Consumo de Alcohol en Menores: Factores de Prevención y Riesgo
Consumir bebidas alcohólicas cuando nos reunimos en eventos sociales es habitual en muchas partes del globo, a su vez, trae consecuencias tanto sanitarias como sociales que repercuten en nosotros debido a la dependencia que ocasiona dicho consumo y al uso nocivo que hacemos de él. Muchas investigaciones concluyen en que uno de los factores más importantes que pueden dar lugar a desarrollar una adicción de esta sustancia cuando se es adulto es la antelación, es decir, cuanto más temprano nos iniciemos en experimentar este consumo más riesgo padecerá esa persona de desarrollar una adicción en el futuro. (Dennis, Muck, Dawud-Noursi y McDermeit, 2003)
Es evidente que el consumo perjudicial de alcohol por parte de los adolescentes no solo causa consecuencias personales sino que también implican secuelas económicas para el estado, me remito a las muertes que ocasionan cada año el mal uso de este consumo, (2,5 millones) y una gran parte de este dato pertenece concretamente a los adolescentes. (Shield, Parry y Rehm, 2013)
Consumir alcohol se encuentra entre los factores de riesgo más importantes, sólo por detrás de otros dos, que dañan la salud en todo el mundo. Son indiscutibles los cambios que resultan de este consumo en una persona, así como en las que la rodean. Por lo general, esta adicción afecta en muchos sentidos, en nuestra vida cotidiana, nos impide realizar una rutina correctamente, nos hace productivos aparentemente solo para conseguir una recompensa pero trae consecuencias económicas futuras, vuelve a los consumistas más hipócritas y menos críticos consigo mismos y, al mismo tiempo, más críticos hacia los demás. Algunos factores de prevención y de riesgo suceden en cinco ámbitos diferentes, en la etapa de la adolescencia, que es donde hay posibilidad de realizarse intervenciones. A saber; ámbito individual, familiar, a nivel de compañeros, escolar y comunitario. Básicamente la diferencia entre ambos factores es que los factores de riesgo tienden a posibilitar más que una persona abuse de sustancias mientras que los factores de prevención reducen este riesgo. (OMS, 2008)
El consumo de alcohol por parte de la población adolescente es un problema a gran escala, no sólo para esa franja de edad, sino para todos. Tanto la Organización Mundial de la Salud como cientos de otros estudios afirman que el consumir alcohol en esa etapa, se relaciona directamente con el aumento de conductas agresivas, de agresiones sexuales e incluso violaciones, aumentan los accidentes de tráfico, los suicidios por parte de los adolescentes, otro tipo de accidentes y en general la violencia física, con lo que al mismo tiempo se relaciona es, que los adolescentes tienen muchas más posibilidades de sufrir una depresión o ataques de ansiedad o trastorno psicológico similar debido a lo realmente vulnerables que son, al mismo tiempo, también son fácilmente influenciables y manipulables. (OMS, 2008)
Por este motivo es verdaderamente importante concienciar a los menores y que reciban una educación más actual en cuanto al consumo de sustancias, la desinformación y sobretodo el consumismo que prácticamente a todas horas los adolescentes pueden ver por televisión, por redes sociales, por casi cualquier medio fácilmente, hace que aumente este tipo de conductas constantemente. La mitad del trabajo sucio sobre el consumo en adolescentes ya se ha conseguido normalizar, pero se ha conseguido de forma muy errónea, cuando hay adolescentes con 16 años e incluso más pequeños que son premiados por sus propios padres al beber alcohol o todo lo contrario, no conversan con sus familiares sobre sus hábitos y esta poca comunicación deriva en una libertad por parte de ellos que es comprensible debido a su edad y su curiosidad, en un inicio en este consumo. (Miller, 2005)
Otro factor importante a tener en cuenta es el fácil acceso que tienen los adolescentes a las bebidas alcohólicas, bien por parte de un adulto que les consiga dichas bebidas o nos encontramos con muchos establecimientos que venden de manera ilegal el alcohol, se les hace muy fácil conseguirlo. Por este motivo aparte de una educación más cercana sobre el uso del alcohol es necesario reforzar y mejorar las políticas o las leyes que consiguen prevenir o reducir este consumo por parte de los adolescentes. Sin duda alguna el factor más importante que incide en este consumo es el social, debido a lo que nos influencian significativamente en esa etapa los amigos, los más cercanos, los grupos a los que pertenecemos, donde este mismo consumo nos hace elegir a esos mismos grupos por el simple miedo de quedar excluidos de él. La aprobación por parte de los que son nuestros amigos lo es todo, de manera que de forma paralela, si existe antes una amistad, inconscientemente imitamos el comportamiento de éstos para no sentirnos diferentes, sobretodo en fiestas de adolescentes donde ves a la mayoría probarlo. (Donovan, 2004; Henry, Slater y Oetting, 2005)