Comportamiento Humano Grupal por la Contigencia
Se puede decir que a decisión grupal en una crisis sanitaria como la del coronavirus es casi tan importante como las decisiones que pueden tomar los gobiernos esto hace que se minimice la morbilidad y la mortalidad asociada evitar un pico epidémico que sobrepase los servicios de atención médica, mantener los efectos en la economía dentro de niveles manejables y aplanar la curva epidémica. El cierre de escuelas tuvo éxito con la gripe A pero los científicos aseguran que puede ser poco eficaz, dada la baja tasa de infección en niños, aunque los datos son escasos. (López, 2020). “Evitar grandes reuniones de personas reducirá el número de difusión del virus, sin embargo, si se requiere de un contacto prolongado para la transmisión, esta medida solo podría reducir una pequeña proporción de transmisiones, Por lo tanto, es probable que se necesite un distanciamiento social a mayor escala, como se estableció en China “. (López, 2020)
Es importante no negar la situación ni extremar medidas innecesarias para la situación que se tiene por delante, ya sea por medio del acopio excesivo de elementos de higiene personal del hogar, como de conductas de discriminación, rechazo o estigmatización. Es probable que el miedo nos induzca a comportamientos impulsivos de rechazo o discriminación de personas, incluso a imaginar fuentes de peligro irreales o eventuales competidores por determinados productos de higiene. Ante tales situaciones es importante tener en cuenta que las otras personas están atravesando por la misma situación y por ello se recomienda no competir ni discriminar, sino compartir y colaborar con la situación que es comunitaria. La crisis generada por el COVID-19 ha traído cambios en el comportamiento de los consumidores impactando la economía de diversos sectores. A nivel mundial el número de casos ha pasado los 168.000 este crecimiento es mundial se dice que algunos números de estos contagios no presentan síntomas son mayores que los casos detectados esta enfermedad no es una simple gripe este virus se ha vuelto una enfermedad con mayor riesgo. El cambio de comportamientos grupales puede ser crucial para aplanar la curva del contagio es decir podría reducir un poco del número de contagios para que los sistemas de salud puedan afrontar la crisis y darle la mejor posibilidad a nuestro personal médico de combatir este virus. Las recomendaciones para evitar el contagio son muy sencillas: Lavarse las manos más seguido, por al menos 20 segundos, No tocarse la cara, Mantener cierta distancia física de mínimo 1 metro o 3 pasos, Quedarse en la casa en caso de presentar síntomas, Cancelar eventos, sin embargo, somos humanos y nos cuesta trabajo adoptarlas. Tocarse la cara es constante e inconsciente. Hasta a los profesionales de la salud se les olvida lavarse las manos. Y como latinoamericana puedo decir que la idea de distanciamiento social y falta de contacto físico me aterra. (Blog, 2020)
Lo mejor que se puede hacer para evitar los contagios grupales es quedarnos en casa en la auto-reclusión es importante también cuidar de nuestra salud mental. Puede ayudar crear una rutina con un horario definido, acordar con un colega o un amigo para hacer una llamada social diaria, o identificar una red social de apoyo que pueda activar como sus vecinos. A la hora de aplicar cualquiera de estas recomendaciones se debe también tener en cuenta que los seres humanos tenemos un termostato de riesgo, las medidas preventivas en un área nos hacen sentir que estamos “portándonos bien”, y nos sentimos con la licencia de asumir más riesgos en otra área. (Blog, 2020)
La ciencia abierta y el acceso abierto siguen brindando un apoyo fuerte a los esfuerzos de acelerar la investigación y el desarrollo de respuestas a la pandemia. Con una petición se abrieron más de 32.000 artículos relevantes a través del repositorio coronavirus. Muchas voces de la comunidad científica e investigadora siguen llamando para apertura adicional y sistemática, la continuación de las lecciones aprendidas desde la respuesta a epidemias pasadas. Como respuesta a esta crisis se requiere tener cambios del comportamiento entre un grupo del personal de salud, gobiernos o sociedad civil son los encargados de comunicar los hechos sobre como este problema se va desarrollando. Afortunadamente vivimos en un mundo en donde las personas están más conectadas con otras y la información puede llegar de manera más rápida, instantánea. (Team, 2020)
Con el pasar de los acontecimientos de esta pandemia y la necesidad de tomar medidas para un distanciamiento social para poder reducir el número de contagios y la propagación del virus y este es un desafío para gestionar los equipos de manera antigua y para fomentar el trabajo a la distancia. Todo el mundo está frente una situación novedosa y dinámica. Estamos por fin observando lo que se ha venido hablando en teoría de que el mundo está cambiando más rápido que nunca, la tecnología nos facilitará el intercambio de información compleja casi de manera instantánea, y el rol de las personas será de actuar con mucha creatividad, empatía, cuidado comunitario, y perseguir el aprendizaje continúa. (Team, 2020).
El comportamiento de los seres humanos en este tiempo de la epidemia, como la actual de Covid-19, tiende a ser “irracional”, no sólo en la acepción común del término, sino también en el sentido que otorgan los economistas a la irracionalidad, enfrentando la economía tradicional a la economía del comportamiento. El comportamiento preventivo ante una epidemia tiene un componente de bien público importante: el coste individual de tomar medidas preventivas (como declarar el haber estado en una zona de riesgo, cancelar un evento o no desabastecer los supermercados con compras exageradas) es superior para nosotros que el beneficio que obtenemos de ello. (Biel, 2020).
El objetivo de esto es contribuir a normalizar nuestras reacciones psicológicas en estos días de incertidumbre, en la forma del entendiendo de cuál es su procedencia, no es una correcta forma de poner alteración en la gente a poner situaciones extremas en el problema. La transmisión correcta de la información, la confianza en instituciones que antepongan la salud pública a otros intereses, y ser conscientes de nuestros propios sesgos y de la importancia de nuestra responsabilidad individual con cómo nos comportamos, pueden ser medidas de choque para que salgamos de ésta lo mejor posible. Aún más si la información sobre la extensión de la epidemia va cambiando y por ello, las medidas tomadas hace unos días parecen insuficientes exageradas dada la situación actual. No estamos especialmente bien equipados para adaptarnos psicológicamente a información que cambia rápidamente y por ello, es importante ser conscientes de que vamos a tener que hacerlo. (Biel, 2020).
Para hacer frente a estas emociones grupales se han definido 13 recomendaciones para la convivencia y salud mental que todos debemos seguir en casa durante los días que dure el brote: Es ser empático con los demás, Atender las indicaciones del aislamiento social, autocuidado y solidaridad. El pánico no es una buena opción, hay que tomarse un minuto para aceptar tus emociones, hay que cerrar los ojos y concéntrate en tu respiración, hay que seguir esta rutina y repite este ejercicio cuantas veces lo requieras y lo necesites para tener un buen comportamiento grupal también puedes comentar a tu entorno sobre tus emociones y pensamientos. (Puon, 2020)
Ante esta situación de emergencia sanitaria inicialmente devastadora, los miembros de una comunidad frecuentemente muestran mayor nivel de altruismo y cooperación, las personas pueden llegar a experimentar una gran satisfacción por el hecho de poder ayudar a otros. Para un buen comportamiento grupal en los niños o niñas es importante tener en cuenta que la mejor forma de proteger es la protección y a partir de la responsabilidad de los adultos con su propia salud, el manejo de la información pertinente, la seguridad y la sencillez en la transmisión de las normas de higiene y la prevención del contagio. Las actividades lúdicas con los niños y las niñas siempre son excelentes recursos para transmitir ideas, informaciones, comportamientos y acciones, además de que se trata de una actividad placentera, distendida y reforzante de emociones positivas. (Puon, 2020)
En el grupo interfamiliar los padres deben elaborar, juntamente con los miembros del entorno, una rutina de actividades, tareas y asignación de roles mientras dure el aislamiento, ya que puede favorecer una mejor adaptación a la situación nueva. Siempre será ideal si esta organización se plantea al modo de trabajo en equipo, con la aceptación y el compromiso de cumplimiento de las normas que se establezcan es muy recomendable que se pauten tiempos para cada actividad, por ejemplo, el aseo del hogar, el tiempo de conectividad en internet, la actividad física, las tareas de la escuela o universidad, entre otros en general, se recomienda aprovechar esta instancia transitoria para habilitar otras formas de convivencias y estrechar los vínculos familiares es muy importante tener presente que en este grupo de los padres o referentes siempre serán la autoridad del hogar, y de ellos dependerá el manteamiento de la organización y la planificación familiar. Sin embargo, puede darse el caso que algunos de los padres o ambos deban ausentarse, para ello también deberá planificarse la suplencia de roles y el mantenimiento de la organización y los compromisos. (Puon, 2020)