Casos de Psiquiatría en La Novela 'Los Renglones Torcidos de Dios'
Resumen
La novela cuenta la historia de Alice Gould, una mujer diagnosticada de paranoia que ingresa en un centro psiquiátrico bajo el consentimiento de su marido. Alice cree ser detective y por ello piensa que la misión de su ingreso es resolver un crimen. Las características personales tales como simpatía, inteligencia, dulzura entre otras hacen que no solo se haga amiga del resto de pacientes del centro, si no, también de los médicos y profesionales hasta el punto de que estos duden de su diagnóstico. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el director del centro con el que establece una mala relación. Por otro lado, la duda sobre el diagnóstico y el descubrimiento de que su marido se estaba aprovechando de su dinero intensifica esta presunción poniendo en contra a los profesionales del director del centro. Este enfrentamiento da lugar a que el director solicite su traslado y a la puesta en libertad de Alice en la junta de médicos por la nueva directora Dolores Bernardos. Por último, a pesar de su lucha constante por salir del centro una vez fuera sintió fobia de alejamiento llevándola así a volver.
ANÁLISIS DE LOS PERSONAJES
Alice Gould presenta ideas delirantes que en muchos casos le impiden saber que miente. Uno de sus delirios era creerse lo que no era por ello cree que es detective y que su misión en el centro es descubrir el asesinato del padre de su cliente. Además, se considera legalmente secuestrada. El diagnóstico de Alice Gould en el libro recibe el nombre de “delirios de interpretación paranoico”. Según el DSM-V presenta trastorno delirante de tipo grandez1.
Luis Ortiz presenta ideas delirantes, piensa que su nieta en realidad es su hija ya que mantuvo relaciones sexuales con su nuera. Por esta causa llora mucho y desconsoladamente. El diagnóstico de Luis en el libro recibe el nombre de “psicosis depresiva endógena”. Según el DSM-V podría coincidir en la actualidad con un trastorno bipolar con episodios de depresión mayor ya que presenta un estado de ánimo deprimido, así como pérdida de interés o placer1.
Alicia “La niña oscilante” carece de impulsos propios para moverse por lo que solo se mueve y con ayuda cuando alguien le manda algo generando ese impulso. El diagnóstico en el libro recibe el nombre de “oligofrenia profunda o idiotez”, con síndromes catatónicos. La idiocia es irreversible. Según el DMS-V podría encajar en catatonía no especificada ya que no existe información suficiente para hacer un diagnóstico más específico1.
Ignacio Urquieta no puede ver, oír o tocar el agua ya que le produce vómitos, fiebre e incluso erupciones en la piel o desmayos. Esto se debe a un acontecimiento ocurrido en su infancia, cuando tiro a un niño de su edad a la piscina con los patines puestos y murió ahogado. El diagnóstico de Ignacio en el libro recibe el nombre de “fobia al agua”. Según el DMS-V presenta una fobia específica, ya que el agua provoca casi siempre miedo desproporcionado, lo evita y este miedo o evitación dura seis o más meses y además no se relaciona a otro trastorno mental1.
Charito Pérez “La duquesa de pitiminí” presenta manías de grandeza y obsesiones sexuales. El diagnóstico de Charito Pérez en el libro es “psicosis maníaca”. Según el DMS-V puede coincidir con un trastorno bipolar I ya que presenta un estado de ánimo elevado con un aumento de la actividad o energía dirigida a un objetivo, además de sentimiento de grandeza entre otros1.
TRATAMIENTOS Y TERAPIAS
Las principales terapias o tratamientos que podemos encontrar en la novela son; El electroshock o terapia electroconvulsiva que consiste en pasar por el cerebro del paciente una corriente eléctrica con el fin de provocar convulsiones, pérdida de conciencia y dar lugar al el olvido del delirio. Esta terapia ha evolucionado en el tiempo, con la incorporación de anestesia, relajantes musculares y analgésicos. En la actualidad, el 84% de los hospitales españoles utilizan la TEC2. Por otro lado, el coma insulínico consiste en llevar al borde de la muerte provocando una hipoglucemia progresiva hasta que el paciente entre en coma, revirtiendo posteriormente el efecto con dosis masivas de glucosa. En la actualidad, esta terapia no se utiliza siendo sustituida por el electroshock3.
Otra terapia es el Psicoanálisis, la cual consistía en la realización de entrevistas 3 o 4 veces por semanas donde el paciente expresa sus ideas, emociones, pensamientos e imágenes tal y como se le presentan, sin restricciones ni ordenamientos con el fin de que el psicoanalista determine que manifestaciones reflejan un conflicto en el inconsciente. Esta terapia evoluciona su objetivo de hacer consciente lo inconsciente a tratar de recuperar el deseo, de recatar del inconsciente lo electrónico volviendo a insertarlo dentro de lo humano. Esta terapia, por tanto, se sigue usando actualmente4.
También incluyen la hipnosis que consiste en diferentes técnicas que producirá una sensación de sueño y/o relajación profunda, que seguirá de la profundización hipnótica y una vez hipnotizado y con una agradable sensación de relajación se dan sugestiones para ayudar con el problema que te preocupa. Por otro lado, la cura de sueño consiste en inducir al sueño al paciente por un período de tiempo largo mediante el uso de psicofármacos. Esta terapia no se usa actualmente, ya que en la década de 1930 su uso declinó al surgir tratamiento como insulinoterapia y el electrochoque5.
La terapia ocupacional es el uso terapéutico de las actividades de autocuidado, trabajo y juego para incrementar la función independiente, mejorar el desarrollo y prevenir la discapacidad. Esta terapia se usa actualmente, de hecho, se ha definido como profesión5. También incluye la laborterapia, derivada de la terapia ocupacional que, por medio de la actividad y ocupación, mantiene la reeducación y rehabilitación de aspectos físicos, cognitivos y sociales. Debido a que es un tipo de terapia ocupacional, esta si se sigue usando actualmente6.
Por último, también se nombra el uso de psicofármacos, el cuál tiene uso hoy día.
CORRIENTES PROFESIONALES
Samuel Alvar y César Arellano son dos personajes muy importantes. Samuel Alvar es director del centro y se considera un magnífico organizador y un gran teórico en psiquiatría. Era una persona seria, no sonreía ni para saludar, con tono de voz bajo, antipático y parece expresar sentimientos de inferioridad. Realizó cambios en el sanatorio con el fin de humanizarlos, añadió talleres para laborterapia, eliminó las rejas en las ventanas e inauguró el régimen abierto. A este se le relaciona con la corriente antipsiquiátrica los cuáles quieren poner fin los tratamientos tradicionales que anulan al individuo en el mantenimiento del orden y del buen ejercicio del poder, así como también se oponen al encarcelamiento de los individuos considerados improductivos y peligrosos. También consideran a la persona como un ser social en la que influyen sus relaciones personales en vez de centrarse únicamente en la persona. Además, están en contra de prácticas como el electroshock y la internación forzosa7.
Por otro lado, César Arellano es jefe de los Servicios Clínicos. Es una persona que irradia serenidad, equilibrio, inteligencia y autoridad. Es considerado superior como clínico y sus diagnósticos y pronósticos tienen fama de infalible. Su trato con el paciente consiste en realizar entrevistas para conocer las preocupaciones de sus pacientes, aquello que se encuentra en el inconsciente para conseguir su bienestar. Se le relaciona, con la corriente psiquiátrica, los cuales usaban tratamiento terapéuticos con el fin de aliviar el sufrimiento provocado por los síntomas del trastorno mental.
Por último, ambos presentan una relación profesional de respeto, pero sin lazos afectivos. Presentan opiniones contrarias en cuanto a la psiquiatría ya que Samuel sigue una corriente antipsiquiátrica mientras que César una corriente psiquiátrica. Además, podemos observar cómo en varias ocasiones cuestionan el pensamiento del otro.
EL CENTRO
El centro estaba compuesto por varias salas entre las que se encontraban; la sala de los desamparados la cuál era inmensa, repleta de múltiples mesas y sillas, con un asiento de cemento y una cristalera que daba al parque, con ventanas altas. En ella pasaban los pacientes su tiempo de ocio. También encontramos, la unidad de demenciados o “Jaula de los leones”, donde residían los más demenciados. Las enfermeras levantan, lavan, visten, dan de comer en la boca, desnudan y acuestan en la cama a los dementes. El director de esta unidad es el doctor Alberto Rosellini.
Por otro lado, la unidad de recuperación o “el saco” donde se encuentran los pacientes con crisis pasajeras por lo que estos salían de esta unidad cuando la crisis finalizaba. El jefe es Salvador Sobrino o también llamado “el Nazi”. Otra de las zonas son las casitas familiares o unidad de familiares donde vivían personas muy recuperadas, que llevaban años sin tener una crisis, las cuáles carecían de hogar o familiares próximos que se hicieran cargo de ellos. Este se encontraba cerca del bar y la capilla y alejado del edificio central.
La sala de juntas situada en el antiguo edificio de la Cartuja. En ella realizaban las juntas donde se exponían casos dudosos para saber las diferentes opiniones, se llamaban a los pacientes para poder sacar conclusiones y donde comprobaban si era seguro dar el alta a algún paciente.
La unidad de urgencias donde llegaban los pacientes con ingreso de urgencias. Allí se les trataba hasta llegar a un acuerdo de que unidad sería la más adecuada mediante la junta de médicos. El jefe de esta unidad es el doctor José Muescas. Por último, el centro también estaba compuesto de zonas de ocio como son el huerto, el bar, la capilla, el comedor, zonas de talleres y de deporte.
REFLEXIÓN PERSONAL
Tras la lectura del libro, el aprendizaje de la enfermedad mental en la historia y en la actualidad he visto que ha habido una evolución en la estigmatización de las enfermedades mentales, ya que antiguamente se aislaban socialmente a estas personas y hoy día, aunque no esté del todo aceptado y sea necesario seguir evolucionando hay una mayor aceptación social de estas. Pienso que uno de los motivos por los que sigue estando esta estigmatización es por el desconocimiento de la población incluso de los propios profesionales de salud acerca de estas enfermedades, además de la falsa creencia de que estas personas son peligrosas por el hecho de sufrir una enfermedad mental.
Respecto al tratamiento y la atención de estas enfermedades en el pasado me hace pensar sobre la falta de humanización que había hacia estas personas, ya que, si es cierto que, aunque haya técnicas que hoy día se sigan usando debido a los beneficios que se han encontrado en ellos otras que no se siguen usando como por ejemplo el coma insulínico me parece muy agresivo y arriesgado ya que si no controlas la situación puedes provocar la muerte del paciente. Por otro lado, en el trato a estos pacientes, quitándole todas sus cosas personales como ropa, cepillos etc, es una forma de despersonalización que no es necesaria para tratar una enfermedad mental ya que estas personas pueden perfectamente vestir con su ropa y llevar un estilo de vida normal con todas sus costumbres siempre y cuando su enfermedad este controlada y no pueda llegar a producirse daños a ella misma o a las personas de su alrededor. Por otro lado, también pienso que no es necesario el ingreso en un sanatorio por presentar una enfermedad mental tales, ya que estas personas pueden vivir en sociedad y puede ser esta la mejor forma de tratarla, ya que no consiste en sanar y volver a tu vida normal si no saber llevar la situación dentro de tu vida normal.
Además, los profesionales de salud deben ser los primeros en eliminar esta estigmatización de las enfermedades mentales, humanizando el trato, siendo empáticos con la situación y abarcando no solo el tratamiento y cuidado de estos pacientes si no ayudándolos en su aceptación social. Además de que no solo hay que diagnosticar una enfermedad si no indagar en la causa que ha provocado esa enfermedad, ya que, por ejemplo, el personaje Ignacio Urquieta con una fobia específica presentaba como causa un suceso anterior. Enfermería tiene un rol muy importante en el cuidado y atención a estos pacientes ya que pueden incluir talleres de inclusión social que es el problema que sigue hoy día, aunque con menor peso. Además, gracias a sus competencias en educación y promoción de la salud puede formar a la población e informar sobre estas enfermedades con el fin de eliminar esas creencias y enseñar a dar el mejor trato a estas personas.
BIBLIOGRAFÍA
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