Causas y Consecuencias de la Crísis de Costa Rica en Los Años Ochenta

1. Introducción

Una crisis económica es conocida como el periodo en el cual un sistema económico afronta dificultades durante un tiempo prolongado. Es decir, un momento donde se produce un decrecimiento económico en la economía. Las crisis económicas pueden ser aisladas o centradas. Los principales indicadores económicos como los niveles de empleo o el PIB indican durante una crisis una situación desfavorable o desaceleración para los actores económicos de diferentes tipos, atendiendo a los ámbitos de la economía que se vean afectados directamente (Economipedia, SF)

El presente trabajo plasmará las causas y consecuencias de la crisis que vivió Costa Rica en los años ochenta, para este caso se va a describir sus antecedentes, su evolución y se analizará el impacto que produjo este en América Latina así de igual manera el impacto de este en la calidad de vida de la población. Al finalizar se plasmarán las reformas utilizadas para mitigar el fenómeno financiero ya estudiado.

2. Consideraciones teóricas

Es importante tener en cuenta cuatro variables importantes que serán clave más adelante en el análisis de la crisis vivida por costa rica en la década de los 80s. La balanza de pagos, la inflación los regímenes cambiarios y el tipo de cambio como tal.

Los tipos de cambio pueden entenderse como el precio de una moneda con relación a otra. Sin embargo, al igual que para los bienes y servicios, se debe tener en cuenta que determina ese precio, ya que los gobiernos pueden influir en él e incluso modificarlo. Los regímenes cambiarios son el marco bajo el cual se determina ese precio. Desde un tipo de cambio puramente flotante hasta un tipo de cambio fijo determinado por el banco central. En pocas palabras y con base en Ross (SF), un régimen cambiario es el sistema que la autoridad monetaria de un país (en el caso de Costa Rica el Banco Central) adopta para establecer el tipo de cambio de su propia moneda frente a otras monedas.

Siguiendo lo anterior está el tipo de cambio como tal. Hay dos extremos o categorías Generales; el tipo de cambio flexible y el fijo. El tipo de cambio flexible se puede definir como un tipo de cambio “libre”, determinado por la oferta y la demanda de divisas con relación al colon en este caso. En otras palabras, es determinado por el mercado, así que puede cambiar rápidamente debido a la oferta y la demanda, y no está vinculado ni controlado por el Estado. El tipo de cambio fijo viene a ser el escenario opuesto, según el cual la moneda de un país se fija, ya sea a la moneda de otro país, a una serie de divisas u otra medida de valor, como el oro. El banco central en este caso determina la tasa de cambio y se compromete a comprar o vender la moneda nacional a ese precio (Policonomics, SF).

Seguidamente, la inflación puede entenderse como el aumento porcentual anual del costo de vida, medido por el índice de precios al consumidor. Los índices de precios al consumidor se basan en una canasta representativa de bienes y servicios comprados por los consumidores en una economía. La composición y los pesos relativos de la canasta se revisan periódicamente. En pocas palabras, la inflación permite observar que tanto cambia la capacidad de compra de una moneda a lo largo del tiempo.

Por último, la balanza de pagos de un país se puede definir comúnmente como el registro de transacciones entre sus residentes y residentes extranjeros durante un período específico. Cada transacción se registra de acuerdo con los principios de la contabilidad con doble entrada, lo que significa que el monto involucrado se ingresa en cada uno de los dos lados de las cuentas de la balanza de pagos, la cual suele estar dividida comúnmente en tres; cuenta capital, cuenta corriente y cuenta financiera (Fieleke, 1996). Por lo que, en teoría, las sumas de los dos lados de las cuentas completas de la balanza de pagos deberían ser siempre las mismas, y en este sentido, la balanza de pagos siempre se balancearía. Sin embargo, es claro que en la práctica y nivel histórico esto no necesariamente es así

3. Antecedentes

Entre los años de 1950 y 1980 en materia económica Costa Rica mantuvo una tasa promedio anual de crecimiento superior al 6% lo que refleja un elevado dinamismo. Esto se da por dos razones: 1) la expansión continuada de las actividades agropecuarias dirigidas a la exportación (café y banano) y 2) el desarrollo de la industrialización dependiente la cual su aceleración ocurre a partir del año 1963. Cabe mencionar también que entre los años 1965 y 1974 el PIB del país creció a una tasa promedio de casi el 7% anual. (Rovira, 1985; 25)

Desde el comienzo del periodo de los años 50, ha existido, una dificultad del Banco Central de conducir la política monetaria de manera estable. El régimen dual de cambios se establece en el Banco Central, a partir de enero de 1967, y asimismo se establecieron políticas restrictivas, luego de los desequilibrios provocados por fenómenos naturales, como el del Volcán Irazú, problemas de precios internacionales por desestabilizaciones internacionales, una menor disciplina fiscal y una consiguiente expansión monetaria. Desde este periodo, ha existido, una dificultad del Banco Central de conducir la política monetaria de manera estable.

En el aspecto social, debido al desarrollo del capitalismo vivido en estos años las clases sociales sufrieron diversas modificaciones. Se da un crecimiento en número y en importancia económica, social y política en la burguesía industrial (dentro de la cual está incluido el capital extranjero, cuyos agentes internos son empresarios o gerentes nacionales) el proletariado como clase social gracias a la expansión del capitalismo en la agricultura. (Rovira, 1985; 29)

Es en setiembre del año 1980 después de 30 años de un acelerado desarrollo capitalista caracterizado por una evolución social y un movimiento político que se da una devaluación del colón en el cual se puede marcar un punto de ruptura en relación con la dinámica anterior de los últimos años.

Como se mencionó anteriormente, hasta 1977 Costa Rica mantenía una economía favorable, no obstante, en 1978 se comienza a ver un declive económico y aunque no fue tan evidente, pero da sus primeras señales. En 1980 se marca el inicio de la crisis económica y comienzan las políticas económicas deficientes. El ingreso per cápita del país retrocedió 10 años en comparación con los años 70. (Garita, Ureña & González, 2006)

Fue la tasa de interés y la alta inestabilidad cambiaria que afectó en gran sentido a la crisis de los ‘80. El colón comenzó a depreciarse con respecto al dólar, esto provocó incertidumbre en el costarricense el cual dejó de ahorrar en colones y pasó sus ahorros en dólares generando así más inflación. (IDEM)

4. Evolución del fenómeno

La crisis alcanzó su punto más alto en el 1980-81, teniendo el gobierno gastos muy superiores a sus ingresos. Para el año 1985, se estabilizaron los ingresos y egresos del gobierno. El endeudamiento externo actual para el inicio del año 1978 se encontraba ligado a proyectos que contaban con valor agregado, como lo son carreteras, plantas hidroeléctricas, proyectos de telecomunicaciones, etc. Esta deuda proviene de organismos internacionales como lo son el Banco Mundial. El costarricense cada vez aumentaba sus importaciones, por lo que el déficit comercial comenzó a aumentar en proporción, además de que las exportaciones no se vieron aumentadas. (Rovira, 1985)

Un factor que aumentó la crisis fue la preferencia por el endeudamiento de entidades privadas en vez de entidades públicas mundiales, por lo que las condiciones de los altos intereses y además, variables empeoraron la situación nacional. En cuanto al nivel de precios, en cuestión de un año, de 1980 a 1981, subió de un 18% a un 65%. Los ahorros a nivel nacional comenzaron a realizarse en dólares, se disentivó el ahorro en colones, aumentando la demanda de dólares, y por ende promoviendo una mayor devaluación del colón.

Como efecto de la crisis y de la devaluación del colón, las importaciones se vieron disminuidas considerablemente, especialmente en materias primas, de productos manufacturados, que causaron la disminución de la producción nacional, y por ende el bienestar nacional empeoró.

El gobierno tomó tres medidas tardías, limitando las importaciones, promoviendo las exportaciones, y fortaleciendo la reserva de divisas del país, sin embargo, se le imposibilito al Banco Central mantener el tipo de cambio estable por la falta de reservas, lo cual ayudó a la depreciación del colón.

Con ayuda del Fondo Monetario Internacional, se tratan de establecer medidas con el Objetivo de reducir el déficit fiscal y el financiamiento del sistema bancario, promoviendo políticas fiscales y monetarias restrictivas, sin embargo, son incumplidas, (el gasto público no se reduce) y por ende aumenta el nivel de la crisis.

Para los años 1981 y 1982 el Producto Interno Bruto nacional, cayó drásticamente, aunado a un aumento de la población de un 2,4%. Debido a la reducción de las importaciones, el bienestar social decreció. Sectores como la construcción y la industria se vieron afectados. (IDEM)

5. Impactos en América Latina

Impactos negativos

Como resultado de la declaración de México en 1892 de que ya no podía pagar más su deuda externa, otros países de América Latina comenzaron a declarar también que tampoco podían cumplir con sus deudas. Estos incumplimientos fueron la gota que derramó el vaso para terminar de destapar la magnitud y el avance al que estaba la crisis en América Latina. Como resultado de esto, los bancos internacionales, los inversionistas y algunos gobiernos extranjeros no estaban dispuestos a ayudar a los países latinoamericanos a obtener préstamos y esto terminó de cerrar el rango de acción de estos para tomar medidas contra la crisis.

Los préstamos que estaban siendo solicitados por estos países se estaban utilizando para realizar pagos de intereses sobre préstamos que habían sido adquiridos previamente. Generando un círculo vicioso de tratar de pagar un préstamo con otro préstamo desarrollado. Para evitar más pérdidas, estos acreedores comenzaron a retirar sus inversiones de capital. Como resultado, hubo una gran salida de capital de América Latina que contribuyó a la gravedad de la situación. Como resultado entonces, América Latina se convirtió en un gran exportador de capital que aumentó su superávit comercial. Debido a la reducción de las inversiones de compañías extranjeras e incluso de gobiernos latinoamericanos como Brasil, México y Argentina, los inversionistas locales también comenzaron a transferir sus actividades operativas y sus activos al exterior, generando una fuga de capitales locales. Además, los países latinoamericanos tuvieron que recortar el gasto público. Esta situación condujo significativamente a la pérdida de empleos y al fuerte aumento del desempleo. Afectando estos recortes también a los programas sociales y de bienestar, lo que agravó aún más la situación. Y consecuentemente, el ingreso per cápita de estos países latinoamericanos comenzó a disminuir (Akinkuowo, Brackman, Carollo & Nuckolls, SF).

Con la devaluación de la moneda en las naciones latinoamericanas, hubo una disminución en los tipos de cambio que condujo a una reducción en las importaciones. Debido a esta disminución en las tasas de cambio de América Latina, los productos latinoamericanos se volvieron más baratos para el resto del mundo. América Latina experimentó entonces, un aumento correspondiente en las exportaciones después de la reducción en los tipos de cambio. Pero esto generó una desaceleración de la producción en estas naciones ya que los fabricantes y productores no podían permitirse comprar materiales utilizados en la producción del exterior. Toda esta serie de eventos ocasionó que, en octubre de 1983, 16 naciones latinoamericanas tuvieran que reprogramar sus deudas debido a su incapacidad para pagar o para adquirir más financiamiento. La crisis ha sido acuñada como la ‘década perdida’ desde que América Latina experimentó una depresión económica tan significativa.

Como mencionan Ocampo, Stallings, Bustillo, Belloso & Frenkel (2014) La crisis de la deuda de América Latina, que duró casi una década, no benefició a ninguno de los actores principales, si bien los costos se dividieron de forma muy poco equitativa como lo habían indicado las predicciones del modelo de negociación asimétrica. Los bancos, en particular los grandes bancos de los Estados Unidos sufrieron pérdidas en términos relativos, ya que la década de los ochenta fue una de las menos provechosas de la historia. Sin embargo, es claro que, en América Latina, las personas perdieron mucho más que los bancos. La disminución de la producción y la pérdida de inversiones a nivel macroeconómico se reflejaron en pérdidas de ingresos y de empleo a nivel microeconómico. De acuerdo con el autor, el aumento de la pobreza en un 20% sugiere que, por el lado de los deudores, los más vulnerables sufrieron más, mientras que, por el lado de los acreedores, los menos vulnerables fueron los que más sufrieron. La economía mundial, que podría haberse visto muy perjudicada si se hubieran producido ceses de pagos Generalizados, se libró de una gran crisis en la década de los ochenta.

Impactos Positivos

El periodo de crisis económica costarricense fue perjudicial para una gran cantidad de sectores en el país. Esta crisis implicó una gran responsabilidad política sobre la gestión de recursos del Estado y la reactivación económica del país. Eduardo Lizano menciona tres que no solo fueron útiles para el periodo de crisis de Costa Rica entre 1982-1986, sino que además plantean algunas soluciones para el establecimiento de hojas de ruta y críticas para Latinoamérica.

En primer lugar, Lizano señala que se deben tener Objetivos claros a alcanzar. Es así que para el país por ejemplo las cosas empezaron a mejorar una vez se fue realista con el rumbo que el país debía tomar como ruta económica para poder ser sujeta a ayuda internacional y sanear las finanzas estatales (Lizano, 1999).

Por otro lado, se dieron los Programas de Ajuste Estructural (PAE), Lizano llega al punto de señalarlos como sine qua non; indispensables en ese momento para el establecimiento de rutas económicas en el país, y la proyección de expectativas, para poder disminuir la deuda externa del país. Ello conllevó a la generación de confianza por parte de organismos internacionales y distintas entidades bancarias (Lizano, 1999).

Además, los países pequeños como Costa Rica se encuentran sujetos a diferentes intereses por parte de Estados con mayor poder político y económico. Éstas, según cada caso, pueden ser bien perjudiciales o beneficiosas para el pequeño Estado en cuestión. Así, en el caso de Costa Rica, fueron elementales dos situaciones en cuestión: las relaciones con el Gobierno de los Estados Unidos en razón de su interés en el éxito del Plan Brady y el apoyo de los organismos financieros internacionales que fue vital para el saneamiento de las finanzas de Costa Rica.

6. Análisis de Fenómeno: Ventajas y Desventajas

Grado de Impacto en términos de desarrollo y calidad de vida para la población

A pesar de haber pasado por un periodo electoral muy bueno, en el que a Rodrigo Carazo se le trató incluso de “el mejor candidato de la historia”, y haber recibido un amplio apoyo popular, su periodo de gobierno contrastó mucho por lo ofrecido en campaña. De manera que durante su gobierno, la inflación subió de manera desmesurada: un 18% en 1980; un 37% en 1981 y un 90% en 1982, para que al final del periodo la pobreza alcanzará finalmente a un 54% de la población (La Nación; 2018). La deuda externa aumentó de $840 millones en 1978 a $3 mil millones en 1982, y las reservas monetarias cayeron de $358 millones en 1978 a $153 millones en 1982. Lo anterior, evidentemente afectó de sobremanera el desarrollo del país. El precio de los huevos, la carne y la leche se re ajustó (a la alta), hubo escasez de leche, un ambiente pronunciado de inconformidad al existir numerosas huelgas, y largas filas en los supermercados. Las condiciones externas al país se deterioraron, pero no por ello sus efectos fueron ajenos. El precio del petróleo subió, las exportaciones cayeron, la inversión extranjera se paralizó y el déficit de la cuenta corriente se disparó en 1980 al 12,6$ del PIB (La Nación; 2018). Otro factor a ser añadido, es que el precio del café que había subido a nivel mundial, había subido sustancialmente durante el periodo anterior de la administración de Carazo; pero su precio se desplomó durante su administración, reduciendo así el ingreso del país para el pago de la deuda. Ello ocasionó, que organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) establecieran presiones sobre el país para reducir el aparato estatal, y cerrar instituciones públicas.

Por el lado de las ventajas, si por ejemplo se dispusiera a comparar la situación de aquél momento con la situación económica del país el día de hoy, podría decirse que en aquél momento Costa Rica, solicitó ayuda de Estados Unidos para ayudar a subsanar las finanzas públicas del país; situación que ahora sería imposible ya que ésta ayuda no se vería motivada por una fuerte polarización en el mundo. En aquél momento los ajustes requeridos se volvieron más fáciles debido a la ayuda facilitada por los Estados Unidos.

7. Análisis Crítico del Fenómeno sustentado en los Ejercicios de Coyuntura Económica

Volviendo al tipo de cambio, de acuerdo con Saborío (1997), durante los cincuenta Costa Rica siguió un régimen de tipo de cambio fijo. En los setenta, acorde con el sistema de Bretton Woods, Costa Rica continuó con un régimen de tipo de cambio fijo con devaluaciones esporádicas del colón y en donde prevaleció una fuerte restricción a las importaciones de bienes, incluyendo aranceles de aduanas que daban preferencia a artículos de primera necesidad. Es decir, el manejo del comercio exterior era muy conservador, con el propósito de mantener un tipo de cambio estable y un nivel de reservas monetarias internacionales sano, acorde con las políticas de Bretton Woods.

Sin embargo, según Garita, Ureña y González (2006); la política externa que se utilizó antes del inicio de la crisis se destacó por un gran desequilibrio monetario, esto por el aumento de precios internos (inflación), y el tipo de cambio (devaluación). Esto se puede observar en la Figura 1, donde en 1982 se alcanzaron niveles que rondaban el 100% de inflación en el país.

Por otro lado, a comienzos de los ochenta, como resultado del colapso del sistema monetario internacional establecido en Bretton Woods, se empieza a sustituir en los países desarrollados el régimen de tipo de cambio fijo por un sistema de tipos de cambio múltiples y un mercado informal de moneda extranjera que, en algunos períodos, mantuvo un margen considerable en relación con el tipo de cambio oficial, lo cual no fue de gran agrado para instituciones como el FMI y le restaba capacidad de control sobre el mismo al Banco Central y el gobierno (Saborío, 1997).

El programa de estabilización económica implementado para superar la crisis vivida conllevó a la adopción en 1984 de una política cambiaria menos rígida, donde el tipo de cambio comenzó a variarse periódicamente y por montos pequeños, como se observa en la Figura 2, generando un alza más controlado en el tipo de cambio. Lo que marcó el inicio del esquema cambiario de minidevaluaciones que se mantendría hasta la siguiente década. pasado (Arias, Y. 2012).

En 1980 el costo de la canasta básica alimentaria requería aproximadamente el 60% del salario promedio. Para 1982 dicha proporción subió al 86%; quedaba apenas un 14% para cubrir otros gastos. (Jiménez, Y. 2018).

Las áreas prioritarias de los programas de ajuste estructural para lograr dicha estabilización eran: reducir el proteccionismo estatal (abrir mercados), eliminar los subsidios y la fijación de precios en General (permitir la libre competencia) y gravar el consumo desmedido y la acumulación excesiva y no la producción y el ahorro. Así como eliminar los monopolios estatales y favorecer la apertura hacia el comercio internacional e incentivar la iniciativa privada en la economía. (Bolaños, 2012)

Sin embargo, la orientación de las medidas de ajuste estructural recomendadas por los organismos financieros internacionales entró en conflicto con la posición o visión de los dirigentes costarricenses. Esto condujo a un continuo tira y afloja en el proceso de negociación de dichas medidas, retrasando así la firma de los programas de ajuste estructural y, sobre todo, moderando la gradualidad de la implementación de las medidas, reduciendo las exigencias en términos de indicadores y sobre todo posponiendo la reforma económica.

Como mencionan Arias & Muñoz (2007), se puede argumentar que con la crisis de los 80s se da un punto de inflexión en la concepción y definición de la política social en el país. Ese punto de inflexión significó una ruptura sistemática con respecto a la responsabilidad del estado costarricense de invertir en el mejoramiento integral de las condiciones de vida de la población costarricense (también llamado Estado Benefactor). De una política social concebida como parte de un proyecto de desarrollo nacional, con Objetivos de universalización de la cobertura y el acceso a los servicios sociales, se pasa a una política social con un carácter asistencialista que tiene como su principal Objetivo controlar el deterioro en las condiciones sociales de la población, especialmente de los sectores sociales más vulnerables de la sociedad.

En suma, luego de una era de casi tres décadas de acelerado progreso social, institucional y productivo, a inicios de los años ochenta Costa Rica experimentó una crisis económica cuyo manejo tuvo, en el corto y el largo plazos, consecuencias muy significativas para su ritmo de desarrollo humano y que desembocó, a la larga, en un cambio en su estilo de desarrollo.

8. Comparación del fenómeno financiero en al menos tres aspectos con otra similar de otro país más desarrollado

Déficit Comercial

Desde que el presidente argentino, Mauricio Macri, tomó control del país en el 2015, hizo varias reformas, como por ejemplo la eliminación de controles en el tipo de cambio y en el capital y la reducción de impuestos para las “commodities”, así como la recuperación del acceso a líneas de créditos internacionales, y se tenía la idea de que el crecimiento económico incrementaría con estas medidas, sin embargo no sucedió, y se sufrió una estanflación en el 2016, seguido por una recuperación de la deuda en el siguiente año, lo que fue seguido por un incremento en las importaciones, las cuales no fueron acompañadas por un aumento en sus exportaciones, lo que aumentó el déficit a un 4.6% del PIB. La crisis costarricense asimismo, presentó un déficit comercial, dada la preferencia por los bienes importados, como efecto de esto, se redujo la capacidad de compra, y por ende las importaciones de materias primas bajaron, lo cual redujo la producción nacional.

Crisis Cambiaria, así como el Accionar del Banco Central

El peso argentino se depreció un 19% contra el dólar en las primeras semanas de Mayo, y el Banco Central Argentino falló en cumplir las metas inflacionarias. Como acciones de estabilización, el Banco vendió bastantes reservas monetarias para inyectar dinero en la economía. Se perdieron casi el 10% de las reservas monetarias del Banco en solo un mes, y el interés nominal de anual de los bonos del Banco Central, subió hasta un 40%, y además, el presidente Macri anunció una alianza con el Fondo Monetario Internacional, con el fin de estabilizar sus economías. En Costa Rica el Banco Central también utilizó las reservas inmoderadamente, lo que causó asimismo, una crisis cambiaria.

9. Reformas ante el fenómeno financiero

La crisis económica de 1980 figura como una de la épocas más traumáticas en la historia de Costa Rica. Por esto mismo se lleva a cabo un reordenamiento financiero para hacerle frente a la crisis que se estaba viviendo en el país. Primeramente, se tomaron medidas para restringir el gasto total. Se generaron diversos proyectos de ley como el recargo temporal sobre la renta y el impuesto transitorio sobre el diferencial cambiario. El impuesto de venta tuvo que incrementar un 2% cambiando de 8 a un 10%. (Garita, Ureña & González, 2006). De igual manera, las tasas de consumo aumentaron, siendo esto una recomendación generada por el Fondo Monetario internacional. Por otra parte, las tarifas de servicios públicos tuvieron un fuerte ajuste (agua, luz, teléfono) se eliminó un subsidio indirecto que disfrutaba RECOPE además que las cuotas de la CCSS aumentaron. (Idem)

Se da un reordenamiento del mercado cambiario a partir de mediados de 1982, se mantuvo el esquema de tres mercados cambiarios, el oficial, intercambiario y el mercado libre. A los inicios del año 83 los tipos de cambio en el mercado intercambiario y el mercado libre se convirtieron en uno solo. También se realizan programas de estabilización para lograr el establecimiento de las relaciones con la banca internacional bajo la vigilancia del Fondo Monetario Internacional y se ejecutan medidas de cumplimiento para renegociar la deuda externa con la Banca Privada Internacional. (Idem)

Siendo los PAE o programas de ajuste estructural los más relevantes; El primer PAE, se firmó con el Banco Mundial en 1985, e incluía un préstamo por $ 80 millones para el ajuste. Algunas medidas que incluía eran la política de minidevaluaciones, es decir, variaciones minúsculas en el tipo de cambio en períodos muy cortos. La creación del Centro para la Promoción de las Exportaciones e Inversión (CENPRO) para realizar contratos de exportación. Además, incentivó el cultivo de productos no tradicionales, buscando diversificar las exportaciones. Se decretó la Ley de Fomento a la Actividad Agropecuaria (FODEA) (Charpentier, 2013). Se congelaron empleos para controlar el gasto público, se retiró a los empleados públicos mayores de 65 años y se dio un plan de movilidad voluntaria. Se eliminaron impuestos a las exportaciones. Se disminuyó la participación del sector público en la economía con la venta de empresas como CODESA. Y se incentivaron de planes de desarrollo rural.

El segundo programa fue el PAE II, en 1987, bajo el gobierno de Oscar Arias. Este se negoció con el Banco Mundial y el gobierno de Japón por la suma de 200 millones de dólares, con la idea básica de impulsar la eficiencia del estado y fomentar la productividad, para competir en los mercados internacionales. Focalizándose en temas como el fomento de las exportaciones y de la industrialización, y la definición de las políticas de comercio. Se aplicaron políticas dirigidas al tipo de cambio, la restricción a las importaciones y subsidios a las exportaciones. Se hicieron reformas al sistema financiero. Se limitaron las actividades del CNP en la comercialización de granos básicos, mejorando la eficiencia en la producción de granos básicos y el aumento en la exportación de bienes no tradicionales, entre otras.

Y, por último, con el tercer PAE, en 1994, se firma con varias instituciones como el BID y el Banco Mundial por un crédito de 250 millones de dólares. Con esto se buscó la promoción del crecimiento económico mediante la asignación eficiente de los recursos. A través de la reforma del estado, la reforma del sector financiero, la reconversión industrial, el fortalecimiento de la balanza de pagos, programas sociales y solventar pérdidas del Banco Central. Sin embargo, esto trajo consecuencias negativas, entre las que se incluye la necesidad de dejar de producir o reducir la producción de ciertos bienes, generando escasez y aumento de precios. Modificando la manera en la que funcionaba el sector productor, además de un alto costo social, sobretodo en el sector público (IDEM).

10. Conclusiones y recomendaciones

La crisis económica de esta década tuvo un impacto directo sobre el proceso de desarrollo del país, al tener un impacto en el aumento de la pobreza, desempleo, malnutrición, construcción de obra y entre otras. Al momento de la crisis, los organismos internacionales ejercieron presiones sobre el Gobierno de Carazo para reducir el aparato estatal. Y la polarización ocasionada por la Guerra Fría ayudó a que los Estados Unidos brindará ayuda al país. Además, la crisis financiera del país se vio condicionada no solamente por la toma de decisiones políticas en ese momento, sino también por factores externos como la caída del precio del café. El país estancó su crecimiento en por lo menos una década a causa de la recesión económica.

Habiendo analizado los diversos factores sobre la crisis de los años ochenta en Costa Rica, existen una serie de recomendaciones que ahora, años después pueden ser utilizadas para evitar que crisis económicas de esa magnitud sucedan nuevamente. Para ello, se deben tener consideraciones serias sobre las variables macroeconómicas del país: las reservas monetarias, las exportaciones e importaciones, el crecimiento económico y el entorno internacional que rodeaba a Costa Rica. El Gobierno de Rodrigo Carazo se opuso rotundamente, a aceptar las condiciones que se aducía los organismos internacionales querían implementar en el país; no obstante las que se implementaron durante su gobierno tampoco fueron fructíferas. Para ello, con base en lo anterior mencionado, se mencionan medidas que, estando en 1982, frente a este crisis se habrían tomado:

  • Realizar un ajuste fiscal sustancial para el saneamiento de las finanzas públicas del Estado.
  • Entre esos ajustes, se pudieron haber aumentado los impuestos para subsanar el déficit fiscal de ese momento.
  • Implementación de políticas de austeridad en el sector público.
  • Realizar Programas de Ajuste Estructural conceptualmente rigurosos, y con acciones realizables en el corto y mediano plazo para el país.
  • Disminuir la curva de empleo público gradualmente para evitar un mayor endeudamiento del Gobierno Central.
  • Establecer estimaciones de pago realistas para los Organismos Internacionales con los que el país se había endeudado.
  • Tener una correcta apreciación de los factores externos del país, ya que no eran ajenos a Costa Rica. Así por ejemplo, se tuvo que haber apreciado que el país contó con una mayor cantidad de ingresos debido a la apreciación del valor del café a nivel mundial, y se tuvo que haber previsto una menor cantidad una vez el precio de este grano se despreció.

Algunas de estas se llevaron a cabo, otras se pudo mejorar su implementación para maximizar impactos positivos y minimizar los negativos. Pero como se mencionó anteriormente, luego de una era de casi tres décadas de acelerado progreso social, institucional y productivo, a inicios de los años ochenta Costa Rica experimentó una crisis económica cuyo manejo tuvo, en el corto y el largo plazos, consecuencias muy significativas para su ritmo de desarrollo humano y que desembocó, a la larga, en un cambio en su estilo de desarrollo.

Referencias Bibliográficas

  1. Lizano, E. (1999). Ajuste y Crecimiento en la Economía de Costa Rica, 1982-1994. Academia de Centroamérica. Recuperado de: https://www.academiaca.or.cr/wp-content/uploads/2017/06/Ajuste_crecimiento_economia_Costa_Rica.pdf
  2. Sindy Mora Solano. (2007). Costa Rica en la década de 1980: estrategias de negociación política en tiempos de crisis ¿Qué pasó después de la protesta?. 01/10/2018, de U Sitio web: file:///C:/Users/andre_000/Downloads/Dialnet-CostaRicaEnLaDecadaDe1980-5089073.pdf
  3. Seligson, M & Muller, E. (1991). Estabilidad democrática y crisis económica. Universidad de Costa Rica. Recuperado de:
  4. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5075741.pdf
  5. Akinkuowo, A. Brackman, C. Carollo, J. & Nuckolls J. SF. Latin America Debt Crisis: From 1971 to present. Terry College of Bussiness. Consultado el 5 de setiembre. Disponible en: http://people.terry.uga.edu/schatt/Econ7920/Class%20Project%20Papers/G04.pdf
  6. Ocampo, J. Stallings, B. Bustillo, I. Belloso, H & Frenkel, R. 2014. La crisis latinoamericana de la deuda desde la perspectiva histórica. CoMisión Económica para América Latina y el Caribe. Santiago de Chile. Consultado el 5 de setiembre. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/36761/S20131019_es.pdf?sequence=1
30 August 2022
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