidores de productos obtenidos mediante procesos que no dañen el medio ambiente, la salud humana y la animal.
- Garantía de la integridad de la producción ecológica en cada etapa de la producción, transformación y distribución de los alimentos .
- Diseño y gestión adecuados de los procesos biológicos basados en sistemas ecológicos y que utilizan recursos naturales propios del sistema de gestión, mediante métodos que estén basados en la aplicación de medidas cautelares y preventivas.
- Restricción del uso de medios externos; en caso de necesitarse medios externos o de no existir las prácticas y métodos adecuados de gestión mencionados en la letra f), los medios externos se limitarán a:
- medios procedentes de la producción ecológica, y por lo que respecta al material de reproducción vegetal, se dará prioridad a las variedades seleccionadas por su capacidad de satisfacer las necesidades y objetivos específicos de la agricultura ecológica,
- sustancias naturales o derivadas de sustancias naturales,
- fertilizantes minerales de baja solubilidad.
- Adaptación del proceso de producción, en caso necesario y en el marco de la legalidad actual, para tener en cuenta la situación sanitaria, las diferencias regionales en materia de equilibrio ecológico, condiciones locales y climáticas, fases de desarrollo y prácticas pecuarias específicas.
Otros principios específicos aplicables a las actividades agrarias.
Respecto a las actividades agrarias , la producción ecológica se basará, en particular, en los siguientes principios específicos:
- reciclaje de restos y subproductos de origen vegetal como recursos para la producción vegetal;
- mantenimiento de un buen estado fitosanitario mediante medidas preventivas, en particular la elección de especies, variedades o material heterogéneo adecuados que resistan a plagas y enfermedades, rotaciones apropiadas de cultivos, métodos mecánicos y físicos, y la protección de los enemigos naturales de las plagas;
- uso de semillas con un alto grado de diversidad genética, resistencia a las enfermedades;
- elección de variedades vegetales atendiendo a las particularidades de los sistemas específicos de producción ecológica y prestando especial atención a los resultados agronómicos, la resistencia a las enfermedades, la adaptación a condiciones climáticas y edafológicas locales diversas y el respeto de las limitaciones naturales a los cruces.
Perspectivas y oportunidades
España es el primer país europeo en cuanto a superficie de producción ecológica inscrita en 2.016, contando con un total de 2.018.802 hectáreas, siendo Andalucía la comunidad autónoma con mayor porcentaje de hectáreas inscritas (48,4% ). El segmento de hortalizas, tubérculos y legumbres suponen 55.888 has de superficie ecológica inscrita, lo que supone un 2,78%. También en 2016 el sector de la Producción Ecológica de España contaba con 41.771 operadores ecológicos (incluyendo agricultores, ganaderos, industriales y comercializadores), lo cual indica un incremento del 5,5% respecto a 2015, con el 87% de todos los operadores del sector de la Producción Ecológica de España pertenecientes al colectivo de productores agrarios, siendo Andalucía (35%) la mayor en cuantía. En el ámbito nacional la producción ecológica ha experimentado un importante crecimiento, tanto en superficie como en número de operadores (persona física o jurídica responsable de asegurar el cumplimiento de los requisitos legales en la empresa ecológica, ya sea productora, elaboradora, importadora o comercializadora). Estrategias de vertebración del sector de la producción ecológica de España – Año 2017 –
Tras el análisis y descripción de la situación de la agricultura ecológica en Andalucía, podemos extraer una primera conclusión de manera casi inmediata. A pesar de que la exportación es el destino del grueso de la producción, Andalucía tiene un buen volumen de producción y un potencial aún por desarrollar, ya que su propio mercado interior emerge de forma continuada.
La agricultura ecológica está en consonancia con la política agraria comunitaria por contribuir al desarrollo rural y a conservar el medio ambiente. En la actualidad se pueden contemplar distintos parámetros que ofrecen un diagnóstico prometedor:
- El sector sigue inmerso en un proceso de gran crecimiento.
- Alto nivel de concienciación de los agentes involucrados y capacidad de innovación de los productores.
- Implicación del sector en las actividades públicas de investigación y formación.
- Buena imagen de los productos muy apreciados por el consumidor.
- Sistema de control fiable.
- Existencia de grupos de consumo consolidados.
- Conocimientos tradicionales aplicables en producción ecológica.
- Condiciones climáticas favorables y cultivos muy competitivos en determinadas temporadas.
- Demanda social de una mayor seguridad y sostenibilidad alimentaria.
- Aumento de la demanda de productos ecológicos sobretodo en el ámbito europeo.
- Desarrollo potencial de futuro del consumo nacional.
- Las técnicas de producción bajo plástico permitirán reducir la estacionalidad de las producciones.
- Creciente número de actividades formativas en agricultura ecológica.
- Clara voluntad de colaboración del propio sector en iniciativas de investigación y formación.
- Las organizaciones de consumidores pueden intervenir activamente en el crecimiento del consumo ecológico en Andalucía.
- Progresiva articulación del sector.