Comparativa Entre Maus Y La Obra De Franz Kafka
Introduccion.
Esta monografía será un trabajo comparativo entre la novela El Proceso escrita por Franz Kafka y la novela gráfica Maus: Relato de un sobreviviente escrita por Art Spiegelman. Ambas obras exhiben un martirio sin fin y en esta monografía se analizará de qué manera esto se ve representado. En la novela escrita por Kafka, el personaje principal, K, es sometido a un proceso que no entiende por qué comenzó ni tampoco cuándo va a finalizar, lo que lo lleva a buscar una salida durante toda la novela.
Por el otro lado, Maus, representa la situación que vivieron los judíos en el Holocausto a través de la historia de su padre representada en dibujos a blanco y negro, los cuales muestran el sufrimiento e incertidumbre que experimentaban las víctimas al no saber cuándo iba a terminar aquella pesadilla que estaban atravesando;
Desarrollo.
El Holocausto fue un periodo en la historia del mundo en el cual millones de judíos fueron perseguidos y asesinados a causa de sus orígenes por parte de los nazis alemanes, dirigidos por Adolf Hitler. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hubo un gran debate sobre la manera que debía representar el Holocausto, conocido como el epítome de la tragedia histórica contemporánea. El gran problema que predominaba era si era ético hacerlo, y en el caso de que lo fuera, si la tradición de las narrativas orales eran suficientes para poder describir el horror y tragedia.
Una obra destacable es la novela gráfica de Art Spiegelman, en especial porque el autor decidió narrar la historia a través de un género menor: el cómic, utilizando su lenguaje (visual y verbal) pero agregando elementos elevados culturales. Abordar el Holocausto a través del comic es algo innovador ya que generalmente son vinculados con historias fantásticas pero en este caso está tratando el tema más serio del siglo veinte con un carácter documental fuerte. el martirio sin fin en la novela gráfica.
El Holocausto representa horror, dolor y tragedia entre muchas otras palabras, y para aquellos judíos que vivieron los eventos en carne propia, estos sentimientos eran constantes sin saber cuándo iba a terminar. Este es un elemento que se ve reiteradas veces en la obra de Spiegelman. en esta monografía analizaré de qué manera puede representar el martirio sin fin en la novela gráfica. El Holocausto representa horror, dolor y tragedia entre muchas otras palabras, y para aquellos judíos que vivieron los eventos en carne propia, estos sentimientos eran constantes sin saber cuándo iba a terminar.
Este es un elemento que se ve reiteradas veces en la obra de Spiegelman. en esta monografía analizaré de qué manera puede representar el martirio sin fin en la novela gráfica. El Holocausto representa horror, dolor y tragedia entre muchas otras palabras, y para aquellos judíos que vivieron los eventos en carne propia, estos sentimientos eran constantes sin saber cuándo iba a terminar. Este es un elemento que se ve reiteradas veces en la obra de Spiegelman.
Uno de los primeros ejemplos de la incertidumbre que puede encontrarse es en el capítulo tres del Tomo I “Prisionero de Guerra” en 1939 cuando estalló la guerra. En esta parte del comic puede verse a una figura en el sueño de Vladek que decía “saldras de aqui libre el dia que Parshas Truma. Parshas Truma, un fragmento que se le agrega a la Torah, ocurriría recién en tres meses me temo que nunca saldremos de aquí. Sin embargo, los subieron a un tren y pensaban que todo había terminado, pero la realidad es que todo recién estaba comenzando.
Aquellas personas que se veían atrapadas en los campos de concentración no sabían que día, si es que alguna vez llegaría, de su libertad. Un rasgo distintivo que debe recalcarse es que ya dentro de los campos de concentración, la agonía y desesperación causada por la incertidumbre de no saber cuándo iba a terminar toda aquella tragedia y volver con tu familia, se cambió a desesperanza y espera a su inevitable final – la muerte, lenta y dolorosa.
Nadie sabía cuándo llegaría su turno de fallecer, podría ser ese mismo día, mañana o la semana próxima. Pero la esperanza de vida que algún día habitó en los corazones de los judíos se había perdido y lo único que intentaban era sobrevivir el día a día con los arduos trabajos a los cuales eran sometidos. Esto puede identificarse claramente en el capítulo 2 “El tiempo vuela” del tomo II, “Escucha. Nos mataran a todos. A ti esta semana a mi la proxima.
El Proceso es la obra escrita por Franz Kafka en 1914. Todo comienza una mañana cuando el personaje principal, Josef K, es detenido por dos hombres que lo despiertan para comentarle aquel proceso que se desenvolverá a lo largo de la novela. Desde aquí comienza el martirio sin fin que vivirá este personaje al ser sometido a un proceso por una razón que él mismo desconoce y se instalan dos situaciones; la contingencia y la espera. Lo deduzco porque he sido acusado, pero no puedo encontrar ninguna culpa por la que podría haber acusado.
Las preguntas principales son: ¿Quién me ha acusado? ¿Qué organismo tramita mi proceso? ¿Es usted funcionario? Ninguno tiene uniforme. Esta novela podría caracterizarse por una estructura que asimila y refleja la forma de infinito oa un laberinto sin salida; da vueltas pero no se llega a ningún lado. El personaje busca constantemente una salida de ese absurdo proceso al cual fue sometido en contra de su voluntad; se ve aprisionado en una situación sin fin que no se encuentra solución. Cada circunstancia que se narra parecería llevar a K mas lejos de escapar, caminando por los mismos pasos sin llegar a absolutamente nada.
Asimismo, esta novela hace crítica a la burocracia, en este caso, su exceso. Por detrás de todo este “orden” y organización ”profundamente racional, con todas sus jerarquías y procedimientos, con sus reglas precisas, horarios fijos y lugares asignados, se devela en la realidad como algo absurdo. Una vez inmerso en aquella pesadilla de la burocracia judicial que lo acechara hasta el fin de sus días, se encuentra con otras personas que estaban atravesando una situación similar con el mismo deseo profundo de escapar. –Mi proceso ––continuó el comerciante–– no progresaba, se llevaban a cabo pesquisas, yo estuve presente en todas, reunía material, presenté todos mis libros de contabilidad ante el tribunal, lo que, como me enteré después, no había sido necesario.
Sin embargo, es importante destacar dos cuestiones que se narran. La primera salida que se le ofrece al personaje es por parte de Titorelli, un pintor que trabaja como retratista del tribunal. A pesar de que esta figura le ofrece información más concreta y amplia sobre su situación, esto sólo acentúa el sentimiento de K que la duración del proceso es incalculable y puede llegar a ser eterno. Durante todo el proceso se describe en la novela espacialmente la búsqueda desesperada del personaje de puertas y aperturas que pueden llegar a proporcionar aire o aberturas que pueden iluminar aquel ambiente oscuro y opaco en el cual se encuentra.
Otra situación que ocurre en la novela es su encuentro con el sacerdote. Luego de una seguidilla de varios eventos que asimilan a un laberinto sin fin, aparece este personaje en el cual K deposita sus cuestiones a resolver. Sin embargo, como todas las circunstancias que se presentan en esta novela, no obtiene la respuesta concreta que él buscaba. El sacerdote solo le advierte sobre los engaños con relación a la ley “no cómo se podía influir en el proceso, sino cómo se podía salir del proceso, cómo se podía vivir al margen de éste. Esa posibilidad tenía que existir, K había pensado mucho en ella en los últimos tiempos.
El martirio sin fin que se presenta en El Proceso se revela como una crítica a la sociedad y la implementación de reglas que desencadena en lo absolutamente absurdo. Amedrentan una sociedad que lleva a ciudadanos inocentes a considerar culpables debido a una burocracia interminable, aquellas fuerzas pudientes las cuales dominan la vida de los ciudadanos. La novela se centra en la búsqueda de la salida y esclarece cómo poder llegar a ser libres de los aparatos burocráticos, judiciales y capitalistas. El único modo de dar cuenta de las propias acciones es con la propia vida; la relación entre la ley y la escritura.
Un punto en común que puede encontrarse en ambas obras es que este martirio sin fin se asevera cuando se despierta la ilusión de su libertad. En el momento que los personajes se empalagan de ilusión que aquella pesadilla que estaban atravesando terminaría, es donde es el principio de su fin. En Maus esto se presenta en el último capítulo en el cual son llevados al tren y ellos piensan que todo había terminado finalmente, pero esto no podría estar más lejos de la verdad. Una vez que llegan a sus destinos, después de varios días de una travesía horripilante, los pasajeros se enfrentan a una situación completamente abismal a la que ellos anhelaban. Todo era llanto y plegarias. Habíamos sobrevivido y ahora esperábamos que dispararan porque no podíamos hacer otra cosa.
En comparación, en la novela El Proceso se narra el momento en el cual dos señores que venían en nombre de la justicia se presentan en la casa del personaje principal y se lo llevan en contra de su voluntad. Sin embargo, lamentablemente, la mera esperanza que nació en K de que esto significaba que el proceso finalmente llegaría a su fin fue tan solo una ilusión. En un principio le manifiestan a K que debía suicidarse pero luego uno de los dos señores lo mata. A diferencia de Maus el personaje de principal en El Proceso muere, no obstante, el hecho que haya sido el fin del personaje no significa que se llega a entender qué fue lo que realmente sucedió. El transcurso de su pesadilla termina sin realmente solucionarse dejando inconcluso, inclusive para el personaje,
En El Proceso el martirio sin fin finaliza con la muerte de K, sin embargo, como expliqué anteriormente, este proceso quedó inconcluso al no saber especificamente si él fue culpable o no. Por el otro lado, en Maus Vladek logra sobrevivir así finalizando aquel sufrimiento. A pesar de ello, las consecuencias luego de esta tragedia nos demuestra que a pesar de que se terminó el sufrimiento físico, el mental aún permanece en los sobrevivientes. Un ejemplo cercano al autor es el suicidio de su propia madre, Anja Spiegelman, sobre el cual Art publica Prisionero en el Planeta Infierno.
Un caso clínico narrando su muerte. A pesar de sobrevivir una de las tragedias más grandes de la historia, esa tortura mental la atosigó incluso fuera de los campos de concentración a tal punto de tomar la decisión de quitarse la vida. Otro ejemplo cercano al autor es del padre, sobre el cual narra la historia, Vladek Spiegelman. El cómic muestra la evolución de la personalidad del padre cual se remodela a partir de las experiencias que el vive. Varios estudios psicológicos muestran que los sobrevivientes, debido a la experiencia traumática y la lucha diaria de sobrevivir, experimentaron un decaimiento en sus habilidades cognitivas de pensamiento, causando depresión, ansiedad, TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático) entre otras enfermedades.
Conclusión.
En conclusión, ambas novelas presentan el martirio sin fin en la manera que los personajes principales son someidos a una situación regida por incertidumbre, espera y dolor, en las cuales su fin no es especificado: viven el día a día sin saber cuando aquella tragedia iba finalmente concluir. En El Proceso el sufrimiento finaliza con la muerte, pero la novela gráfica Maus presenta otra perspectiva; a pesar de haber sobrevivido al martirio, esto no significó su fin, viéndose esto representado en los trastornos psicológicos y el gran obstáculo que deben sortear diariamente los sobrevivientes del Holocausto y en algunos casos como acabar con su propia madre, recurren a la muerte para ese dolor.
