Desigualdad Social: Exclusion de una Sociedad

¿Cómo cuantificar la exclusión social de una sociedad? ¿Qué ramificaciones tiene esta exclusión hacia el bienestar del país? ¿Cómo se puede incluir esa parte de la población efectivamente sin perder la cultura estadounidense o la de Latinoamérica? Desde 1970, la población latina de los Estados Unidos se ha vuelto mucho más prominente – ahora componen hasta 17% en total (La Opinión, 2017). A pesar de ese hecho, la representación de latinos en las profesiones públicas, la tasa de finalización de escuela y oportunidad para movilidad social ascendente es escasa en cada sector (Bucknor, 2016). Primero, estableceré la situación actual de los latinoamericanos en los EE. UU., luego analizaré qué factores paran su inclusión, y finalmente evaluaré como combatir este fenómeno.

La idea del Estado, mientras que crea unos sentimientos de pertenencia y seguridad – simultáneamente crea un sentimiento de exclusión por su natura (Peréz, 2005). Eso tipo de exclusión se caracteriza en lo que no ayuda al desarrollo del Estado (Peréz, 2005). Por ejemplo, oposición al gobierno, escasa de igualdad de economías o factores externos que amenazan a la existencia del Estado. Tradicionalmente, la exclusión social ha sido relacionada considerablemente con la pobreza y la estratificación de clases en la sociedad – cosas que no se asocian con el desarrollo del Estado (Adell, 3003, p. 7).

Actualmente, investigaciones concluyen que el fenómeno de exclusión se relaciona más en sociedades ricas y en determinados sectores como la educación o la sanidad (Adell, 3003, p. 7). En nuestra época – eso se relaciona con una división más o menos intencional que los factores ‘tradicionales’, es decir, la exclusión nace del sentimiento de espanto por el miedo del otro, por el cambio, y/o por lo desconocido (Estébanez, 2002, p. 192) Las excusas clásicas para la exclusión con respecto a inmigrantes ahora son ‘la falta de inglés (u el idioma de facto)’, que ‘no trabajan’, ‘roban trabajo de nativos’ u ‘¡Odian la cultura ‘original’ de nuestro país y quieren cambiarla!’ (Muñoz, 2017).

Estas excusas no se muestran en las estadísticas con respecto a la realidad – tampoco es el lógico si consideramos de donde viene el odio en primero lugar. Este tipo de generalización y presunción de hecho para el crecimiento de inclusión y también el desarrollo del Estado – la autodestrucción, de una manera. Aplicamos este problema a los latinoamericanos en los EE. UU. Las estadísticas nos han mostrado que sí, la falta del idioma nacional es una barrara a la inclusión de latinoamericanos (e igualmente otras minorías), pero también es un obstáculo al desarrollo del Estado y comunidad (González, 2018).

Se tiene que juzgar con bases de evidencia – que tengamos en cuenta que más de 89% de latinoamericanos hablan bien inglés como tercera o cuarta generación de inmigrantes (Corona, 2015).

• ¿Trabajo?
• ¿Por qué un pequeño porcentaje de americanos no siente que se les roba el trabajo?
• ¿Odio de cultura?

Puede ser que no adoptan la cultura estadounidense (lo que sea), pero parece que el odio viene de la mayoría que no quieren una adición de otras tradiciones a la suya.

Pues – ¿cómo podemos articular qué causa la verdadera exclusión? – en otras palabras – ¿qué tenemos que reducir? Creo que es algo mucho más difícil a cambiar – es simplemente la disposición psicológica hacia la gente diversa.

La elección de Donald Trump en 2016 hacía parte del fenómeno global demagogo – donde candidatos se nos presentaron como la solución de todas las quejas de la población – en particular jugando sobre sentimientos xenófobos en países ricos (Hume, 2018). La promesa infame ‘construiremos un muro entre México y los Estados Unidos’ (Exelsior, 2017) ¬¬ es un ejemplo perfecto no solo del sentimiento xenófobo sino del miedo del otro – elegir Trump democráticamente refleja que el deseo de los EE. UU. es ascendentemente de excluir lo que es considerado ‘indeseable’. ¿Pues, por qué un grupo como los latinos sería indeseable? Es porque una presencia siempre creciente de una minoridad amenaza crear un gran cambio del Estado para los ‘nativos’ (Drew et al, 2016). Hay dos opciones claras y una más oscura. Primera, Los EE. UU. pueden implementar leyes radicales que asegurarían su manera de vida: inglés obligatorio, aspectos de otras culturas prohibidos y un bloqueo de inmigrantes de países con culturas amenazantes. Un poco radical. Pues, promover el castellano como idioma regional u idioma de facto del Unión, junto con inglés, y crear un cupo de congresistas como reflexión de la presencia de cada demográfico. También – eso sería un poco radical y un gran cambio del sistema democrático que actualmente existe aquí – la oposición sería incomprensible.

¿La tercera? Empezar una comisión nacional sobre la exclusión social y como combatirlo. ¿Por qué los latinos no terminan escuela a la misma tasa de los blancos americanos? Por qué su representación en los sectores públicos de trabajo es un 15% más bajo que cada otro grupo? (Bucknor, 2016, p.18) ¿Por qué los latinos reportan lo más que suben discriminación cada día? (Mccord, 2017) ¿Por qué esos sentimientos del pueblo original continua en una época de educación más avanzado que nunca? (Shoichet, 2015) Esas preguntas se responderán solo a través de implementar mesuras que aseguren que la educación y la sanidad sean disponibles al mismo nivel que para cada grupo social, y un reconocimiento de la presencia e importancia de eso grupo en la existencia e identidad de los EE. UU.; ahora y hacia el futuro.

Pues – parece que la conclusión es forzar el pueblo estadounidense dejar sus opiniones primitivas y aceptarles…pero Roma no se construyó en un día. Además, eso sería contra el lógico de dejar todos a vivir libremente – lo que queremos, en fin. De nuevo, es evidente que una discusión tiene que abrirse, en vez de protestar contra la pérdida de su cultura y el bajamiento de nivel de vida sin hacer nada constructivo para mejorar la situación.

No es decir que las minorías son moralmente superiores – somos todos humanos – es que hay una hipocresía en quejarse de otra gente y pues preguntarse porque la sociedad se vuelve menos igual y que el sueño americano desparezca. Tienen que mostrar al gobierno y a la comunidad que a) son todos americanos y b) que no pueden hacer parte de una comunidad que no quiere conocerlos.

Sí, hay problemas sociales en sus comunidades.

Sí, la llegada de muchos de ustedes ha sido ilegal y ha cambiado algunos aspectos de los EE. UU.

Pero ahora, ahora están aquí, y tienen que contribuir al país. Pero la desigualdad sistémica por una manera anticuada de pensar no es justo – y debe cambiar.